031a1cap CIUDAD PERDIDA Miguel Angel Velázquez ¤ Partidos sin agenda ¤ Retos y reacomodos BUENO, PUES aquí estamos de nuevo, empezando un año sembrado de visiones explosivas, incierto en muchos aspectos y negativo en aquello del desarrollo del país en el futuro inmediato. Según el horizonte, en este 2002 nacerán más pobres; más pobres morirán por carecer de algún medicamento, por no tener una casa donde se protejan de los dictados de la naturaleza o, simplemente, porque nunca tuvieron una alimentación que les hiciera resistentes a las enfermedades, que tal vez mataron a sus padres y matarán a sus hijos. LA VISION parece catastrofista, pero les juro que es tan real como las encuestas que indican que Vicente Fox sigue siendo el hombre más popular, pese a todo. Tan real como que será en este año cuando los tres partidos políticos de mayor importancia en el país, PAN, PRD y PRI, tendrán la oportunidad de cambiar los perfiles que hasta ahora muestran, para entregarse al compromiso de sellar, con el símbolo ideológico que a cada uno corresponde, el quehacer para el futuro inmediato. Y CADA cual, con su propia óptica, deberá medir el tamaño de los daños que han causado los gobiernos en las últimas dos décadas, y en el análisis medir cuáles deberán ser las estrategias políticas que impidan que la paciencia de los pobres y los empobrecidos reviente en manifestaciones incontrolables que cuestionen, en serio, el funcionamiento de las instituciones partidistas en el país. EL CAMINO se ha hecho largo y los tiempos cortos. En Acción (trans)Nacional el azul se debilita y el verde dólar pretende seguir dictando la vida del partido que alguna vez pudo ser, incluso, nacionalista. ALLI LAS posibilidades de construir un partido al estilo de la democracia cristiana española son escasas y más bien la disyuntiva está entre reconquistar el perfil perdido, es decir, un conservadurismo crítico sin mayor estructura partidista, pero consecuente con el pensamiento de un sector de la población que ya no se siente representado por el nuevo PAN o plegarse a los designios de los representantes del capital desideologizado, que tienen como único objetivo fincar una elite de poder político y económico apoyado en un aparato represivo policial en su fachada, pero intrínsecamente militar. SEA CUAL fuere el camino, los todavía azules tienen como mayor preocupación reponerse del golpe que les infligió Fox cuando se enteraron de que habían ganado las elecciones y habían perdido el poder. Hoy día aún no hay nada definido, pero Acción (trans)Nacional podría seguir debilitándose en los próximos meses y llegar a la elección intermedia sin ser el factor de poder que tanto anhela Vicente Fox. EN EL Partido de la Revolución Democrática las cosas parecen tener un horizonte más claro, aunque no menos difícil. La elección de Rosario Robles en la presidencia de esa organización política se ha consolidado con base en una serie de acuerdos internos que evitarán una elección abierta, muy costosa en lo económico y en lo político, para dar forma a una candidatura de unidad donde otras fuerzas se sumen a la decisión por la ex jefa de Gobierno del Distrito Federal. EN LAS entidades con mayor presencia perredista, como Michoacán, Guerrero y Tabasco, entre otras, la militancia ya ha decidido por Robles Berlanga. Tema aparte es el Distrito Federal. Aquí los acuerdos empezaron por lograr que Andrés Manuel López Obrador y su CID desecharan la posibilidad de enviar a Martí Batres como su representante en la contienda. LAS PRESIONES sobre el diputado, que ha estado muy cercano al trabajo de Rosario Robles, según se cuenta, fueron constantes y fuertes, pero a final de cuentas los argumentos políticos, entre ellos las encuestas, hicieron que López Obrador se decidiera por su antecesora en la jefatura de Gobierno capitalina. SOLO ASI, bajo la premisa del acuerdo interno, se puede explicar que Agustín Guerrero, militante de tiempo completo de la Corriente de Izquierda Democrática, pretenda la presidencia perredista en el Distrito Federal sin ninguna oposición mayor. QUEDAN PENDIENTES, sin embargo, las corrientes de Amalia García y Jesús Ortega. Con esos personajes no hay acuerdo, cuando menos no existe hasta ahora, y de seguir las cosas el camino que llevan, es muy probable que Chuchos y Amalios queden reducidos a una presencia insignificante dentro del partido del sol azteca. LOS ACUERDOS son buenos, dicen algunos militantes de ese partido, pero hay muchos que detectan en esta nueva formación vicios tan censurables como el corporativismo, y otros que se preguntan si no hubiera sido mejor romper con la inercia de los acuerdos y, sin las desviaciones obligadas en las armonías fingidas, Rosario Robles hubiera podido ganar el PRD para desterrar, de una vez por todas, los virus del priísmo que aún prsisten en su interior, sin mirar los compromisos que le harán más difíciles los cambios urgentes. Y ES en el Partido Revolucionario Institucional donde el cambio se pospone una y otra vez, porque las indefiniciones entre volver al poder para administrarlo y convertirse en un partido político real terminan por no dar forma a la oferta que demandan las bases de ese instituto político. POR EL momento el sentimiento generalizado se puede encerrar en una sola pregunta: ¿qué hacer frente a la oportunidad abierta por los desaciertos del gobierno de Fox? Aún no hay respuesta porque en lo esencial el rumbo que propone el tabasqueño Roberto Madrazo Pintado no está tan alejado de lo que hasta ahora significan Vicente Fox y su gobierno, y Beatriz Paredes Rangel no tiene un proyecto firme para ofertar un verdadero cambio a la sociedad. COMO SE ve, hoy por hoy los tres partidos con mayor votación en el país no tienen un agenda definida para responder a los grandes retos del México de principios de este siglo. ¤ ciudadperdida-[email protected] ¤ [email protected]
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