La gran mayoría de los adultos mayores en México no cuentan con ahorros y son los que tienen el nivel de estrés financiero más alto por grupo de edad, detallaron datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

El estrés financiero, el grado de preocupación que genera finanzas personales en desorden, es originado básicamente por desempleo, bajos ingresos o precariedad laboral, en donde el dolor de cabeza, falta de sueño o gastritis son las principales afectaciones físicas por su situación financiera.

Con base en los datos de la Encuesta Nacional sobre Salud Financiera (Ensafe) 2023, el Inegi estimó que 41.3 por ciento de las personas de 65 años y más cuentan con ahorros muy por debajo del promedio a nivel nacional –52 por ciento de las personas mayores de edad tienen algún tipo de ahorro– y tienen el nivel de estrés financiero más alto de las personas por grupo de edad en el país, al representar el 38.8 por ciento de esta población.

La proporción de personas que cuentan con un ahorro es mayor entre los hombres, con 55.2 por ciento, que para las mujeres es de 49.3 por ciento.

Crece tasa de dependencia

Según estimaciones de la Organización de Naciones Unidas, en 2024 hay 2.8 millones de mujeres de entre 60 y 64 años y para los próximos 25 años la cifra crecerá hasta 4.6 millones.

En tanto, la tasa de dependencia de vejez (población de 65 años o más entre la población 15-59 años) se duplicará en México en los próximos 25 años. En el 2024 es de 19.3 por ciento y en 2050 será de 37.9 por ciento.

Pese a los programas sociales, como el de pensiones, los adultos mayores tienen poco margen de ahorro y sufren alto estrés financiero.

Por su parte, los jóvenes de entre 18 a 29 años en el país son quienes más ahorran ya que 59.6 por ciento declaró tener algún tipo de ahorro, poco más de la mitad de la población de este rango de edad.

Al igual que los países o los gobiernos, la ciudadanía utiliza recursos financieros para cubrir todo tipo de necesidades, ya sea adquirir satisfactores básicos, poner un negocio, estudiar o contar con ahorros para enfrentar alguna eventualidad, de ahí que la gestión de los recursos financieros es central para la vida de las personas.

De los adultos en México, 39 millones tienen algún tipo de deuda y 54 millones poseen algún medio de ahorro formal, pero 24 millones no tienen ningún medio de ahorro. Eso subraya la necesidad de continuar los esfuerzos de educación financiera.