Señora directora: Una vez más en la Facultad de Economía de la UNAM se designó la terna del Consejo Técnico, compuesta por candidatos que aspiran dirigir dicha facultad. No es un hecho menor que haya sido compuesta por tres integrantes que están al servicio de las autoridades universitarias, pasando por alto la opinión de la comunidad, es decir, de académicos, estudiantes y trabajadores, que confirma el mensaje: la estrategia de conformar un congreso universitario antidemocrático y vertical hoy más que nunca una realidad.

Además de que existe un problema muy serio de género ?de nueve candidatos, dos eran mujeres?, sin duda la avanzada de las autoridades es férrea. Por esto es que la única forma de hacer frente es que los estudiantes se organicen, abriendo espacios de discusión y construyendo mecanismos de participación democráticos que permitan que los distintos sectores de la comunidad se involucren en decisiones tan importantes como es elegir a un director.

Esto es una más de las imposiciones de una clase política que no incluye, que no escucha y que no observa. Con estas acciones el congreso universitario será un fracaso.

Estudiantes de la Facultad de Economía: Alfredo Araujo, Genaro Hernández, Eréndira Avendaño, Juan Carlos Chávez, Gerardo Cortez, Daniel Juárez y 12 firmas más

Se apropian particulares de espacios públicos

Señora directora: Me fue muy grato encontrar en la contraportada del 24 de enero la nota sobre la paulatina privatización de espacios públicos, pero este problema se extiende en la ciudad de México de manera alarmante.

Un ejemplo adicional al de plumas y rejas es la apropiación del espacio en estacionamientos y banquetas. En la esquina de Masaryk y Moliere, frente a un café y un negocio de novias, hay una rampa con cajones de estacionamiento en la banqueta que, entiendo, es vía pública. Al ver el espacio me estacioné ahí, pero un guardia de seguridad privada del negocio me dijo que no podía hacerlo. Argumenté que era vía pública; me contestó que llamaría una grúa.

Me retiraba del lugar cuando el mismo guardia me detuvo tomándome por el brazo (obvio abuso de su parte). Apareció entonces una persona del negocio y amablemente me explicó que la delegación les pedía contar con estacionamiento y que ellos habían construido la rampa y los cajones.

Para no discutir más me retiré del lugar, convencido de que aunque esos espacios hayan sido hechos por ellos son vía pública. Sé que la ley pide a los negocios estacionamiento suficiente, pero no creo que la delegación los autorice a privatizar el espacio público. Ejemplos como este sobran; ahora cualquier negocio pinta rayas y coloca conos, tubos o burritos para reservar lugares para estacionamiento que, insisto, son públicos. Ni qué decir de acomodadores y cuidadores de coches, en cuyo caso un huacal puede más que la ley y la autoridad delegacional y su policía.

Jaime Vásquez

Caro y malo el servicio en Ticketmaster, señala

Señora directora: El 31 de enero llamé a Ticketmaster para reservar dos boletos para el partido de fútbol Pumas vs. Santos. El paso invicto de los universitarios me hizo suponer que sería difícil conseguir boletos en las taquillas del estadio ante la gran afluencia de público. No me importó pagar el doble por la entrada de mi hijo con tal de evitar la reventa y las incomodidades.

Me hicieron un cargo adicional de 14 pesos (comisión por servicio) y 23 más "por impresión" de boletos, y me indicaron que podría recogerlos en cualquier establecimiento Mixup, propiedad de Carlos Slim.

Para evitarme molestias, acudí al Mixup de Plaza Satélite. La experiencia resultó frustrante. Había más gente que en la cola del estadio; el tiempo de espera fue de ¡45 minutos! y la desatención de los responsables fue manifiesta e insolente.

Cuando restaba sólo un parroquiano delante de mí, a los insensibles empleados se les ocurrió hacer corte de caja, sin la menor consideración de la gente que entonces ya formaba una hilera enorme, lo que representó entre ocho y 10 minutos de los 45 que menciono. Nadie se quejó; todos acatamos sumisamente lo que estos acomplejados deciden hacer con sus 10 minutos de gloria, disfrazados de "autoridad" en este caso.

