Hacer ópera para niños y jóvenes es tan importante como difícil, sostiene el director de escena Óscar Tapia, quien al frente de Producciones Arándano AC, junto con Frida Chacón, ha dedicado los 10 años recientes a la creación de nuevo repertorio para ese público basado en títulos clásicos.

Es sumamente importante, porque en México se necesita educación y conocer los clásicos. La ópera contemporánea es maravillosa, pero también es muy importante regresar a los clásicos para apreciar la gama de sonidos y contenidos que éstos tienen, explica.

Es una labor difícil, porque es necesario tener una estructura de atención; cada determinados minutos se requiere hacer algo para captar la atención de los niños, además de ser muy claros y directos. Los pequeños tienen una educación diferente, pero no dejan de ser niños; entonces, si te pones a jugar y a convivir con ellos, y les das una historia y una moraleja a partir de la cual puedan entretenerse, van a divertirse y con ello se acercarán a las artes escénicas.

El también productor cita como ejemplo su obra La flauta mágica según Papageno, versión de La flauta mágica, de Mozart, en la que la ópera original no sólo es reducida de tres a una hora y se interpretan sólo sus arias y pasajes musicales más importantes y/o conocidos, sino que se incorporan elementos contemporáneos afines a los gustos de los niños, como que el personaje de Sarastro tiene que ver con La guerra de las galaxias y las tres damas al servicio de la Reina son guerreras jedis.

Siguiendo esa línea, Producciones Arándano AC presentará este fin de semana Fígaro y el ladrón del Tiempo dentro del ciclo La Ópera es Puro Cuento…, ¡Y el Teatro y el Circo También!, como parte de las celebraciones del 30 aniversario del Centro Nacional de las Artes (Cenart), en el que dicha agrupación ha participado de forma recurrente.

Este título es el segundo episodio de una trilogía de ópera de ciencia ficción para jóvenes audiencias, cuya realización ha sido posible gracias al programa México en Escena y que tiene de protagonista a aquel famoso personaje de la ópera El barbero de Sevilla, así como a un viajero del tiempo.

“Se trata de hacer una nueva historia que interese a las nuevas generaciones, que tenga algo de reflexión y argumento. El primer título, Fígaro y el alquimista, es un homenaje a Mozart; este segundo, Fígaro y el ladrón del tiempo, un tributo a la historia de la ópera, porque hay música desde el barroco, con Purcell; el clasicismo, con Mozart y Rossini, y verismo con Verdi y Puccini. La última parte, Fígaro y el androide, un homenaje al bel canto, que se ha desarrollado por siglos, y que nos da oportunidad de trabajar con autores como Donizetti, en el cual se basa la obra, pero también está Dvorak”, explica Óscar Tapia en entrevista.

La historia de esta segunda entrega –cuyas funciones serán el hoy y mañana en el Teatro de las Artes del Cenart, ambos días a las 12 y 14 horas– trata de cómo un villano encierra a algunos de los personajes más importantes de la ópera: Carmen, Madama Butterfly y Calaf en el vórtice, una isla fuera del tiempo, para evitar la evolución de la humanidad. Las aventuras que viven en el afán de salvarse son el pretexto para disfrutar de algunas de las arias más conocidas del repertorio universal.

“El argumento de Fígaro y el ladrón del tiempo busca resaltar cómo cualquier ser humano es importante y capaz de lograr lo extraordinario, a partir de contar de qué manera esos personajes cambiaron la historia en su momento.

Todas las grandes óperas tienen siempre un mensaje que ha trascendido de generación en generación: una moraleja, una guía moral o a veces simplemente son formas muy divertidas de ver la vida; pero también eso es importante, además de que nutre a la sociedad tener una guía del bien y el mal, concluye Óscar Tapia, quien acota que la misión de Producciones Arándano AC es quitar lo acartonado a la ópera, crear empatía con las audiencias y formar nuevos públicos.

El elenco está integrado, como Fígaro, por Josué Cerón (sábado) y Alexander Soto (domingo); Doctor Alquimista, Luis Rodarte; el ladrón del tiempo, Amed Liévanos; Carmen, Linda Saldaña; Madama Butterfly, Virginia Álvarez, y Calaf, Arturo Barrera, con la participación de la Filarmónica Atizapán.