Miércoles 23 de abril de 2025, p. 23
Nueva York., Más de 50 mil personas han sido desplazadas en dos semanas en el centro de Haití debido al avance de la violencia de las pandillas hacia las afueras de Puerto Príncipe, informó ayer el organismo de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA, por sus siglas en inglés).
Los ataques afectaron los servicios públicos y la educación
, agregó la agencia de la ONU para las migraciones.
Todas las escuelas de Mirebalais y Saut-d’Eau están cerradas y más de 30 en las comunidades vecinas se utilizan para acoger a familias desplazadas, subrayó el organismo, tras señalar un acceso limitado de ayuda humanitaria por la presencia de grupos armados.
Haití, el país más pobre de América, sufre desde hace mucho la violencia de bandas criminales en un contexto de suma inestabilidad política.
El 31 de marzo, las pandillas atacaron localidades del Centro, sobre todo Saut-d’Eau y Mirebalais, donde la ofensiva se dirigió contra la comisaría y la prisión, tras liberar a 529 detenidos.
En total, desde ese ataque hasta el 16 de abril, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) registra el desplazamiento de 51 mil 466 personas, la mayoría refugiados ahora con familiares,
Los nuevos desplazamientos por la violencia se añaden al millón de personas forzadas a huir. En un año, la cifra de los que han abandonado su hogar se ha triplicado.
Por su parte, la representante especial de Naciones Unidas en la isla caribeña, María Isabel Salvador, advirtió que la situación se deteriora muy rápido y pronto puede llegar a un punto sin retorno.
Durante una sesión del Consejo de Seguridad sobre la crisis en el país, la representante puntualizó que desde enero los grupos criminales intensificaron su ofensiva y extendieron su control territorial en desafió a las autoridades.
Precisó que los ataques cada vez cuentan con mayor coordinación y han afectado regiones que antes eran seguras, como Delmas, Pétion-Ville y el centro de Puerto Príncipe, y refirió que uno de los incidentes más alarmantes fue la toma de la ciudad de Mirebalais, donde más de 500 reclusos escaparon en el quinto motín carcelario en menos de un año.