MARLENE SANTOS A. Y CARLOS HERNANDEZ

Ť Tuzos, digno campeón a pesar de hechos fortuitos
Ť Los Tigres por fin justificaron la gran inversión
Ť Atlante, entre orgifiestas y un promotor incómodo

Nadie debe quitarle méritos al título conseguido por los Tuzos, a pesar de los sucesos fortuitos que acompañaron su camino hacia el campeonato del torneo de Invierno 2001.

Ni las quejas del Atlante por supuestos arbitrajes tendenciosos en su contra; ni del Toluca por la marcación de un dudoso penal y la rigorista expulsión del brasileño Zinha, y finalmente la tan protestada expulsión de Irenio Soares, quien por no pudo estar en el partido definitivo en un Volcán que seguirá apagado otro año más.

Bajo el mando de Alfredo Tena, Pachuca comenzó a sorprender en los albores del torneo con récords en la historia del equipo hidalguense: cuatro partidos ganados en forma consecutiva. Después cayó en un bache en el que se llegó a pedir la destitución del Capitán Furia, pero en la última parte del torneo y sobre todo en la liguilla la escuadra maduró hasta ganar su segundo título como lo hizo la primera vez: como visitante y con gol de un argentino.

A Cruz Azul lo vencieron en su cancha y con gol de oro ?"con la manguera", definió el propio Alejandro Glaría?, y a los Tigres en el imponente Volcán en una jugada inspirada de Walter Silvani y ante la velocidad de tortuga del arquero Oscar Dautt.

La fiesta tuza tomó proporciones récord con la visita del Rey Pelé, la novedosa idea de crear una Universidad del Futbol y homenajes a símbolos del equipo como Javier Aguirre, Marcelino Bernal, Benjamín Galindo y el propio Glaria, además de la naturalización de Gabriel Caballero.

Los Tigres por fin pudieron dar algo de alegría a su afición y justificaron por primera vez el enorme gasto que la directiva realiza cada temporada en compra de figuras cotizadas del balompié local. Pero para el recuerdo quedará la imagen que transmitió la televisión: un aficionado llorando, con los ojos cerrados y gritando a todo pulmón "¡Tigres,Tigres!", algo digno de mejores causas.

Sin duda la consolidación de los equipos neoloneses ayudará a equilibrar la geografía futbolera y ya no será únicamente el Santos Laguna el solitario aspirante de la región norteña, aunque después de su fácil eliminación en el torneo recién concluido la directiva enfrenta la difícil decisión de dar continuidad o un cambio radical al trabajo del Sherif Quirarte.

La última semana futbolera dejó aspectos dignos de destacar.

En tema que parece de lavadero, pero no por ello necesariamente inventado, el colombiano Faustino Asprilla acusó a sus ex compañeros azulgranas, al presidente del club, José Antonio García, y al técnico, Carlos Reinoso, de realizar orgifiestas, en las que inclusive él llegó a participar.

Asprilla, siempre enmedio de la polémica, afirmó también la influencia del promotor Pedro Massacessi en las contrataciones del equipo.

El Veracruz, con una plaza netamente futbolera, dio un paso a la primera división al ganar con global de 4-2 al Real San Luis, filial del América en el circuito de ascenso. En el club de Coapa se presume que este año todos sus equipos están disputando las finales de sus respectivas categorías, pero en donde más importa, el máximo circuito, siguen sumando fracasos.

Por cierto, las Aguilas desmembraron a los llamados Tres Alegres Compadres y sólo Duilio Davino seguirá vestido de amarillo, mientras Braulio Luna recobrará la humildad y los deseos de figurar en su pase al Necaxa. A Fabián Estay se le pretende transferir al Atlas, pero por el "daño moral" que dice sufrió al separarlo del equipo, el chileno pretende firmar con Cruz Azul o Toluca.

Los cementeros lograron un buen fichaje con el uruguayo Sebastián Abreu, quien marcó los goles que se fueron con Francisco Palencia y que el argentino Rodrigo Astudillo no tuvo en sus costosos botines que le costaron al club unos 2 millones de dólares.

Y difícilmente América y Morelia se acercarán al subcampeonato en Copa Libertadores logrado por Cruz Azul. No sólo porque sus planteles parecen poquita cosa para tan prestigiado torneo, sino porque los tocaron rivales complicados. Y si no pueden destacar en el torneo local, menos lo harán ante los grandes de Argentina, Brasil, Colombia y Uruguay.