La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) informó que en la edición 54 de la Olimpiada Internacional de Física, que se efectuó en Irán del 21 al 29 de julio pasados, dos estudiantes de la Escuela Nacional Preparatoria número 6 Antonio Caso estuvieron entre los mejores participantes: Javier Gil García, quien obtuvo la medalla de bronce, e Isaac Said Martínez Cerón, que recibió mención honorífica.

Destacó la máxima casa de estudios que ambos jóvenes hicieron equipo con Diego Medina Peláez –quien también logró mención honorífica–, Luis Ángel Picos y Jonathan Leco.

En un comunicado de prensa, la institución académica explicó que los estudiantes se enfrentaron a pruebas teóricas y prácticas que debían resolver individualmente y por equipo.

Gil García, señaló la UNAM, lo describió de la siguiente manera: La competencia consiste en dos ejercicios que buscan determinar el manejo que tienen los estudiantes de los conocimientos requeridos en el área de física; es un examen teórico y otro experimental. El primero consta de tres problemas de alta complejidad, y el segundo de dos pruebas que requieren hacer mediciones utilizando diversos aparatos y realizar análisis estadístico de datos.

Por su parte, Martínez Cerón indicó: “A la Olimpiada Internacional de Física van cinco integrantes de cada país; sin embargo, al momento de hacer los exámenes, nosotros participamos –por así decirlo– de forma individual. Son cinco experimentos por separado, cada quien tiene que hacer sus problemas; competimos tanto entre nosotros como delegación como con el resto del mundo, aunque más que esto es una competencia contra nosotros mismos”.

El proceso, añadió, es bastante largo, porque comienza en las etapas locales que tenemos en la Ciudad de México, luego las nacionales y ya de ahí a las internacionales. La preparación se inicia con los recursos que nos dan aquí los entrenadores de la selección de la capital del país, algunos libros y materiales. Por nuestra cuenta, encontramos también materiales con los que estudian en otros países que suelen tener buenos resultados en las olimpiadas.

Martínez Cerón consideró que las pruebas más complicadas fueron las experimentales, ya que debían utilizarse diversos dispositivos para efectuar las mediciones. Gil García dijo compartir ese sentimiento.

A pesar de las dificultades, explicó Martínez Cerón, su experiencia en la Olimpiada fue satisfactoria porque tuvo oportunidad de convivir con culturas distintas en Irán; no solamente con el país anfitrión, sino también con el resto de delegaciones y de naciones que asistieron. Es un enriquecimiento cultural que se nos quedará para toda la vida. Conocimos a mucha gente con la que seguramente nos encontraremos al graduarnos y empecemos nuestra carrera como físicos. Es bonito saber que nuestros esfuerzos no fueron en vano.

Expuso que su mejor prueba fue en la parte teórica, específicamente con un problema de electromagnetismo. Fue lo que hizo que recibiera la mención honorífica.