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Ť Prohibirá Toledo la pirotecnia y su venta
por el incendio en un centro comercial
Asciende a casi 300 la cifra de muertos en Perú
Ť Decreta el presidente dos días de duelo nacional
y ordena una investigación del siniestro
REUTERS, DPA Y AFP
Lima, 30 de diciembre. El presidente de Perú,
Alejandro Toledo, calificó hoy de "terrible desastre" el incendio
ocurrido anoche en un centro comercial de Lima donde se vendían
fuegos artificiales, que cobró la vida de cerca de 300 personas.
En un recorrido por la zona del siniestro, en el centro
histórico de Lima, Toledo anunció que en los próximos
días se promulgará un dispositivo para prohibir la importación
y fabricación de material pirotécnico, así como sancionar
a quienes no la cumplan.
El presidente, que debió interrumpir sus vacaciones
tras lo acontecido, indicó además que el gobierno asumirá
los costos de los sepelios y de las medicinas para los lesionados, a través
de la estatal beneficencia pública.
"Hay un equipo de brigadas trabajando en un dispositivo
para que la importación y la fabricación de todo material
pirotécnico sea prohibida en el país", dijo el mandatario
ante los comerciantes que esperaban la autorización para ingresar
a sus tiendas, en un intento por rescatar algunas pertenencias.
El jefe de la Defensa Civil, Juan Luis Podestá,
confirmó que han sido recuperados 240 cadáveres, pero más
tarde el jefe de bomberos, Tulio Nicolini, amplió la cifra a 276
muertos, aunque algunos medios de comunicación ya la ubicaron en
291.
Tanto Podestá como Nicolini consideraron que el
número de víctimas mortales se incrementará con los
cuerpos que puedan encontrarse en los sótanos, donde aún
no se ha podido llegar pues se encuentran afectados por la humedad y el
calor que han dañado la estructura del edificio.
Los cuerpos rescatados fueron trasladados a la morgue
de Lima para proceder a su identificación este lunes, si bien la
tarea será imposible en muchos casos, toda vez que están
completamente calcinados. También hay 20 personas desaparecidas
y alrededor de 180 heridos.
Esta mañana docenas de personas recorrían
los hospitales en busca de parientes desaparecidos, mientras otras pugnaban
por identificarlos entre los cientos de cuerpos calcinados.
El incendio, que ha enlutado a los peruanos, se originó
a las 19:30 horas local, en una tienda ubicada en una densa zona comercial
del centro histórico de esta capital, donde se concentra gran cantidad
de vendedores ambulantes de productos pirotécnicos.
De acuerdo con testigos, el siniestro se inició
en una de las tiendas donde se vendían ilegalmente juegos pirotécnicos
cuando los vendedores probaban algunos artefactos. El fuego se extendió
rápidamente en momentos en que la afluencia de público era
enorme.
"De un momento a otro los cohetes salieron reventando
y la gente empezó a correr. Yo fui a comprar juguetes y ya no podía
salir porque la gente me empujaba y vi llamas", narró José
Fernández mientras era atendido de quemaduras en los brazos.
Jaime Cuya, voluntario de Defensa Civil, afirmó
que la cantidad de muertos se debió a los productos inflamables
que se vendían en las tiendas, pocas de las cuales tenían
salida de ventilación y emergencia.
Podestá, a su vez, precisó que la explosión
de productos pirotécnicos provocó una reacción en
cadena y generó un círculo de fuego que atrapó a gran
cantidad personas.
Los socorristas recuperaron cuerpos de pasajeros y choferes
de taxi que pasaban por la zona en el momento del incendio y quedaron atrapados
en sus vehículos.
"Es la tragedia más dramática que me ha
tocado vivir como persona y como presidente, pero nunca más volverá
a ocurrir", dijo Toledo, quien anunció una investigación
clara de cómo se inició este desastre. Anoche, el mandatario
decretó dos días de duelo a partir de este domingo.
El comandante general de los bomberos informó que
400 bomberos trabajaron durante varias horas para controlar el incendio,
"el peor del que he tenido conocimiento en mis 46 años de servicio",
dijo.
La zona de desastre, conocida como Mesa Redonda ?un conglomerado
de galerías y tiendas comerciales? fue considerada ya hace algunas
semanas como peligrosa por la fiscal de prevención, Cecilia Vázquez,
quien advirtió que el sector era un polvorín por la gran
cantidad de material pirotécnico que los comerciantes escondían
en almacenes clandestinos, sótanos y azoteas.
Gabriela Adriezen, directora de fiscalización de
la municipalidad de Lima, dijo a la prensa que ante el pedido de la fiscal
de que se declara la zona en emergencia, se realizaron decomisos, pero
sólo en las calles de Mesa Redonda y no en los locales de las galerías,
por no contar con el apoyo de la policía.
Ya en 1991, a 200 metros del lugar del siniestro, ocurrió
un incendio por la explosión de un cohete que dejó 12 muertos
y más de un centenar de lesionados.
El centro histórico de Lima está considerado
patrimonio de la humanidad por la Organización de Naciones Unidas
para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), y cuenta en
sus calles añejas casas e iglesias de la época de la colonia
de Perú, cuando dominaba la corona española.
Luego del siniestro, el Ministerio del Interior decomisó
tonelada y media de productos pirotécnicos, a escasas cuadras del
centro comercial, y el titular de la cartera, Fernando Rospigliosi, pidió
a los dueños de las tiendas que quedaron intactas deshacerse de
esos productos o sufrirán el cierre de sus establecimientos.
Tras la tragedia llegaron a Perú mensajes de condolencia.
El papa Juan Pablo II expresó su pesar por las muertes. También
llegaron mensajes del primer ministro de Gran Bretaña, Tony Blair;
del presidente federal de Alemania, Johannes Rau, y del gobierno de la
ciudad de México.
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