Domingo 7 de abril de 2024, p. 21
Islamabad. El Tribunal Supremo del movimiento fundamentalista talibán afgano dio a conocer ayer que las autoridades judiciales de la provincia de Logar flagelaron en público a seis personas, entre ellas una mujer, por sodomía y adulterio.
El Supremo indicó que cada convicto recibió entre 25 y 29 latigazos y todos ellos recibieron además penas de cárcel: tres de ellos, un año y los otros tres, dos años de prisión.
Según la declaración judicial, los latigazos fueron presenciados por responsables del tribunal local y residentes locales, de acuerdo con el comunicado del Supremo, recogido por la cadena de televisión de Afganistán, AMU TV.
Las flagelaciones son un ejemplo del endurecimiento extremo del código legal afgano tras el retorno de los fundamentalistas al poder en agosto de 2021.
El país está ahora regido por una interpretación extrema de la ley islámica que prohíbe, entre otros ejemplos, el acceso de las niñas a la educación secundaria.
Si bien las discrepancias públicas dentro del Talibán son inusuales, algunas figuras de alto rango han mostrado su desacuerdo con la toma de decisiones de los dirigentes, especialmente con la prohibición de que las mujeres estudien.
En este contexto, el líder supremo del Talibán, Hibatullah Akhundzada, instó a sus oficiales a dejar a un lado sus diferencias y servir correctamente a Afganistán, indica una declaración escrita publicada ayer, antes de la festividad del Eid al-Fitr, que marca el final del Ramadán.
Akhundzada, es un erudito islámico que casi nunca hace apariciones en público, rara vez abandona el feudo talibán en la provincia de Kandahar, en el sur del país.
Él y su círculo han jugado un papel decisivo en la imposición de restricciones a mujeres y niñas, provocando críticas internacionales que han repercutido en el aislamiento del Talibán en la escena internacional.
Akhundzada declaró que los funcionarios del Talibán deben vivir una vida fraternal entre ellos, evitar los desacuerdos y el egoísmo
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La guerra contra la invasión soviética y el comunismo fracasó debido a los desacuerdos internos, afirmó apuntando que, como resultado de esas divisiones, no pudieron implantar la sharía, o ley islámica, en Afganistán.
Aunque hizo referencia a la educación, no dijo nada acerca de la reapertura de escuelas y universidades para mujeres y niñas.