La modificación de polímeros impide que equipos quirúrgicos diseminen infecciones, explica Guillermina Burillo, fundadora de laboratorio especializado del Instituto de Ciencias Nucleares

Miércoles 23 de abril de 2025, p. 7
La química de radiaciones para esterilizar dispositivos médicos es un sustituto de los métodos tradicionales que emplean aditivos y catalizadores potencialmente tóxicos; se trata de una técnica capaz de modificar los materiales para no sólo evitar que las bacterias se le adhieran, sino que los convierte en bactericidas.
Así lo explica Sofía Guillermina Burillo Amezcua, pionera mexicana en la modificación de plásticos, cuya tecnología hace más seguro el equipo quirúrgico al evitar infecciones en el organismo, con aplicaciones que se extienden de la medicina a otros campos de la industria, como la alimenticia.
La química de radiaciones, en el ámbito médico, es fundamental para la esterilización de equipos quirúrgicos y productos biomédicos, al asegurar procedimientos más eficaces
, dijo Burillo Amezcua, una de las primeras científicas mexicanas en especializarse en esta área y fundadora del Laboratorio de Química de Radiación en Macromoléculas del Instituto de Ciencias Nucleares (ICN) de la UNAM, espacio precursor en la modificación de plásticos para aplicaciones en medicina e industria.
En entrevista con La Jornada, explicó que en su laboratorio trabajan en la modificación de polímeros, como catéteres, hilos de sutura y parches quirúrgicos, mediante radiación en lugar de métodos químicos tradicionales, lo que permite prescindir de aditivos y catalizadores potencialmente tóxicos
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Uno de los enfoques recientes, agregó, es el diseño de materia-les antimicrobianos, pues los dispositivos médicos suelen formar biopelículas bacterianas que pueden diseminar infecciones en el organismo. Con nuestra tecnología, podemos modificar la superficie de los materiales para evitar que las bacterias se adhieran o para hacerlos bactericidas
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Otra aplicación de su investigación es el desarrollo de parches quirúrgicos y materiales para ingeniería de tejidos: Trabajamos con hidrogeles que pueden adaptarse a cambios de temperatura y pH, permitiendo la liberación controlada de fármacos y facilitando la regeneración de tejidos
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Burillo Amezcua ha publicado más de 150 artículos en revistas arbitradas y ha presentado sus trabajos de investigación en eventos nacionales e internacionales.
Por su trayectoria, ha sido acreedora de reconocimientos como el Premio Nacional de Química y el Sor Juana Inés de la Cruz; además, es investigadora emérita del Sistema Nacional de Investigadores.
Desde joven tuvo inclinación por las matemáticas, lo que la llevó a considerar una carrera en esta disciplina. Sin embargo, el contexto de la época y los estereotipos de género limitaban las oportunidades para las mujeres. Me dijeron hace 53 años que no había plazas de trabajo y menos siendo mujer, que a lo más que podía aspirar era a ser profesora de secundaria
, recordó.
Ante este panorama, decidió estudiar química, carrera que le permitió seguir vinculada a sus disciplinas favoritas: matemáticas y física.
La experta estudió la licenciatura y la maestría en química y química nuclear; posteriormente, viajó a Francia para especializarse en radiaciones en macromoléculas en la Universidad Pierre y Marie Curie.
Me fui con mis hijos pequeños, después de que mi esposo falleciera en un accidente de tránsito. La universidad ya me había contratado, así que al terminar el doctorado, regresé a México
, contó.
A pesar de su preparación, tuvo que enfrentar desafíos derivados de la discriminación de género y la jerarquía disciplinaria dentro de la ciencia. Cuando ingresé al instituto, casi todos eran hombres y las áreas predominantes eran de física teórica. Además, los químicos éramos considerados de segunda categoría. Pero con el tiempo, las cosas han cambiado y las mujeres hemos ido ganando reconocimiento
, mencionó.
Actualmente, su trabajo es un testimonio del impacto de la química de radiaciones en la salud y la tecnología, así como una inspiración para las nuevas generaciones de científicos. Siempre quise llegar al último nivel, obtener un Premio Nacional de Química, ser Investigadora Emérita, y lo logré. Pero, sobre todo, me apasiona seguir investigando y aportando a la ciencia
, señaló.
A los jóvenes les dice que tengan curiosidad científica, interés de saber qué pasa, la inquietud de conocer más. Ser investigadora requiere mucho esfuerzo, es un camino difícil, pero si alguien tiene pasión por el área que sea, puede lograrlo
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