La lucha libre es la realidad más ficticia y la ficción más real: director del filme

Lunes 11 de agosto de 2025, p. 6
“La lucha libre es la realidad más ficticia y la ficción más real”, manifestó a La Jornada el cineasta José Medina, quien se puso, con un gran equipo de filmación y su empresa Arewa Producciones, la máscara para realizar Érase una vez en un ring, docuficción que exhibe opiniones de algunos gladiadores mexicanos, imágenes poco vistas de sus lesiones y una narrativa ficticia que se adentra en los sentimientos de uno de estos superhéroes de carne, hueso y, sobre todo, de vísceras.
José Medina, director que ha rodado cortometrajes, publicidad y ahora presenta su segundo largometraje (el primero fue Día de Muertos), es un apasionado del pancracio.
Egresó de la carrera de cine de la Universidad de la Comunicación y hace unos 15 años trabajó para la empresa de luchas AAA haciendo audiovisuales. Ahí surgió su amor por la vida de los encordados, sus protagonistas, antagonistas y su audiencia, uno de los principales motores para concretar este proyecto.
“Puedes saber que existe la lucha libre y pensar que es falsa, pero cuando entras a una arena te vuelves parte de ésta. Entonces esa ficción se hace realidad, esa es la razón por la que decidimos hacer este híbrido”, comentó.
–¿Por qué se siguen haciendo productos culturales sobre la lucha? se le pregunta.
–Es otro mundo; uno que es demasiado emocional y catártico. Vivimos en un rush y un estrés tan grandes, que la gente necesita ese tipo de espectáculos para poderse desfogar.
José destaca que en su cinta sobresale algo que los productores llamaron luchaterapia. “Hay gente que en vez de ir al sicólogo se lanza a las luchas cada semana o cada 15 días. Siempre buscan nuevos carteles. Es una celebración titánica. Un lugar en el que se enfrentan el bien y el mal y así la gente genera empatía con los luchadores”.
El director aseveró que su indagatoria para esta realización comenzó en la temporada en la que estuvo en la AAA, donde “logré entender ese mundo. Tuve la oportunidad de ir a varios actos y comprendí el comportamiento de la gente. Supe que la lucha, incluso, ha salvado la vida a muchas personas”.
Primera vez en una arena
Compartió con este diario la historia de un señor que tuvo un problema de depresión fuerte, pero que cuando le dieron un trabajo en la arena Tlalnepantla vendiendo chelas, comenzó a amar la vida. “Las luchas le habían sido fundamentales para no morir. Al final, el señor se convirtió en un emblema y se fue siendo recordado por todos los asistentes de ese lugar. Ese es uno de los ecos de los espectadores que me llamaron la atención”, aseveró.
La primera vez que el realizador entró a una arena, rememora, “fue impactante. Las había visto por la televisión y me gustaban, pero cuando estuve por primera vez (que fue con una cámara) lo viví de cerca. Cuando ves una máscara en vivo te sorprende; sientes a los luchadores con una grandeza titánica. Es tan mágico que es difícil de nombrar”.
Recuerda que cuando comenzaban a recaudar fondos para la producción, hicieron algunas funciones. A él, los luchadores le dieron la bendición con un pierrotazo (en alusión a un golpe del luchador Pierrot) que “me dejó una marca en el pecho durante una semana”.
El superhéroe más cercano
En la cinta se abordan aspectos como los daños que los peleadores pueden sufrir físicamente. “Reconoces que corren riesgos. Terminan con piernas rotas. Fui con uno que tenía una colección de radiografías, de él y de sus amigos. Es fuerte y por eso vale la pena hablarlo, humanizar a los luchadores, porque son los superhéroes cercanos.
“Tú puedes ver a Superman peleando con quien quieras y no te genera esa catarsis porque, además de que tiene supuestamente poderes, no existe, aunque luche el bien contra el mal; te puede emocionar pero hasta ahí. Por otro lado, en la lucha libre te pones en el lugar del técnico y entonces, cuando éstos vencen a los rudos es como si vencieran al mal; sí puedes tener una catarsis… por eso hay mentadas de madre y esas cosas”. Agrega: “Pese a que en la lucha hay golpes, es el deporte menos violento que hay”.
Comenta que Blue Demon Jr le compartió que ellos entrenan para resistir. “Luchan dos o tres veces a la semana. Cuando trabajé en Triple AAA, dos semanas después falleció el hijo de El Perro Aguayo en un accidente en el ring; acababa de grabar con él”.
–¿Qué atmósferas se viven en las arenas?
–Cuando vas a la arena México (que es como un estadio gigante) es emocionante por lo grande; pero es más voyerista: ves y disfrutas mucho viendo. Sin embargo, cuando vas a las arenas pequeñas te caen los luchadores al lado de tu asiento. Hay una interacción con el espectador mucho más grande.
“Me tocó ver una lucha entre los grupos llamados La Pandemia contra La Puerquiza Extrema. Se bajaban del ring, iban luchando por todos los pasillos y la gente se emocionaba; eran partícipes porque era un lugar más reducido. Te vuelves parte, es más interactivo.”
Explica que “el cine de luchadores que vimos en las películas es fantástico, por eso opté por hacer una historia que tuviera esa sensación haciendo pequeños guiños. Si bien en este caso la cinta pudiera parecer una tragedia, concluye con un final pleno y bueno que rememora ese cine”.
José Medina se dice “bendecido porque todo el equipo se puso la máscara, nos tardamos mucho en hacer la película por el formato. Además de que construimos todos los sets”. Al respecto, destacó la participación de la productora y diseñadora de montaje y vestuario Aydée, “quien se aventó cosas espectaculares”.
Medina exclama pasión por su trabajo y comentó al reportero: “En la vida me motivan mi esposa, mi hijo y el cine; vivo para ellos. He estado hasta enfermo para hacer una obra que valga la pena y me clavo; estoy 24/7.”
Apoyo a nuevos talentos
El cineasta también señaló que Arewa Producciones “hace y cine y ayuda a nuevos talentos a producir en formatos cortos; hemos colaborado con unos 30 proyectos para que cuenten sus historias”.
El personaje principal en la historia de ficción inmersa en la cinta se llama Black Angel. “Todos mis personajes siempre tienen el nombre de Ángel porque mi hijo se llama así”, apuntó.
En el largometraje trabajó un equipo de técnicos y otro de rudos del cine como Cristian Solano en la fotografía y Carlos Torres en la edición.
En el elenco brillan talentos como Luis Alberti, Nora Velazco, Gabriela Montiel, Blue Demon Jr, El Fantasma y El Pantera.
Por cierto, Black Angel se decidió a salir de la pantalla e irse definitivamente a los catorrazos del cuadrilátero: “ya está en las arenas, debutó en el Gimnasio Arena Azteca”.