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¤ Explica Remes Lenicov las nuevas medidas económicas;
sigue en pie el corralito bancario
Desaparece la igualdad peso-dólar en Argentina;
devaluación de 28.57%
¤ Deudas de menos de 100 mil dólares se pesifican
¤ Nuevo impuesto a exportación petrolera ¤ Suspenden 90 días
los despidos sin causa justificada, o será doble el pago de indemnización
STELLA CALLONI CORRESPONSAL
Buenos Aires, 6 de enero. El modelo económico
de la convertibilidad que imperó 11 años en Argentina llegó
hoy a su fin con la devaluación del peso en 28.57 por ciento, por
lo cual ahora la cotización será de 1.40 pesos por dólar,
dejando atrás la paridad cambiaria entre las dos monedas instaurada
por Carlos Menem.
Esta noche el ministro de Economía, Jorge Remes
Lenicov, formalizó la salida de la convertibilidad, ratificando
las medidas votadas por el Congreso. Tranquilo, sin los exabruptos de Domingo
Cavallo, ministro de Economía de la era Menem y del renunciante
Fernando de la Rúa, Remes Lenicov explicó que habrá
dos tipos de cambio: uno oficial y comercial de 1.40 pesos por divisa estadunidense,
y otro en el mercado libre (en la calle), cuya cotización "será
parecida".
Según
estimó, la falta de moneda circulante y las restricciones financieras
impedirán que el dólar se eleve más, ya que muchos
habían pronosticado que la devaluación sería al menos
de 50 por ciento.
"Estamos en colapso, salimos de la convertibilidad, devaluamos
y ahora debemos ser prudentes", reconoció al presentar el nuevo
esquema económico, el cual no resuelve la imposibilidad de "hacer
milagros".
Sigue en pie el corralito o congelamiento bancario,
que ha encerrado el dinero de pequeños y medianos ahorradores, aplicado
a principios de diciembre por De la Rúa, y que desató la
revuelta social que culminó en la renuncia de éste el 20
de diciembre.
Ahora habrá que ver la respuesta de las empresas
internacionales que según el propio gobierno de Eduardo Duhalde
habían presionado ante la nueva Ley de Emergencia Económica.
Como la española Repsol-YPF (yacimientos petrolíferos y gas),
que ya había dispuesto un aumento a los combustibles de 8 por ciento
desde ayer.
En este sentido, el ministro no descartó acudir
a los poderes, paso previsto en la ley para actuar en este campo ?facultad
al Ejecutivo a poner precios máximos a mercados monopólicos
u oligopólicos?, pero por ahora dijo que se mantendrá la
apertura de la economía y que "los precios van a ser libres", justamente
en momentos en que los comerciantes y las grandes empresas trasladan los
efectos de la devaluación a sus precios. Agregó además
que habrá "acuerdos y solidaridad" de naciones europeas, Canadá,
Estados Unidos y los inversionistas en el país. Ya se está
trabajando ?explicó? activamente en negociaciones con laboratorios,
empresas y comerciantes locales para frenar impactos negativos y enfrentar
el más difícil momento económico que vive el país,
sin que el efecto caiga otra vez sobre las mayorías.
Remes Lenicov explicó que se prefirió fijar
una cifra fija para la paridad actual porque "era imposible en esta condiciones
una fluctuación, pero que se irá dando paso por paso, en
estos cambios".
No aumentan servicios públicos
Para muchos fue bueno escuchar que no habrá aumentos
en los servicios públicos, que integran buena parte de la canasta
familiar.
Otra medida bien recibida fue la "pesificación"
de las deudas inferiores a cien mil dólares, un tema que desvelaba
a millones de argentinos.
Sobre depósitos y cajas de ahorro se tomarán
decisiones próximamente, anunció el gobierno, según
el cual se respetará la moneda en que se realizaron estos depósitos.
