El danzón es nuestro
i buen amigo Helio Orovio, autor del Diccionario de la Música Cubana, me dijo un día que al danzón le pasó lo que dice el verso aquel de Miguel Matamoros: “Un jardinero de amor, siembra una flor y se va, otro viene y la cultiva ¿de cuál de los dos será”. Porque, como todos sabemos, el danzón es originario de Cuba, pero sentó sus reales en México, país donde, desde que tomó carta de naturalización, se cultiva, practica y disfruta más que en su tierra natal.
La iniciativa del gobierno de la Ciudad de México de declarar al género cubano Patrimonio Inmaterial ha sido recibida con mucho entusiasmo por sus cultores, aunque para otros, como la historiadora musical cubana Rosa Marquetti, no tiene razón de ser.
La acuciosa investigadora señala: “Es como si el tataranieto de Scott Joplin viera bien regalarle a Suecia el patrimonio del ragtime; o como si el nieto de José Alfredo Jiménez aplaudiera regalarle el patrimonio de las rancheras o los mariachis a India. O la bisnieta de Carlos Gardel validara que el origen del tango está en Rusia. Patrimonio viene del latin pater, es decir, origen. Si la palabra fuera ‘salvaguardia’ o ‘custodia’ por mantener el danzón como práctica socio-musical (que no creativa), en México, entonces ahí estaría yo, aplaudiendo como la primera. Pero ‘¿Patrimonio?’ Nooo, así no”.
A lo que su paisano, Alden González Dias, residente en la ciudad capital, le respondió: “Mientras en Cuba el danzón es denostado y ninguneado, en México es amado. Los principales exponentes del danzón en México son mis paisanos santiagueros Consejo Valiente Robert Acerina y Mariano Mercerón, los cuales en México son venerados y aquí en Santiago, nadie, absolutamente nadie los conoce. El último reducto serio de defensa del danzón que tuvo incidencia popular real en Cuba fue la Asociación Nacional de Orquestas Charangas, al generar interacción real entre las orquestas charangueras y los clubes de danzoneros, que muchos había en la Cuba profunda hasta los primeros 2000. Al desaparecer la ANOCH a instancias de esa institución que en vez de defender la música cubana de raíz la daña, desaparecieron las últimas iniciativas reales de preservación del danzón en la Cuba profunda. Sin embargo, mi experiencia en México es de piel de gallina al ver adolescentes bailando danzón porque sí. Yo estoy a viva voz en el grupo de los que defiende esa declaración”.
Y tiene razón el maestro Alden. El danzón se baila en todo el país, pero es en la capital donde alcanza su esplendor en barrios y plazas públicas, teniendo hoy en día la Plaza de la Ciudadela y al emblemático Salón Los Ángeles como epicentros, donde cada sábado, el primero, y martes, el segundo, se baila y disfruta el centenario ritmo con orquestas en vivo.
Desde su llegada a nuestro país, el danzón forma parte de las prácticas culturales de amplios sectores de la población. En su propósito de goce y divertimiento se conjugan un sinnúmero de cualidades, como el accionar musical de múltiples agrupaciones; convivencias de familias enteras, coreografías y vestimentas que sellan y vindican esa identidad que se extiende (y entiende) por más de cuatro generaciones.
La historia del danzón en México, narrada aquí a vuela pluma, inicia en Matanzas, Cuba, cuando el músico y compositor Miguel Faílde (1852-1921) estrena en el Liceo Artístico y Literario, el 1º de enero de 1879, el primer danzón llamado Las alturas de Simpson. Un movimiento musical de ritmo sincopado devenido de la contradanza muy acorde para el baile que se hizo popular en gran parte de la isla una vez que este género fue admitido en las sociedades de la aristocracia, la burguesía y la llamada clase media.
De cómo y cuándo llegó este elegante ritmo danzario a México hay muchas versiones, pero la que tiene más certeza es la relacionada a las giras artísticas de la Compañía de Bufos Cubanos en el último cuarto del siglo XIX, que a sus obras costumbristas de teatro y guarachas incluía por lo menos uno o dos danzones.
El danzón llegó primero a Yucatán a través de Puerto Progreso, lugar donde había el mayor intercambio comercial marítimo entre Cuba y México. Su apogeo se sitúa en los años 20 y 30. Luego se introdujo en Veracruz por la cuenca del Papaloapan que incluye regiones de Oaxaca y Tabasco. Bajando por el río de las mariposas llegó al puerto de Veracruz, donde fue aceptado por las diversas capas sociales.
A finales del siglo XIX el danzón emprendió su asalto a la capital del país. El primer salón verdaderamente danzonero data de 1905, localizado en el barrio de Indios Verdes, con el nombre de La Quinta Corona. Meses más tarde surgió en el mercado de las Flores el Salón Mignón, al que acudía “la plebe”, personas humildes, de clase baja, pues a los de la clase media les repugnaba ir a bailar allí.
En 1908 se inauguró la Academia Metropolitana del Danzón, donde se realizaron los primeros concursos de baile de danzón que con el tiempo constituyeron el mejor y más popular evento de baile en la ciudad.
Ese año se abrió en Indios Verdes el salón La Quinta de los Sabinos y al siguiente año el Lecumberri, el Cervantes, el Bucareli Hall y el Olimpia. En 1910 el Alhambra, más tarde el Tivolito, luego el Azteca y así hasta alcanzar una buena cantidad de salones que muchos bailadores tenían a bien acudir.
En 1920 fue inaugurado el más importante de todos, el Salón México, formado por varios salones en el mismo edificio nombrados Renacimiento, De los Espejos, Tianguis, el Maya y el Azteca. El México era conocido como “el marro” por los asiduos asistentes; sus bailes y sus concursos de distintos géneros, incluido el danzón, resultaban brillantes.
En los años 20, después de la Revolución Mexicana, los tiempos cambiaron, se modificaron costumbres y se abrieron más salones de baile en la capital, trayendo consigo una verdadera explosión del danzón, en especial dos locales: El Colonia y el mítico salón Los Ángeles, que a la fecha es el único que se mantiene en pie, y cuyo lema, “Quién no conoce Los Ángeles, no conoce México”, es invitación al descubrimiento y encuentro de añejas emociones tamizadas en ritmo y elegancia danzonera.












