Sábado 23 de marzo de 2024, p. 11
En medio de la férrea oposición del PAN, que acusó a Morena de apoyar una ideología de género perversa
, la Cámara de Diputados aprobó anoche las reformas que prohíben y sancionan penalmente las llamadas terapias de conversión, por las que se trata de obligar a las personas a cambiar su orientación sexual.
Se trata de una minuta que estuvo congelada en San Lázaro por un año y cinco meses, y finalmente se avaló anoche con 267 votos a favor, 104 en contra y 33 abstenciones; no obstante, regresó de nuevo al Senado, ya que los diputados hicieron un cambio, a fin de cumplir con una resolución de la Suprema Corte.
De todas formas, legisladores e integrantes de la comunidad lésbico, gay, bisexual, transgénero, transexual, travesti, intersexual y queer (LGBT+), presentes en el recinto festejaron lo que consideraron un avance en la defensa de sus derechos humanos. No hay nada que curar, no hay nada que curar
, corearon al final, grito de batalla contra las terapias que se han utilizado y que consideran una enfermedad las opciones sexuales diversas.
Las senadoras trans María Clemente y Salma Luévano, de Morena, presionaron desde temprano para que la minuta fuera discutida en la sesión de ayer con las reformas a la Ley General de Salud y el Código Penal Federal, por las que se impondrán hasta seis años de prisión a quienes obliguen a someterse a tratamientos, terapias u otras prácticas encaminadas a reorientar la sexualidad.
La misma penalidad se aplicará también a quienes financien o lleven a cabo esas terapias; se duplicará cuando se trate de menores de edad y cuando la víctima tenga una relación laboral, docente doméstica o cualquier otra que implique subordinación.
En el caso de los padres de familia, se precisa que cuando incurran en esa conductas se les aplicarán las sanciones de amonestación o apercibimiento, a consideración del juez
.
Sin embargo, diputados del PAN, entre ellos Margarita Zavala, Gabriel Quadri, Éctor Jaime Ramírez y María Teresa Castell, insistieron en que se criminaliza a los padres de familia y acusaron a los morenistas de pervertidos y de llevar niños y jóvenes a ingerir hormonas
para cambiar de sexo.