Si yo fuera presidenta... (Decálogo 8, 9, 10)
scuelas inteligentes y completas. Restructurar ética y científicamente la educación básica: centros de estimulación temprana, de preescolar y de primaria serán considerados como los tres niveles de la educación básica. La educación media tendrá dos niveles: escuelas secundarias y bachilleratos con opciones terminales en profesiones técnicas (electricidad, mecánica automotriz y computacional, etc.). Todo menor de 18 años estará adscrito a uno de los niveles anteriores en forma obligatoria y gratuita: libros, uniformes, útiles escolares y demás serán entregados a cada niño en su escuela y se eliminan las raquíticas becas con función electoral. Se invertirá en educación 8 por ciento del PIB por ser un derecho humano fundamental y, además, la inversión más redituable en términos de desarrollo humano, cultural y económico. Se construirán los planteles necesarios para que todo menor tenga alguno cerca.
La pedagogía no estará ideologizada
y se fundamentará en bases científicas del aprendizaje y del desarrollo cerebral. En educación primaria, los conocimientos serán sobre todo medios para desarrollar facultades intelectuales y emocionales, y no un fin en sí mismos. Diariamente las escuelas ofrecerán tres alimentos y funcionarán de ocho a nueve horas, según las necesidades de los tutores. Cada plantel será un centro comunitario de contención y cuidado para seguridad de los niños, para vacunación y seguimiento médico.
9. Juegos, arte y ciencia. El juego es el método natural del aprendizaje infantil. Todo niño tiene mucho de artista y de investigador científico. Vamos a estimular en vez de bloquear esas tendencias naturales del desarrollo.
10. Defensoría jurídica. Más de 14 mil infantes han sido asesinados por los criminales en este gobierno. Muchos otros han sido víctimas de abuso y violación sexual. En trata de personas para explotación sexual y pornografía infantil, México ocupa uno de los primeros lugares mundiales.
Más de la mitad de los infantes viven en pobreza y millones de ellos trabajan, pese a ser prohibido por la ley. Estos datos hacen urgente la creación de una defensoría jurídica especializada para la niñez, a través de ombudsperson comunitarios, coordinados nacionalmente a través del Instituto Nacional de la Infancia.