El director de escena y dramaturgo Juan Manuel García Belmonte presentará hoy y mañana el work in progress Bocetar la ausencia, en el que trata el tema de la migración de artistas, en el Black Box Studio, que se encuentra en Liubliana, Eslovenia, donde realiza una residencia artística.

La historia se centra en las vidas de una joven eslovena que regresa a su país para imaginar un futuro prometedor como bailarina y la de otra artista mexicana que ha sembrado raíces en esa nación de la Europa Central y tiene una hija.

Con estos dos personajes se construyen relatos fragmentarios, historias inacabadas, deseos de pertenencia y ausencias que escarban en las heridas, la idea de patria, familia, identidad y sobrevivencia. También hay canciones, datos, retazos de memoria.

En entrevista con La Jornada vía telefónica desde Eslovenia, García Belmonte explicó que este proyecto surgió a partir de un convenio con Black Box Studio, teatro independiente que dirige el mexicano Carlos Pascual, quien vive desde hace años en Europa.

“La idea nació hace más de un año; como director me interesaba hablar sobre la migración y los artistas eslovenos, y trabajamos en reuniones virtuales a partir de la premisa principal de los conceptos de ausencia, identidad y patria.

A ambos nos interesaba trabajar con artistas eslovenos; este proyecto es parte de una beca del Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales, y es la primera vez que se hace un intercambio como éste.

La historia de García Belmonte está inspirada en las experiencias de artistas migrantes y jóvenes que viven en Eslovenia. Participan la mexicana Alicia Ocadiz, quien trabaja allá desde hace años y ha ganado renombre, y Lara Matea, performer de aquel país.

En los relatos de la obra se incorporan datos estadísticos en torno al fenómeno de la migración y del empleo en Eslovenia, con la finalidad de mostrar cómo es el movimiento artístico y cultural en Europa.

“Nos han comentado que no es usual que se trabaje de esta forma, al menos en cuestión de temática, ni usar todos estos materiales. Hemos investigado un poco la escena artística eslovena; obviamente, es muy vital y potente, pero no es muy común, porque están más hacia el performance o la danza contemporánea, el teatro.”

Sobre el trabajo de Carlos Pascual, el dramaturgo indicó que tiene mucho tiempo en Eslovenia, donde se ha establecido como gestor y escritor, por eso en el work in progress se incluyen datos duros de la vida cultural y la migración.

Casi nadie vive de lo que hace

Juan Manuel García Belmonte refirió que Europa tiene un grado de desarrollo muy diferente a cualquier país latinoamericano; sin embargo, “hay muchas historias similares en la escena artística, al menos de lo que sucede en América Latina, porque, aunque sus contextos son diferentes y tienen otros problemas, la escena artística, si bien es vital, es muy reducida; entonces, hay pocas oportunidades con los artistas migrantes.

“Casi nadie vive de lo que hace y tienen que realizar muchísimas otras cosas. Los apoyos o los subsidios son pocos. Está muy complicado, es vivir o tener espacios ganados, y en el caso de los migrantes, aunque sí hay centros de refugiados, hay mucha carencia de sitios artísticos, además de que es difícil que se integren a la sociedad.

La escena artística sí es muy complicada para los artistas eslovenos, pero para un creador migrante mucho más; tiene que estar en alguna fundación o asociación que le permita hacer algún tipo trabajo.

Además de las funciones de hoy y mañana de Bocetar la ausencia en el Black Box Studio de Liubliana, la propuesta de García Belmonte, en la que también colaboraron los artistas eslovenos Urška Centa y Mojca Medvedšek, se presentará los días 11 y 12 de este mes en el centro cultural de la ciudad Novo Mesto.

El director y dramaturgo mexicano también ofrecerá la conferencia Re-velaciones: Teatro y dramaturgia contemporánea en México el 8 de mayo en la Universidad de Liubliana, donde expondrá un panorama general del arte escénico mexicano en los pasados 30 años con sus temáticas y poéticas.