Sergio Vela, de la UNAM

Habrá conciertos internacionales de la más alta calidad

ANASELLA ACOSTA NIETO

El titular de la Dirección de Actividades Musicales de la UNAM, Sergio Vela, dio a conocer un adelanto de su plan de trabajo. El programa de conciertos internacionales, anunció, continuará con la participación del pianista francés Cyprien Katsaris en este mismo mes.

Luego de una presentación especial de la familia Kuijken en la sala Carlos Chávez del Centro Cultural Universitario, informó también que los conciertos sinfónicos y camarísticos, así como funciones de ópera de alta calidad, ocuparán las salas del Centro Cultural Universitario, para las cuales ya se programan temporadas anuales.

Romanticismo de Kuijken

Antes, la agrupación belga llenó de romanticismo el recinto universitario, con la interpretación de dos cuartetos para cuerdas de Schumann, el uno y dos, opus 41; la peculiar declamación de la Balada del muchacho de los brezales y el canto de Amor y vida de mujer, estas últimas acompañadas de piano.

Con la asistencia de invitados selectos -entre ellos dos ex directores del Instituto Nacional de Bellas Artes (Gerardo Estrada e Ignacio Toscano), el poeta y gran conocedor de ópera Eduardo Lizalde, y el compositor Mario Lavista, además de las delegaciones diplomáticas de distintas embajadas-, los músicos embelesaron al público con la interpretación de obras de Schumann poco ejecutadas, de enorme dificultad técnica y musical, pero de gran belleza.

"La única manera de escuchar música de cámara es cuando es bien tocada; ésta lo fue", comentó Lizalde.

La nota inicial, decisiva, surgió del primer violín en las manos de Sigiswald, seguida inmediatamente de las cuerdas de Verónica y Sara, segundo violín y viola, respectivamente, para alcanzar la contundencia con el chelo de Wieland, y emprender así un suave vaivén de arcos sobre cuerdas.

Una de las partes más emotivas del concierto fue la declamación de la Balada del muchacho de los brezales, del poeta Friedrich Hebbel, a cargo de Marie Kuijken, acompañada al piano por su hermana Verónica. El compositor Mario Lavista, quien consideró la participación de los belgas como un gran inicio de las actividades musicales de la UNAM en este año, mencionó: "No es común una obra como esta, para piano y voz declamada, lo normal es una voz cantada. Es una balada singular en la producción schumaniana y dentro de la música hay muy pocas obras con esas características".