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¤ El recorte presupuestal la obliga a detener
su programa de renovación de flota
La Armada, a la espera de equipo usado de EU
¤ Para mejores tiempos, la adquisición de dos buques
con valor de 360 millones de dólares
JESUS ARANDA
Ante la falta de recursos suficientes debido al recorte
presupuestal, la adquisición de equipo de la Armada dependerá
de la transferencia de material estadunidense usado: tres fragatas clase
Knox y 12 helicópteros tipo Kahma, estos últimos destinados
fundamentalmente a combatir el narcotráfico.
Esta política de adquisiciones contrasta con la
aplicada en la administración anterior del almirante José
Ramón Lorenzo Franco, quien consideraba que era inadmisible recibir
equipo aéreo sobre el que Estados Unidos mantiene cierto control,
además de que los marinos desconocen el estado físico en
que dichas naves se encuentran hasta en tanto no se reciban en México.
Al mismo tiempo, la Armada enfrenta el problema de que
más de 77 por ciento de su flota sobrepasa los 30 años de
vida útil, y la dependencia sólo cuenta con recursos suficientes
para terminar la construcción de los dos buques previstos para este
año, señalaron fuentes de la Secretaría de Marina,
las cuales reconocieron que hay serias dudas sobre la continuación
del proyecto de renovación de naves.
También se verá afectado el programa de
adaptación de los aviones españoles para patrullaje marítimo.
Inicialmente la Armada proyectaba adaptar las ocho aeronaves con que cuenta
la dependencia, pero hasta la fecha sólo dos tienen garantizados
los cambios necesarios.
En noviembre pasado, el secretario de Marina, almirante
Marco Antonio Peyrot, le entregó al presidente Vicente Fox un diagnóstico
del estado en que se encuentra la flota naval, la cual en un porcentaje
de 77 por ciento supera los 30 años de servicio, lo que ocasiona
"un alto costo de operación y mantenimiento, así como un
bajo porcentaje de operatividad".
En razón de lo anterior, Peyrot solicitó
al Ejecutivo federal un presupuesto de 8 mil 873 millones de pesos, pero
el Presidente únicamente solicitó al Congreso 8 mil 518 millones
de pesos, cantidad que fue finalmente aprobada.
Con los recursos destinados se detendrá la adquisición
inmediata de dos buques en el exterior que tenían un costo aproximado
de 360 millones de dólares.
En lugar de ello, la Secretaría de Marina intensificará
sus gestiones con Estados Unidos para la transferencia de tres fragatas
clase Knox ?dos de las cuales ya fueron aprobadas? y se está a la
espera de concretar la tercera nave, así como 12 helicópteros
Khama.
De acuerdo con fuentes navales consultadas, la transferencia
de los helicópteros implica un cambio radical con la política
del sexenio pasado, cuando el almirante Lorenzo Franco se opuso tajantemente
a recibir aeronaves estadunidenses de medio uso.
La razón es que la ley estadunidense en materia
de equipo militar establece que cuando un equipo es transferido en condiciones
económicas sumamente ventajosas para el país receptor, el
gobierno de ese país es el que "etiqueta" el uso que tendrán
las aeronaves -por ejemplo en la lucha contra el narcotráfico? y
faculta a los estadunidenses a revisar las bitácoras de vuelo de
las naves para verificar su utilización.
El sexenio pasado el Ejército Mexicano recibió
60 helicópteros tipo Bell, los cuales finalmente fueron devueltos
por inservibles. Esto se debió a que cuando Estados Unidos transfiere
equipo usado todo se lleva a cabo "en el papel", y el conocimiento físico
de la nave por parte del país receptor se da sólo cuando
llegan las aeronaves y se realizan los estudios correspondientes.
Más allá del recelo que había en
la Armada por la adquisición de material usado, "en esta ocasión
correremos el riesgo con estos helicópteros", aceptaron lo oficiales.
Actualmente la Armada construye en sus astilleros los
buques Guanajuato y Veracruz, que se espera entren en funciones
en cinco meses, pero estos barcos ya contaban con recursos establecidos
desde el sexenio anterior.
Y los dos buques que comenzaron apenas su proceso de construcción
en diciembre pasado ya tienen garantizados los recursos.
Sin embargo, el recorte presupuestal impide a la Secretaría
de Marina asegurar que su proyecto de renovación de la flota continuará.
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