▲ Calles, centrales de trenes y autobuses, aeropuertos, el Metro y bancos, entre otros, amanecieron semidesiertos por la convocatoria al paro lanzada por la Confederación General de Trabajo en rechazo al plan de ajuste económico del presidente ultraderechista. La protesta se extendió, pese a las amenazas gubernamentales de descontar el día. Sólo circularon algunos microbuses, que lucían vacíos. En la imagen, parada frente a la estación ferroviaria Constitución, en Buenos Aires. Foto Ap. / Stella Calloni, corresponsal