El establecimiento donde fueron levantados cuatro polleros en diciembre pasado, en el municipio de Toluca, fue asegurado ayer por la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), tras comprobar que ahí se extorsionaba a comerciantes minoristas, a quienes obligaban a comprar el producto a sobreprecio. De acuerdo con una investigación de la fiscalía estatal, en ese lugar también se cometía acaparamiento. Varios proveedores minoristas denunciaron que eran obligados a comprar pollo y pagar una cuota extra de 48 pesos por kilo a cambio de no hacerles daño. En sus redes sociales, la FGJEM confirmó el aseguramiento del local, ubicado en avenida Adolfo López Mateos, colonia Parques Nacionales, en el sur de la capital. En ese establecimiento, el pasado 22 de diciembre cuatro trabajadores fueron secuestrados por un comando y el 15 de marzo anterior policías estatales los localizaron con vida en el sur del estado. Se presume que detrás de esta privación ilegal de la libertad está el grupo delictivo La familia michoacana, que a su vez exigía a los dueños del negocio una cuota por dejarlos trabajar.