Alexander Calder, muestras a medio siglo de su partida
lexander Calder (1898-1976) es reconocido no solamente por sus esculturas, sino también por sus pinturas, grabados, miniaturas, escenografías, joyas, tapices, alfombras y carteles políticos, por inventar el móvil y ser precursor de la escultura cinética. Para recordar medio siglo de su fallecimiento, varios museos presentarán exposiciones de su obra.
El primero en hacerlo a partir del próximo octubre es el Whitney de Nueva York, con una de las obras más preciadas e históricas de su colección: el magnífico Circo que hizo Calder. Consta de más de 100 esculturas y objetos de alambre por medio de los cuales resalta los temas de movimiento, equilibrio, suspenso y lo efímero que posteriormente definirían sus característicos móviles.
Calder comenzó en 1926 a construir su espectáculo circense en miniatura. Vivía entonces en París. Lo terminó en 1931. Utilizó materiales de uso común, como alambre, tela, corcho, madera, cuerda y los objetos encontrados en la basura. Y con ellos creó un elenco de acróbatas, payasos, animales y otros artistas circenses, incluyendo payasos, un tragasables y un maestro de ceremonias.
Las figuras cobraron vida gracias a las funciones que Calder organizó para artistas y amigos, como Marcel Duchamp, Joan Miró, Piet Mondrian e Isamu Noguchi. Las acompañaba con música, iluminación y la narración del escultor. Llegaron a durar hasta dos horas, constituyendo una forma novedosa de performance. Calder guardó el Circo en cinco maletas y lo continuó presentando en diversos museos del mundo con gran éxito.
En esta ocasión al Circo lo acompañarán más de 20 obras relacionadas, entre dibujos, material de archivo y películas. Es importante señalar que el Whitney mantiene una relación especial con Calder y su legado. El Circo ingresó en su acervo en 1983 tras una importante campaña de adquisición pública. Además, es el mayor coleccionista de la obra de quien originó un perdurable impacto en el arte del siglo XX. Cuando falleció en 1976 presentó la muestra más completa de su trabajo.
Y como complemento, en un mes se inauguran en Filadelfia, Pensilvania, los Jardines Calder, un lugar privilegiado y único para disfrutar el arte, la naturaleza y la arquitectura.