LAS PORTADAS DE 2001

El primer año del milenio fue un periodo de intensas movilizaciones nacionales e internacionales. La Jornada registró puntualmente cada uno de estos sucesos. Al inicio del año, la marcha de los comandantes del EZLN por todo el país reveló la fuerza y la legitimidad de las demandas indígenas. Su paso por las ciudades más importantes y su llegada a un Zócalo capitalino desbordante y emocionado, representó el mayor triunfo histórico de esta movilización por la paz y la dignidad. Los contingentes sindicales y sociales también salieron a las calles para protestar contra el IVA a alimentos y medicinas, medida que desde mayo de 2001 se discute entre las fuerzas políticas. La historia de este nuevo siglo se inicia dramáticamente con el atentado a las Torres Gemelas de Nueva York, el martes 11 de septiembre. Las preguntas fundamentales en torno a este ataque que conmocionó al mundo siguen pendientes. Sus consecuencias serán globales y su desenlace es una incógnita. Justamente la globalización desigual fue el origen de las protestas y de las marchas que se registraron en Génova. A seis meses de distancia, los dramáticos acontecimientos en Argentina parecen dar la razón a las tesis de los contingentes que criticaron la pretensión del G-8 por imponer un solo modelo económico y un solo rumbo que agrava la pobreza y el desempleo globales

La Jornada abrió el 2001 con una entrevista exclusiva con el subcomandante Marcos, que marcó la pauta para la discusión posterior sobre la marcha del EZLN y las demandas indígenas. El drama salvadoreño se agudizó con un sismo que dejó miles de víctimas. En agosto murió uno de los grandes hombres de letras del continente: Jorge Amado. En diciembre, al calor de la discusión sobre la creación de una comisión de la verdad, La Jornada publicó fotos exclusivas sobre la represión en 1968, la herida histórica que no acaba de cerrar

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El resurgimiento del espíritu bélico y del patriotismo en Estados Unidos fue uno de los correlativos más importantes de los acontecimientos del 11 de septiembre. La crisis del campo mexicano se mostró con toda su crudeza durante este 2001. Dos mujeres marcaron la historia en este año: la comandanta Esther, que electrizó a la nación con su discurso en la tribuna de San Lázaro, y Digna Ochoa, la defensora de derechos humanos ultimada por las fuerzas que insisten en retornar al pasado