Bogotá. Las 122 piezas del Tesoro de los Quimbayas que están en el Museo de América de Madrid deben ser devueltas a Colombia, pues fueron donadas ilegalmente en 1892 por el entonces presidente Carlos Holguín (1888-1892) a la reina María Cristina, opinó el abogado Felipe Rincón, autor de un recurso legal que derivó en un fallo de la Corte Constitucional que obligó al gobierno a gestionar su recuperación.

Rincón explicó a La Jornada que las piezas, descubiertas hacia 1890, fueron llevadas a Madrid en 1892 por los 400 años de la llegada de Cristóbal Colón a tierras americanas, pero al presidente Holguín se le ocurrió regalarlas a la reina. Holguín no tenía capacidad constitucional ni legal, pues las piezas eran parte del patrimonio de la nación y una eventual donación tenía que ser aprobada por el Congreso, lo cual no sucedió, explica. Lamenta que desde 2017 ningún gobierno atendiera el fallo de la Corte Constitucional, hasta que en septiembre pasado el presidente Gustavo Petro declaró el interés de Colombia por repatriarlas.

Reacción de William Ospina

La atención hacia las piezas volvió a escena luego de las declaraciones de la delegada de Cultura del ayuntamiento de Madrid, Marta Rivera de la Cruz, ante las cuales el escritor William Ospina, premio Rómulo Gallegos (2009) por su novela El país de la canela, no ocultó su asombro y dijo a La Jornada: “Creo que hay cosas que no pueden estar en debate. Si España expolió y saqueó en América es algo que no pertenece al orden de la discusión, tan grande es la evidencia.

u Figura de cacique del Tesoro de los Quimbayas, en el Museo de América en Madrid.Foto Wikimedia Commons

El tesoro obtenido con el saqueo de Tenochitlan viajó efectivamente a España, el tesoro obtenido con el secuestro de Atahualpa fue llevado a España por Hernando Pizarro. Los galeones viajaron a España llevando el oro y la plata de Nueva Granada, México y Perú. Estas evidencias no dependen de las opiniones de los funcionarios, agregó.

Ospina mencionó las láminas de la Expedición Botánica “por cuyo retorno yo abogo en mi novela Pondré mi oído en la piedra hasta que hable. No sólo son un patrimonio cultural invaluable, sino que pertenecen a la memoria americana de un modo indiscutible. Cada día importan más para nosotros, fueron robadas cuando ya habíamos declarado la independencia, y quien las embaló rumbo a Madrid fusiló a los artistas”.