BALANCE DE LA JORNADA

MARLENE SANTOS A. Y CARLOS HERNANDEZ

Ť Los hongos afectaron a Jorge Campos
Ť Ramón Ramírez, candidato al Tri en tiempos de vacas flacas
Ť Dólares y penales, las obsesiones de Lebrija

Jorge Campos tuvo un juego para olvidar. En la parte final de su carrera -cuando le dan pocas posibilidades de ir al Mundial 2002-, el Brody tuvo culpa en los cuatro goles que recibió Pumas. Si bien las salidas nunca han sido su especialidad, ahora su actuación fue para llorar, a tono con los hongos panteoneros que están acabando con la cancha del México 68.

Y los universitarios perdieron lo invicto, aunque tuvieron una reacción de orgullo y a punto estuvieron de empatar al Santos, que consiguió su primera victoria y se repone de su mal inicio de torneo.

Otros clubes que sufrieron su primera caída en la campaña fueron el campeón Pachuca, La Piedad y Toluca. Este último contra todos los pronósticos cayó en su propia cancha ante el Celaya, un equipo que tampoco había saboreado la victoria. En esta fecha también ganaron por primera vez Morelia y Tigres.

Y mientras Atlante se hunde con cuatro derrotas, Puebla ya lleva dos puntos, en tanto que Julio César Uribe debutó con Tecos y consiguió el primer empate luego de tres derrotas al mando de Omar Sandoval. Poco aguantó el chileno al frente de la UAG, pero al menos complació a los directivos al alinear al tronco defensa Juan Carlos Leaño, nombrado ya el nieto incómodo.

El que ya le cobró a la UAG, aunque menos de lo esperado, fue el estratega argentino Rubén Omar Romano, quien afirmó que irá a descansar y a estudiar a Europa, pero algunos ya lo ubican en lugar de Carlos Reinoso, que cerrará las puertas a la prensa de lunes a miércoles, para alistar el partido contra Pumas, el cual pinta como su última oportunidad.

Por el contrario el que empieza a resurgir es Ramón Ramírez, quien se perfila como refuerzo ideal del Tri en tiempo de vacas flacas. Tiene experiencia en la selección y el estilo ofensivo de Oscar Ruggeri le ha sentado bien luego de su discreto paso por Tigres, donde no tuvo regularidad.

Otro que reclama palmas es el uruguayo Sebastián Abreu, que con sus siete goles amenaza con imponer la locomanía entre la afición celeste.

Quien vuelve por sus fueros es el técnico Enrique Ojitos Meza; la comunión con jugadores humildes y entregados rinde frutos. Nadie debe olvidar que es el rey de los torneos de Verano y por lo pronto ya tiene a los rojinegros en el liderato general.

Y si la semana pasada el buscapié fue lanzado por Tecos con el supuesto interés del Perugia por el Bofo Bautista, ahora versó en torno a Claudio Suárez, quien había dicho que el Español buscaba sus veteranos servicios y él mismo lo desmintió al día siguiente.

El cuadro catalán no sólo rechazó la posibilidad, sino que adelantó que no tendrá dinero para hacer efectiva la opción de Francisco Palencia.

Sin embargo, el ex cementero les respondió con hechos y ayer tuvo una destacada actuación ante las estrellas del Real Madrid al conducir al Español a una importante victoria, mientras Cuauhtémoc Blanco se pierde entre lesiones y berrinches, y Gerardo Torrado en sus problemas de formación con Pumas, ya que sigue sin debutar con el Sevilla.

En tanto, los directivos se empeñan en recibir críticas. No sólo porque los equipos sotaneros decidieron unirse para juntar 2 millones de dólares y tener derechoal partido por el no descenso a la primera A, sino porque Rafael Lebrija exhibió su afán monetario.

"Lo único que interesa a la FMF es que paguen el dinero", dijo sin ningún rubor el titular de la primera, aunque ni en eso ha podido ser certero, pues es del dominio público que Atlante no ha pagado por su permanencia en la primera división.

Y como justicia divina, no sólo Potros arrastra la cobija en lo deportivo, sino que en el Veracruz, el otro equipo de Burillo, también se encendieron las luces de alerta.

Tan ocurrente don Rafael, anunció la posibilidad de que se tiren penales después de cada partido, para que los futbolistas mexicanos se acostumbre a tirarlos y no fallen en torneos importantes. O, por lo menos, se irán acostumbrando a sobrellevar la vergüenza.