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Reduce el Banco Mundial de 2.6 a 2.3% previsión del PIB
 
Periódico La Jornada
Jueves 11 de abril de 2024, p. 20

El Banco Mundial (BM) redujo sus perspectivas de crecimiento para México. A inicios de año esperaba que la segunda economía de América Latina creciera 2.6 por ciento en 2024, ahora se proyecta 2.3 por ciento, pese a que el organismo reconoce una expansión vigorosa de la demanda interna en el país e indicadores de pobreza que se cuentan por debajo de lo reportado antes de la pandemia.

La disminución de la pobreza responde principalmente a ingresos laborales más altos, combinados con leves reducciones del desempleo y la informalidad, lo cual muestra una mejora continua de las condiciones de los mercados de trabajo, expuso el organismo en un nuevo informe Competencia: ¿el ingrediente que falta para el crecimiento?.

El Banco Mundial no movió su estimado de crecimiento para 2025 respecto a lo reportado en enero. Se mantiene en una previsión de 2.1 y de 2 por ciento para 2026. Si bien el consumo en México se observa como uno de los principales impulsores de la actividad económica, la relocalización de cadenas de suministro –conocida por el anglicismo nearshoring– no ha reflejado un repunte en los anuncios de inversión extranjera nueva como proporción del producto interno bruto (PIB).

La inversión extranjera directa nueva alcanzó en promedio más de 2 por ciento del PIB entre 2010 y 2014. En los primeros nueve meses del año pasado esta proporción fue de menos de 1.5 por ciento.

Coyuntura crítica

El BM enfatizó que América Latina ha llegado a una coyuntura crítica. El crecimiento se ha estancado y las previsiones hasta 2026 son las más bajas en comparación con todas las demás regiones del mundo e insuficientes para impulsar la prosperidad.

El organismo apunta que el PIB en América Latina y el Caribe crecerá 1.6 por ciento en 2024 y de ahí acelerará a 2.7 y 2.6 para los próximos dos años. Son niveles de crecimiento que responden a las altas tasas de interés y mayores déficits fiscales, a la caída de los precios de las materias primas y a la incertidumbre en las perspectivas de socios importantes para la región como Estados Unidos, China, Europa y otros países del Grupo de los 7.

A medida que el impacto de la pandemia retrocede, las tasas de crecimiento de AL reflejan las de la década de 2010. Esto demuestra que la región no ha abordado los obstáculos persistentes que bloquean su potencial, incluidos los bajos niveles de educación, la infraestructura deficiente y los altos costos de inversión, que también alimentan el descontento social, dijo William Maloney, economista jefe del Banco Mundial para América Latina y el Caribe.