¤ Los árbitros ganaron el primer round a directivos

¤ Burillo cumple promesa a gobernador y le falla a los aficionados

¤ Cruz Azul, salvado por el Conejo y criticado por Latorre

CARLOS HERNANDEZ

A pesar de los conflictos entre árbitros y directivos, el balón empezó a rodar esta semana, tal como estaba programado.

Los ganadores del primer round fueron los silbantes, ya que lograron que en la primera jornada no se efectuara el sorteo que pretendían los directivos. Sin embargo, la pelea apenas comienza y el ponchador de Celaya, Enrique Fernández, ya amenazó con lanzar un golpe de nocaut cuando advirtió: "Le sabemos muchas a Edgardo Codesal y él sabe que se las sabemos".

Pretenden los directivos quitar al polémico ginecólogo al frente de la Comisión de Arbitraje, pero los mal llamados nazarenos mostraron una unidad que ya quisieran los jugadores. Así, en un bloque compacto, enfrentaron en pelea en corto a sus supuestos patrones, acostumbrados éstos a ganar por nocaut o de plano a la mala, por decisión de jueces más sospechosos que los del Consejo Mundial de Boxeo.

En tanto, muchas notas destacadas en la primera jornada de un torneo previo a un Mundial. Los aficionados jarochos, futboleros de corazón, tuvieron motivos para festejar a sus Nuevos Tiburones Rojos, en su victoria sobre los Potros. Fue un partido entre hermanos, ya que ambos cuadros son propiedad de Alejandro Burillo, quien cumplió con su promesa al gobernador Miguel Alemán y regresó el futbol de primera al puerto. Con ello incumplió a los aficionados Freseros, pero de ellos nadie se acuerda.

Con los Potros debutó el chileno Fabián Estay, de quien trascendió quería seguir cobrando su sueldo en el América, además de ser incluido en la nómina de su nuevo equipo.

Sebastián Abreu empezó a desquitar los 800 mil dólares que pagó Cruz Azul por su fichaje, aunque el uruguayo no hizo honor a su apodo de Loco al firmar su contrato y se aseguró un premio extra por cada gol anotado. Si el Conejo Pérez tuviera un convenio similar por cada gol cantado que detiene, sin duda sería el mejor pagado del balompié. Pero el arquero es mexicano y los mejores sueldos son para los foráneos.

El que habló más de lo que jugó fue Diego Latorre, quien se lanzó directo contra su ex equipo. "Los dirigentes del Cruz Azul tapan con dinero todo lo malo o lo poco de futbol que saben, eso ya lo sabe todo mundo, por eso es que Cruz Azul hace tantos años que no gana un campeonato, porque cuando tiene un equipo para ser campeón lo desmantelan por una idiotez", expresó el argentino y, modesto, agregó que los Cementeros perdieron más de lo que perdió él con su salida del conjunto.

Por su parte, el América parecía enfilar a su primer triunfo del año, pero el conjunto sigue con los altibajos que lo caracterizaron la campaña anterior. Pachuca había sufrido un letargo campeonil durante el primer tiempo, pero el futbol que le sobró del pasado le bastó para vencer a unas Aguilas que se reforzaron con jugadores medianos y que no parecen aspirar a nada.

Ramón Ramírez regresó a las Chivas. Luego de su larga inactividad, lo único positivo fue que retornó a su posición en la media cancha y ya no estará desperdiciado en la lateral izquierda. Si se recupera física y emocionalmente, Ramón puede recobrar su nivel entre los destacados del medio.

Por su parte, a Braulio Luna le sirvió el cambio de aires. Lejos de la nube en que se subió cuando andaba por Coapa, el talentoso volante recobró la humildad al ser cambiado a Cuautitlán y ya empezó a convencer a los poquísimos aficionados necaxistas.

En la banca del Atlas, Enrique Meza mostraba otra vez el rostro desencajado que lo caracterizó en su triste paso por el Tri, hasta que su viejo conocido Alberto Macías encontró un certero cabezazo y logró un angustioso empate ante Santos.