Hubo también un descanso para los alquileres, que durante 180 días
se pagarán en pesos, mientras se renegocia el cambio, y además
se pasarán todos los saldos pendientes en tarjetas de dólares
a pesos.
Por lo pronto, los mercados cambiarios reabrirán
recién el miércoles, desde su cierre el 21 de diciembre,
así que hasta entonces se verá el comportamiento de las nuevas
medidas y la cotización del dólar en las calles.
El gobierno también anunció que reanudará
negociaciones con el Fondo Monetario Internacional y los demás organismos
multilaterales, luego que el fugaz gobierno de Adolfo Rodríguez
Saá declaró la esperada moratoria de pago de la deuda externa-
en febrero próximo.
La muerte de la convertibilidad, que ató el valor
de un peso a un dólar para acabar con la hiperinflación,
pero provocando a la larga más males ?mayor pobreza, falta de competitividad,
desempleo?, llegó esta tarde cuando el Senado aprobó tras
siete horas la Ley de Emergencia Económica enviada por el gobierno
de Eduardo Duhalde.
La aprobación estuvo marcada por la sorda lucha
entre bambalinas ante la presión de bancos, empresas privatizadas
y especialmente las petroleras. El ex presidente Raúl Alfonsín,
de la Unión Cívica Radical, destacó la "valentía"
del peronista Duhalde para resistir a las llamadas de las privatizadas
y otros sectores.
El proyecto aprobado anoche por Diputados y hoy por el
Senado comienza un proceso que aparece en las antípodas del que
montó el ex ministro Domingo Cavallo a partir de 1991.
"Por años nos callamos porque decían que
cualquier oposición a esas medidas que nos llevaban a la ruina molestarían
a los mercados o al sector financiero, pero ahora estamos ante la verdad
y no callaremos más", dijo un legislador en la votación.
Con el apoyo de la mayoría de los senadores del
justicialismo (peronismo), y de la UCR se votó sin modificaciones
el proyecto que ya tenía media sanción de Diputados.
De esta manera, pasan a pesos las deudas por los créditos
de hasta cien mil dólares para particulares o Pequeñas y
Medianas Empresas (Pymes), o quienes deban pagar créditos hipotecarios,
prendarios o personales. Lo que exceda ese monto seguirá en dólares.
Esto también favorecerá a quienes hayan pedido créditos
superiores a esos cien mil dólares para vivienda familiar única.
Prohíben indexación
Para financiar esa diferencia entre el valor que tenía
el dólar antes y después de la devaluación, se aplicará,
en principio por cinco años, un impuesto a las exportaciones petroleras
que llegaría a 40 por ciento de su valor. También se "pesifican"
las tarifas públicas, prohibiéndose cualquier tipo de indexación.
Los abusos de las empresas privatizadas de servicio público llevaron
a que este país fuera uno de los más caros del mundo en ese
rubro, precisamente. También hay previsiones para otro tipo de contratos,
como alquileres, servicios educativos y de salud, y otros que serán
cancelados en pesos al valor de convertibilidad, o como pago a cuenta de
una renegociación durante un plazo no mayor a 180 días.
El Ejecutivo tendrá facultad para regular transitoriamente
los precios de insumos, bienes y servicios críticos, para evitar
las distorsiones que pudieran surgir en mercados de naturaleza monopólica
u oligopólica. Además, por dos años será suspendida
la Ley de Intangibilidad de los Depósitos.
Los despidos sin causa justificada se suspenden por 90
días, de lo contrario los empleadores deberán pagar doble
indemnización. El Ejecutivo había pedido 180 días.
Pero en este caso se llega un poco tarde: estos dos últimos meses
se dieron despidos masivos y el desempleo aumentó en los últimos
días por la caída del turismo y las ventas.
Otro punto de la ley señala que los netos negativos
que resulten de la devaluación a contribuyentes con ingresos anuales
de más de 10 millones de pesos o patrimonio de más de cinco
millones, sólo serán deducibles de ganancias en cinco ejercicios,
a razón de 20 por ciento en cada uno. Hay una disposición
para aplicar el nada simpático per saltum, y así cuando
se dicten medidas cautelares en primera instancia podrá interponerse
el recurso de apelación directamente ante la Corte Suprema.
