Ť Tommy Rodríguez y Freddy Marichal interpretaron la primera pieza de la tarde
Una reunión de viejos amigos abrió ciclo de jazz en el Festival del Viento
Ť Leo Carrillo se unió al grupo con el contrabajo; Jesús Agüero completó el cuarteto
Ť El encuentro, en el Centro Nacional de las Artes, seguirá los sábados de febrero
ANTONIO MALACARA ESPECIAL
Incrustado en el segundo Festival del Viento, del Centro Nacional de las Artes, y con el sesudísimo nombre de Ciclo de Jazz, el pasado 2 de febrero comenzó un pequeño encuentro. Los encargados de abrir la primera de las cuatro fechas fueron Tommy Rodríguez y el trío de Freddy Marichal. Los siguientes sábados del mes se presentarán, en este orden, Juan Ramos, Juan Alzate y Remi Alvarez.
El concierto del sábado fue una reunión de viejos amigos, de maestros (al menos tres de ellos), cuyo talento ha entrado ya a su quinta década de obstinación y entrega al jazz. Tomás Rodríguez se hizo cargo del saxofón tenor y la flauta, Freddy Marichal estuvo en el piano, Leo Carrillo en el contrabajo y Jesús Agüero (hijo de Salvador Agüero) en la batería. Cada cual con su propia historia dentro de la música, pero esta vez decidieron estar juntos.
Registros en elepés
En la década de los sesenta, el periodista José Luis Durán organizó varios festivales nacionales de jazz y algunos de ellos quedaron registrados en discos elepé. En la contraportada del 6Ɔ Festival Nacional de Jazz, 1964, aparecen fotografías de colección. En una, Tomás Rodríguez toca la flauta al frente de su cuarteto. Alfredo Marichal (que entonces tocaba la batería) está junto a Fernando Sánchez Madrid, como parte del legendario grupo 3.1416. Del Cuarteto de Leo Carrillo aparecen dos placas: el trompetista Adolfo Sahagún y el propio Leo están en una, y Salvador Agüero, ante su batería, en otra.
La historia continúa en 2002. El primer tema de la tarde, cuando todavía se veían varias sillas vacías en la Plaza de las Artes, fue For sentimental reasons, un dueto de sax y piano en el que ambos intérpretes mostraron inmediatamente su dominio del instrumento. Para el segundo tema apareció Leo Carrillo en escena e inició la línea melódica de Summertime en el contrabajo. La gente seguía llegando para llenar los huecos de la Plaza.
El cuarteto se concretó cuando Jesús Agüero llegó para integrar sus percusiones a Le manific. El tono del concierto iba en ascenso. Vino después un arreglo a La Valentina y continuaron los standars: Body and soul (J. Green) y Take five (P. Desmond) fueron los más aplaudidos. La gente estaba contenta y quería seguir la fiesta de la síncopa, pero llegaron órdenes de la administración para finalizar el acto musical.
Resulta que enseguida iba a presentarse un concierto de música tropical y el jazz tenía que finalizar. Así nomás. Este problema se da muy seguido en los festivales y los centros culturales del país: los organizadores "ordenan" los eventos con calzador, uno enseguida de otro, sin intermedios que permitan un descanso o una factible extensión de alguno de ellos.