FORO ALTERNATIVO
Ť Movimiento de solidaridad global contra la concentración de la riqueza, la proclama
Resistencia contra neoliberalismo y militarismo, manifiesto del Foro Social
Ť Asistieron al acto 60 mil integrantes de organizaciones no gubernamentales de todo el mundo
Ť FMI y bancos de países ricos, culpables de deuda externa, declarada ilegítima por tribunal popular
DPA Y AFP
Porto Alegre, Brasil, 5 de febrero. El segundo Foro Social Mundial (FSM) fue clausurado este martes con una fiesta de animados ritmos musicales y el llamado a "otro mundo posible", lema del que se ha convertido en el mayor acto antiglobalización neoliberal del planeta y que tuvo una concurrencia de 60 mil personas, tres veces mayor a la cita del año pasado.
El FSM terminó con un manifiesto -remitido al secretario general de Naciones Unidas- de las organizaciones, con un claro mensaje: "resistencia contra el neoliberalismo, el militarismo y la guerra: por la paz y la justicia social", además de claras críticas al "unilateralismo" de Estados Unidos, la intervención armada en Afganistán y una masiva solidaridad con Argentina.
"Somos un movimiento de solidaridad global, unido en nuestra determinación para luchar contra la concentración de la riqueza, la proliferación de la pobreza y la destrucción de nuestro planeta. Estamos construyendo un sistema alternativo y usamos caminos creativos para promoverlo", concluyeron.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) y demás organizaciones multilaterales de crédito, bancos, corporaciones y gobiernos de los países desarollados fueron declarados culpables de una deuda externa declarada ilegítima, durante un "juicio" en un Tribunal Popular Internacional de la Deuda instalado en el FSM.
El manifiesto incluye la decisión de la "corte" de "exigir la restitución de las riquezas extraídas del sur, así como el pago de los
daños que causó", y pedir a los gobiernos que soliciten "a la Corte Internacional de la Haya una opinión consultiva sobre la ilegitimidad de la deuda externa, y suspender los pagos de intereses".
Otro de los consensos es un control y tasación de los movimientos de capitales financieros: se pide crear impuestos sobre el capital especulativo y suprimir paraísos fiscales. En otro punto se acusa a Estados Unidos de defender los intereses de sus grandes empresas al no respetar los acuerdos de Kyoto.
En Latinoamérica el movimiento anti ALCA (Area de Libre Comercio de las Américas, impulsada por Estados Unidos) se reflejará en reuniones regionales del Foro Social, y en manifestaciones que alcanzarán su punto culminante en septiembre próximo, cuando se celebrarán varias protestas callejeras en contra del proyecto.
La conferencia convocada bajo la consigna "Otro mundo es posible" y por "un mundo sin guerras", en la que participaron los premio Nobel de la paz Rigoberta Menchú (1992, Guatemala), Adolfo Pérez Esquivel (1980, Argentina) y Médicos sin Fronteras (1999), representado por el presidente del Comité Internacional, Morten Rostrup, terminó con el manifiesto lleno de críticas hacia Washington, en
particular por su actuación en la guerra contra el terrorismo.
"Los atentados terroristas del 11 de septiembre tuvieron como respuesta la inauguración del terror como forma de relación entre los países", afirmó el texto, según el cual "Estados Unidos pasó a imponer por la fuerza su voluntad" y "un clima de nueva guerra fría fue instalado en el mundo".
El Foro Social Mundial atacó a la ONU por su falta de acción mediadora en los conflictos en el mundo, y lanzó un llamado a democratizar el organismo o crear otro con capacidad real de intervenir.
El peso de los debates, que defendieron las más variadas causas, desde la diversidad sexual hasta la reforma de los organismos multilaterales, se quintuplicó.
Porto Alegre se consolidó como capital de la antiglobalización neoliberal, aunque en teoría no para siempre. Será la sede del tercer Foro Social Mundial en 2003, pero esa edición será precedida de foros continentales, de los cuales ya se acordó uno en Quito y posiblemente otro en Jerusalén. En 2004 la idea es llevarlo a India.
La presencia de varios miles de políticos de izquierda en los foros paralelos de alcaldes y parlamentarios, y de organismos internacionales -el principal, un enviado del secretario general de la ONU, Kofi Annan-, ayudó a darle reconocimiento y legitimidad al foro, opinó el líder antineoliberal francés José Bové.
En el cierre se combinaron los animados ritmos con un mensaje del premio Nobel de literatura portugués José Saramago, velando por la justicia y la democracia; un ritual indígena de agradecimiento a la madre tierra y testimonios de los participantes confirmando el mensaje de compromiso para crear un nuevo orden mundial económico, político y social.
Con una fábula sobre la justicia, Saramago pidió eso, ''justicia, simplemente justicia, no la que se envuelve en técnicas de teatro (...) no la de la espada que corta más de un lado que del otro, sino una justicia pedestre, compañera cotidiana de los hombres, tan esencial al espíritu como la vida y el alimento del cuerpo''.
El indígena colombiano José Pereira ofreció un ritual de agradecimiento a la naturaleza, que realizan ''cuando empiezan y cuando acaban cosas importantes. La madre tierra para nosotros es nuestra esencia, nuestro sentido de vida'', dijo Pereira, al tiempo que soplaba al viento y la tierra una concha, enteramente vestido de blanco y con una bufanda con el arcoiris, símbolo de la diversidad indígena.
Desde el 31 de enero, los participantes en el foro discutieron en más de 800 conferencias, debates y talleres las más diversas preocupaciones de los movimientos sociales para tratar de refundar un nuevo orden mundial, basado en la justicia social.
Este año el Foro Social Mundial, que se convirtió en el mayor encuentro antiglobalización neoliberal del planeta, contó con 51 mil 300 participantes, 15 mil 230 delegados de las conferencias, 11 mil 600 jóvenes en el Campamento de la Juventud y 4 mil 909 organizaciones de 130 países, informó la organización al cierre de la reunión.
El foro sirvió para concretar las movilizaciones de los opositores a la globalización ante la Cumbre de Estado de Jefes de Europa en Barcelona (España), la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Financiamiento al Desarrollo de Monterrey (México), ambas en marzo, o la Cumbre del G-8 en junio en Canadá.