La ley delega al Ejecutivo amplias facultades para fijar
las normas del régimen financiero, cambiario, administrativo, economico
y social. Es importante la prohibición de indexar las deudas en
pesos por variación de precios (inflación) variación
de costos o actualización monetaria. Hay normas establecidas por
las que algunos acuerdos deberán ser aprobadas por el Congreso.
Durante la era Menem la población vivió
un crecimiento y florecimiento ficticios, mientras el Estado se desprendía
a precio de saldo de todas las empresas del Estado, de activos y pasivos,
en lo que hoy se ve como un remate nacional. La ficción se mantuvo
algún tiempo con los millones obtenidos en este salvaje proceso,
pero desde hace cuatro años el país vivía en recesión
y en picada.
Los días 19 y 20 de diciembre la furia popular
estalló y el mundo vio asombrado el otro país, los asaltos
en busca de alimentos y los saqueos. La llamada "revolución de las
cacerolas", otra expresión de la indignación de la saqueada
clase media fue la gota final que derramó el vaso y terminó
con la renuncia de De la Rúa, tras sólo dos años de
gestión. Desde esa renuncia se sucedieron cinco presidentes, ante
la elección de Duhalde por la Asamblea Legislativa.
La hora de los pactos
Esta elección llegó después de largas
negociaciones bajo la alfombra donde una vez más el viejo líder
radical Alfonsín desempeñó un papel componedor. Una
acción que llevaba mucho tiempo, cuando ya se veía venir
el derrumbe del también radical De la Rúa. Los pactos entre
los dos partidos tradicionales (UCR-peronismo) siempre en las sombras de
las oficinas, también son causa de la falta de credibilidad en los
políticos. Hubo pacto Alfonsín-Menem, que aseguró
a éste la relección en 1995 (Pacto de Olivos) y también
De la Rúa-Menem. El que más se comenta ahora es el pacto
Bush-de la Rúa-Menem, algo que comenzó poco antes de la asunción
del presidente renunciante en diciembre de 1999.
Uno de los hechos finales que precipitó la caída
de De la Rúa fue que recibió a Menem en la Casa Rosada (sede
de gobierno). Fue el abrazo del oso, y también lo fue su obscecada
unión con Domingo Cavallo, que hasta hoy no se atreve a aparecer
en lugares públicos. Eso llevó a un mayor acercamiento de
Alfonsín con Duhalde.
Pese a estas negociaciones y la emergencia, la ley económica
llevó largas horas, 14 en la Cámara de Diputados y más
de siete en el Senado. Los pocos que votaron en contra subrayaron, sin
embargo, que las cláusulas que dan poderes especiales son peligrosas.
Eso sí, todos destacaron el "día de furia"
ayer entre los lobbies de las privatizadas, la banca y las petroleras,
los más favorecidos en estos años, que amenazan contra una
mayor intervención del Estado.
Los argentinos, desgastados y angustiados, hoy no protestaron
y esperaron el plan económico, pero ahora viene la parte más
difícil del asunto. ¿Las cacerolas volverán a sonar?
Todos temen aquí al descontento contenido por una tregua en espera
de las medidas, especialmente porque no ha habido un estudio claro de quiénes
están en los corralitos bancarios. Y esto es una falla grave
del gobierno y los legisladores. No es lo mismo quien guarda dinero porque
le sobra, que quien guardó su indemnización y la usa como
salario mensual hasta que se acabe. También la escasez o el amuento
de precios puede llevar la gente a la calle. Duhalde ha prometido la pacificación
social, pero tiene en su contra ser electo por una Asamblea y la debilidad
que significa tomar el timón del barco hundido. Nada es fácil.
Nadie da carta blanca a nadie.
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