MEXICO, SA
Carlos Fernández-Vega
A MEDIADOS DE la década pasada, un empresario
refresquero que se metió activamente a la política y rompió
inmisericorde todos los esquemas para concretar su objetivo advertía
que el modelo económico neoliberal, que religiosamente aplicaba
el tricolor gobierno mexicano, "ha demostrado su fracaso absoluto,
y a pesar de ello la autoridad insiste en mantenerlo sin cambios". Pocos
años después, ya con la chispa de la vida en el bolsillo,
el mismo empresario reclama a los críticos por el "ataque inmisericorde"
al neoliberalismo, el mismo esquema que cuestionó tiempo atrás.
SI BIEN NO es la primera vez -ni la última,
desde luego- que se registran aparentes contradicciones conceptuales con
lo dicho antes y después por el dulce empresario en cuestión,
lo cierto es que en el caso de Vicente Fox y el neoliberalismo sí
existe una amplia brecha -por lo menos retórica- entre lo expuesto
en campaña y lo expresado en el ejercicio de la Presidencia de la
República.
UN
COMBATIVO GOBERNADOR de Guanajuato, que en abril de 1996 luchaba por
conseguir la candidatura del Partido Acción Nacional a la Presidencia
de la República, exigía al gobierno de Ernesto Zedillo -el
mismo que ahora es "creativo" para el inquilino de Los Pinos- la sustitución
"del actual modelo económico neoliberal, salinista, por una nueva
fórmula que permita generar riqueza y distribuirla en forma justa,
(porque) los únicos resultados obtenidos hasta el momento en materia
económica son la caída del producto interno bruto, el aumento
de la pobreza y el crecimiento de la brecha entre los pocos que gozan de
fortunas incalculables y la mayoría que sufre hambre".
EL ANALISIS DEL precandidato Vicente Fox no era
-ni es- equivocado. De hecho, en el último año la situación
no ha cambiado en nada que valga la pena comentar, toda vez que el producto
interno bruto sigue en declive, la pobreza en aumento y la brecha entre
los pocos que gozan de fortunas incalculables y la mayoría que sufre
hambre se hace cada vez más ancha.
EN AQUELLOS NO muy lejanos tiempos, cronológicamente
hablando, el combativo precandidato blanquiazul se pronunciaba contra
"el modelo económico llamado neoliberalismo, el cual, en lo que
va de 1991 a 1995, sólo agravó la crisis financiera de millones
de familias mexicanas. México requiere correcciones en el rumbo
económico. El gobierno federal debe dejar atrás su soberbia
y consensar con los mexicanos un modelo que cree las condiciones de fortaleza
y equilibrio en nuestra economía. Habrá que promover el ahorro,
pero no con discursos, sino con un incremento salarial generalizado que
pueda generar la expansión de la planta productiva y con ello también
el mejoramiento de las condiciones de vida. Con un mejor salario, más
que con una inflación controlada, los mexicanos podremos ahorrar
y cimentar con ello la recuperación económica".
TRES AÑOS DESPUES, en noviembre de 1999,
el preinquilino de Los Pinos, en plena campaña como candidato oficial
del PAN a la Presidencia de la República, declaraba que "normalmente
el neoliberalismo es muy eficaz en desemplear a trabajadores y no se preocupa
después por lo que genera en pobreza y, como consecuencia, en violencia".
PERO, COMO DICE la canción, el tiempo pasa,
y el combativo empresario refresquero devino en Presidente de la República
y dedica parte sustantiva de su tiempo en unir la piezas de los esquemas
que rompió en el ejercicio de su candidatura. Vicente Fox ya no
piensa como lo hacía y lo presumía a mediados de la década
pasada.
DURANTE UNA RECIENTE entrevista que concedió
a una televisora alemana, el presidente Fox criticó a quienes pretenden
ver al neoliberalismo como el "causante de todos los males de los países,
entre ellos la pobreza y los bajos niveles educativos. Hay que construir
una globalización humanizada (...) que nos permita darle valores
y principios que realmente sean de equidad y de justicia, para ir cerrando
esa brecha enorme que hay entre países en materia de desarrollo.
Creo que ha habido mucha confusión en la información a nivel
global y mundial. A veces se ataca de forma inmisericorde al neoliberalismo,
como el causante de todos los males de los países".
NO SE SABE, pues, si el inquilino de Los Pinos
cambió de opinión por falta de información o de memoria,
porque como Presidente de la República utiliza algunos criterios
distintos a los presumidos durante la campaña electoral y ahora
aplica los que considera prudentes para la ocasión.
Y COMO LA memoria parece no ser el fuerte del gobierno
del cambio, el presidente Fox ya comienza a utilizar el mismo lenguaje
aplicado antes del "atorón" del año pasado, sin que a la
fecha nadie pueda cantar victoria en la batalla contra la recesión:
En México, dijo, "la mesa está puesta" para retomar el camino
del crecimiento económico a partir del segundo semestre del año.
EN VIA DE mientras, divulgó las "seis grandes
líneas de acción estratégica" que seguirá su
administración para salir del hoyo: "conducción prudente
de los indicadores macroeconómicos; estímulo a la competitividad
y al potencial de expansión del mercado interno; acciones directas
para la protección del empleo y la capacitación; impulso
a la reforma laboral y las negociaciones salariales (como lo informó
La Jornada en su momento, hay que recordar que hace tres semanas
el inquilino de Los Pinos planteó la conveniencia de sacrificar
los incrementos en el ingreso de los trabajadores a cambio de mantener
estables las fuentes de trabajo); respaldo a las reformas estructurales
en materia de telecomunicaciones, electricidad, sistema financiero y modernización
a la legislación mercantil, y la nueva política social que
propone terminar con el paternalismo y promover intensamente la equidad
e inclusión".
LO ANTERIOR TAMBIEN puede ser producto de la falta
de memoria, toda vez que si se comparan las "grandes líneas estratégicas"
del presidente Fox con las de sus inmisericordes y neoliberales antecesores,
la diferencia no se registra por ninguna parte.
Las rebanadas del pastel
EL GOBIERNO DEL presidente Duhalde, en Argentina,
se prepara para enfrentar hoy el primer día de libre flotación
del dólar en el mercado cambiario y, por ende, uno de los embates
más -ese sí- inmisericorde en su historia reciente... Hace
una semana anunció la libre flotación del peso en el mercado
de divisas, una fórmula exigida por el generoso Fondo Monetario
Internacional para "brindar ayuda económica" al país... El
Banco Central de la República Argentina tene reservas cercanas a
los 14 mil millones de dólares para hacer frente a la demanda de
dólares, más el ingreso de divisas que se esperan por exportaciones
calculados en otros mil millones... Antes de que los consumidores de energía
eléctrica en el país conozcan a detalle el aumento de las
tarifas, el Banco de México decidió el viernes endurecer
la política monetaria y fortaleció la política del
corto, incrementándola 20 por ciento: de 300 a 360 millones de pesos
diarios.