En una nueva referencia al presunto caso de corrupción de la presidenta de Mexicanos contra la Corrupción, María Amparo Casar, el presidente Andrés Manuel López Obrador consideró paradójico que el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) considere que dar a conocer la falta de honestidad se considere un delito, es lo más contradictorio.

Durante su conferencia, sin mediar pregunta, el mandatario añadió casi sonriente: que me van a sancionar y que hasta las últimas consecuencias; acepto el desafío, porque tengo muchas cosas que decirles y probarles.

El lunes pasado el INAI anunció que en la investigación sobre la presunta violación a la protección de datos personales por parte del gobierno se irá hasta las últimas consecuencias.

Uno de los ejes del gobierno de López Obrador para hacer rendir el presupuesto es no permitir la corrupción, lo que favorece la posibilidad de adelgazar el aparato burocrático que era tan oneroso porque, entre otros aspectos, se protegía a los deshonestos.

Por ello, dijo, no se entiende la postura del INAI frente al caso Casar, que involucra un monto general de 48 millones de pesos en cobros indebidos de pensiones y seguro de vida por el fallecimiento de su esposo, Carlos Fernando Márquez, cuando laboraba en Pemex en 2004.