En el estadio las taquillas eran un oasis, con todo y que registró una entrada bastante buena. Además, hubiese conseguido el boleto de mi hijo por la mitad del precio y sin ninguno de los onerosos cargos por "servicio" que me hizo al diabólica dupla Ticketmaster-Mixup. Es decir, en vez de los 171 pesos que me cargaron estos abusivos, hubiese yo pagado únicamente 90 pesos.

Aun estando abigarradas las taquillas del estadio, ni en la reventa conseguiría boletos tan caros y con tantas incomodidades: ¡casi el doble del precio! En dos palabras, un "servicio" caro y malo el proporcionado por estas empresas, orgullos de nuestro mercado, libérrimo y abierto de par en par.

Raúl Gutiérrez y Montero

Precisiones sobre el descubrimiento de José Guadalupe Posada

Señora directora: Agradecería se hiciera la siguiente aclaración sobre la omisión que se hace en el artículo de Víctor M. González Esparza, titulado "La invención de Posada", publicado en La Jornada Semanal del domingo 3 de febrero, donde se expresa que Jean Charlot "descubrió" a José Guadalupe Posada, afirmación inexacta.

A 150 años del natalicio de Posada, las publicaciones en torno a la actividad del genial grabador van a proliferar seguramente repitiendo el estribillo de que José Guadalupe Posada fue descubierto por Charlot, y tal vez ignoren de buena fe que Posada publicó en La Patria Ilustrada, semanario que dirigía Ireneo Paz, la primera calavera catrina, grabado que lo hizo famoso para la posteridad. Después siguió publicando sus calaveras en el taller de Antonio Vanegas Arroyo.

Napoleón Rodríguez

Agradece observación La Jornada Semanal

Señora directora: Agradecemos la observación de Napoleón Rodríguez, a quien invitamos a leer, en nuestro próximo número, el ensayo de Raquel Tibol donde se hace referencia al dato que se menciona.

Niega haber apoyado candidatura de Ortega

Señora directora: Por medio de la presente me permito hacer la siguiente aclaración, por lo que agradeceré su publicación en El Correo Ilustrado de este prestigiado diario.

Con sorpresa e indignación leí hace unos días la nota de Roberto Garduño, Ciro Pérez y Renato Dávalos, donde se menciona que 19 diputados del PRD manifestaron su apoyo a la candidatura de Jesús Ortega, entre los cuales aparece mi nombre, por lo cual me permito hacer la siguiente aclaración:

En ningún momento fui consultado y me parece una falta de respeto que se incluyera mi nombre en dicha lista. Tampoco asistí a la reunión de la que se habla en la nota de referencia.

Al senador Jesús Ortega lo considero un excelente candidato por su capacidad, talento y dignidad para llevar al PRD a mejores escenarios políticos que contribuyen a mejorar nivel de vida de los mexicanos.

Conducta similar observo en el otro candidato, el compañero Camilo Valenzuela, quien ha destacado por ser un auténtico dirigente, congruente en sus actos como gente de izquierda y profundamente honesto.

Sin embargo, hay a quienes les pesa la figura del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas y ve en ella un obstáculo para sus intereses. El aporte que él ha dado a la democracia y a la construcción de este país y del partido no está a discusión. Como perredista, el ingeniero Cárdenas tiene todo el derecho de apoyar al candidato de su preferencia.

Francisco Patiño Cardona

Respuesta de los reporteros

Señora directora: El nombre de Francisco Patiño Cardona y de otros diputados que apoyan a Jesús Ortega fue dado a conocer por sus propios compañeros, entre quienes estaban Rosario Tapia Medina, Gregorio Urías, José Antonio Magallanes y Raúl Hernández, que son, en todo, a quienes tiene que encaminar su indignación y exigir una rectificación.

Roberto Garduño y Ciro Pérez, reporteros

Presentan el libro México en un mundo global

A la presentación del libro México en un mundo global, que coordina Jorge A. Calderón Salazar. Comentan Silvia Gómez Tagle, Alfredo Jalife-Rahme, Eberhard Friedrich y el autor. La cita es hoy a las 19 horas en laCasa de la Cultura Jesús Reyes Heroles, Francisco Sosa 202, Coyoacán.