Espectáculo muestra expresiones de danza en el país que aluden a la celebración del Día de Muertos
       Jueves 30 de octubre de 2025, p. 4
“La isleta del Lago de Chapultepec es muy mágica. El otro día estaba en un ensayo, medio distraída, y de repente unas libélulas azules empezaron a volar por todos lados”, expresa Viviana Basanta, directora artística de Ballet Folklórico de México (BFM), compañía cuyo espectáculo En México la muerte está más viva que nunca se estrena hoy en ese lugar. Las funciones coinciden con otras actividades que conmemoran los 25 años del fallecimiento de la bailarina y coreógrafa Amalia Hernández (1917-2000), fundadora de la agrupación.
Esta propuesta artística comprende una diversidad de cuadros, inspirados en distintas regiones, leyendas y cosmovisiones de México. Para la obra con una hora y 40 minutos de duración “recuperamos la coreografía del ballet de los dioses de mi mamá que alude a lo prehispánico. Son las deidades que crearon al mundo como Chalchiuhtlicue, diosa del agua; Mictlantecuhtli, el dios del inframundo y de los muertos; Quetzalcóatl, dios de la vida y la luz, y Huitzilopochtli, dios de la guerra”, señala Basanta, hija de Hernández.
“De allí nos vamos a la zona de la Huasteca, donde el Día de Muertos es conocido como la fiesta de Xantolo, después a Michoacán. Hicimos una síntesis de un trabajo que hizo mi mamá de los purépechas que es como la rueda de la vida que viene desde un arrullo (canción de cuna). Los niños bailan la danza del pescado, los paloteros se refiere a la adolescencia, la madurez con los moros y la danza de los viejitos. Se canta un alabado al Día de Muertos y hay una especie de corrida de toros”, continúa.
Basanta, por su parte, recreó el tema de la “Bruja” para Veracruz: “retomamos una parte del Veracruz antiguo del ballet que es el zapateado, el tilingo y una conga nueva. Luego pasamos a La vida es fuego, una obra de mi mamá, a la que le agregamos más muertecitas, porque salía una sola. Ahora, pusimos siete colores. De allí nos vamos a Oaxaca con referencias a La llorona y El jarabe mixteco, entre otros. Cerramos con un cuadro alegre para contrastar la vida y la muerte, un popurrí homenaje y Fiesta en Jalisco”.
La puesta en escena comprende más de 40 bailarines, un coro de 20 y tantos integrantes, un mariachi, una marimba, un grupo de músicos huastecos y otro de jarochos, ya que la música es en vivo.
“A través de las imágenes y recreaciones pretendemos introducir al público en otro sentir”, apunta Basanta. “A mí me importa entrar en algo no sólo emotivo o energético, sino también en un proceso interno, de ritual, de ofrenda”. En ese sentido, “la imagen de la isleta es padrísima porque lo que sucede arriba se refleja en el agua. Parecen dos escenarios distintos”.
Por otra parte, la Universidad del Claustro de Sor Juana (UCSJ) ha dedicado su Altar de Muertos 2025 a Hernández y el BFM. Para ello convirtieron el auditorio Divino Narciso en un salón de ensayo del baile Las amarillas, proveniente de la región de Tierra Caliente guerrerense. Sentada en la parte central, a la mitad de las butacas, doña Amalia levanta su brazo izquierdo y señala el escenario con su dedo índice. Su figura, realizada en cartonería, porta una prenda facilitada por la familia, con la que siempre salía a saludar al público después de la función.
El cuadro se completa con figuras de la costurera, el iluminador/escenógrafo, un trío de músicos y un par de bailarinas en primera fila. El altar fue construido por estudiantes de la UCSJ bajo la guía del artista cartonero Irving Mondragón, el escenógrafo Pablo Marín y el investigador Armando Valdivieso, este último en lo referente al vestuario.
El 4 de noviembre, aniversario luctuoso de Amalia Hernández, el Museo de la Indumentaria Mexicana, ubicado en la UCSJ, inaugurará una muestra de 14 prendas alusivas a las danzas y bailes folclóricos del país. De ellas, ocho fueron prestadas por la familia, incluidas dos prendas personales: un par de huipiles.
En México la muerte está más viva que nunca se presentará desde hoy y hasta el domingo, así como los días 6 y 8 de noviembre a las 19:30 horas en la isleta del Lago de Chapultepec.
El Altar de Muertos 2025 dedicado a Amalia Hernández está abierto al público hasta el 7 de noviembre, lunes a viernes de 10 a 18 horas y sábados de 10 a 15 horas. Sábado y domingo el horario se extiende hasta las 20 horas. La entrada es gratuita en Izazaga 92, Centro Histórico.
      
	
       
     










     
	         
	       