MEXICO, S A

Carlos Fernández-Vega

UNA VEZ MAS, el engrudo se les hizo bolas: 30 o 25 por ciento; 10 mil u 8 mil millones de pesos; reducción o aumento; saneamiento o prorrateo intersecretarial; oscuridad o falta de luz. El hecho es que mañana jueves, si finalmente los funcionarios entendieron de qué se trata, se dará a conocer el incremento oficial en las tarifas para el consumo de energía eléctrica o, como prefiere el gobierno del cambio, el porcentaje de reducción en el subsidio respectivo.

EL PRIMER CAPITULO -versión 2002- del gustado concurso Atínale a la cifra lo protagonizaron los secretarios de Hacienda y Energía, Francisco Gil Díaz y Ernesto Martens Rebolledo, respectivamente, a quienes de plano se les fue la luz y no pudieron siquiera con el primer peldaño a pesar de la decidida, aunque nada efectiva, ayuda del coordinador de asesores del primero de los funcionarios mencionados, el afamado doctor Budebo, macrocalculadora del cambio en mano.

AQUEL 28 DE ENERO, durante una especie de conferencia de prensa, los ágiles secretarios de Estado atinaron a decir -después de hacer piruetas con cifras que nunca entendieron- que la disminución en el subsidio eléctrico para el servicio residencial ascendería a 10 mil millones de pesos, que afectaría a 30 por ciento de los consumidores -los más ricos, obviamente-, o lo que es lo mismo -de acuerdo con el intento de explicación de Gil Díaz y Martens Rebolledo- que 70 por ciento de ese universo -que consume hasta 125 kilovatios- quedaría a salvo de la afilada tijera gubernamental; que, por las mismas razones, no habría aumento de tarifas a pesar de los blasfemos usuarios que sostenían exactamente lo contrario, y que la medida era necesaria para sanear las finanzas públicas.

LA DISPOSICION, aseguraron, se haría efectiva a partir del primero de febrero, una vez publicado en el Diario Oficial de la Federación -24 horas antes- el acuerdo presidencial respectivo. Pero no, no fue así: sin luz en el sendero, la autoridad decidió posponer la entrada en vigor del aumento-recorte para este jueves, siempre y cuando las condiciones climáticas lo permitan.

PARA ANIMAR EL juego se difundió el segundo capítulo de esta lenta y poco iluminada telenovela, ahora protagonizado por el presidente Vicente Fox, sin duda el más voluntarioso, decidido y optimista de los participantes en Atínale a la cifra, que si bien nunca obtiene buenos resultados, siempre deja satisfecho al respetable. Intercalando pasajes de otro gustado programa (Desmiente a tu gabinete), el inquilino de Los Pinos aseguró que la disminución del subsidio eléctrico no afectará a 30 sino a 25 por ciento de los consumidores -todavía más ricos-, por lo que el beneficio ya no cubrirá a 70 sino a 75 por ciento de la población, "cuando menos".

DE IGUAL MANERA, el recorte al subsidio no alcanzará los 10 mil sino los 8 mil millones de pesos y la diferencia la absorberán todas las dependencias del gobierno federal, de tal suerte que el esfuerzo por sanear las finanzas públicas ya no será tan vigoroso como lo anunciaron los primeros participantes.

EL CHIQUILLO MAYOR divulgó su apuesta al público -que no tiene derecho a participar en el juego de Atínale a la cifra-: "la reducción del subsidio -eléctrico- se hará entre la población que tiene (ocupa) el decil 10 -el de menor ingreso-; es una medida progresiva, evitando un subsidio regresivo, que estaba siendo destinado a quienes tienen dinero. Para ellos puedo decir y señalar que su dinero será bien invertido y que servirá para muchas cosas de avance social, educativo en nuestro país". Y, sin venir al caso, pasó del subsidio a la apertura del sector eléctrico: "Insistiré en mi propuesta para que la inversión privada participe en la generación de energía eléctrica, a fin de mantener el crecimiento del sector y salvaguardar los fondos fiscales que en vez de canalizarlos a este rubro sirvan para ampliar el nuevo programa Progresa. Se debe invitar a la inversión privada a la generación de energía, pero respetando y asegurando la rectoría y la soberanía de nuestros recursos energéticos", aunque no dio a conocer la mágica fórmula para lograrlo, pero sí adelantó que en México se construirán 26 plantas de energía con un mecanismo "parecido" a la coinversión.

A QUIEN DE PLANO no le permiten participar en el evento, a pesar de que a todas luces domina el tema, es al Sindicato Mexicano de Electricistas, a cuyos integrantes se les quiere cargar el muerto de la oscura situación financiera que reportan las empresas -aún públicas- que -todavía- generan y administran la energía eléctrica en el país. De acuerdo con el análisis del SME, los cálculos difundidos por medio de Atínale a la cifra no tienen nada que ver con la realidad, toda vez que "la población más pobre es la que resentirá el impacto del aumento en las tarifas de energía eléctrica anunciadas por el gobierno federal", y propone, por ello, que el aumento de tarifas (reducción de subsidio, de acuerdo con la versión oficial) se practique a partir de 250 y no de 125 kilovatios, como establece el gobierno del cambio y que las autoridades recuerden que es necesario cobrar las facturas atrasadas, toda vez que en los municipios de los estados de México e Hidalgo algunas dependencias de los gobiernos federal y de la ciudad de México y 22 grandes empresas adeudan poco más de 24 mil millones de pesos sólo a Luz y Fuerza del Centro, monto que duplica el recorte anunciado por Gil Díaz y Martens Rebolledo, y triplica el comprometido por el inquilino de Los Pinos.

EL CALCULO DEL SME establece que el aumento-disminución de tarifas-subsidio incrementará en 71.7 por ciento la factura para quienes consumen 126 kilowatts bimestrales; 57.5 por ciento para los que utilicen 205; 53 por ciento para los que requieran 250, y sólo 10.4 por ciento para quien utilice 707 kilovatios en el mismo periodo. El mayor número de usuarios de LFC, explica el sindicato, se ubica en el rango de uno a 125 kilovatios con 2 millones 287 mil 83 cuentahabientes, 43 por ciento del universo.

LA SEGUNDA POSICION corresponde a los que utilizan de 126 a 250 kilovatios, con un millón 457 mil 121 usuarios, igual a 28 por ciento del total. El 21 por ciento equivalente a un millón 98 mil 82 registros, utiliza más de 250 kilovatios, y sólo 8 por ciento, igual a 443 mil 456 cuentas, requiere entre cero y un kilovatio. A mayor consumo de energía eléctrica, menor el incremento en las tarifas eléctricas, sostiene el SME.

NO CABE DUDA que al gobierno del cambio eso de las cifras de plano no se le da, pero en vía de mientras prepárese a gozar el aumento en las tarifas eléctricas.

Las rebanadas del pastel:

HABLANDO DE ATINALE a la cifra, el pitoniso secretario estadunidense del Tesoro, Paul O'Neill, estimó que la recesión en su país "finalizará de aquí al mes de abril" y previó que en el cuarto trimestre de 2002 el producto interno bruto crecerá de 3 a 3.5 por ciento... LA NOTICIA divulgada por O'Neill provocó júbilo en Argentina, cuyo gobierno estimó un desplome de 8 por ciento en su economía, sólo para el primer semestre del mismo año.

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