Preparan las asambleas vecinales movilizaciones
contra el presupuesto de 2002
Hoy comienza la libre flotación en el mercado
cambiario de Argentina
El ministro de Economía se reunirá con
el FMI pero será difícil obtener apoyo, acepta vocero
STELLA CALLONI CORRESPONSAL
Buenos Aires, 9 de febrero. El gobierno del presidente
Eduardo Duhalde enfrentará mañana un día clave al
comenzar la libre flotación del dólar en el mercado cambiario,
mientras los temores de los argentinos se agigantan ante la amenaza de
conspiraciones.
El propio presidente advirtió la víspera
sobre una campaña "nada patriótica" para aumentar el valor
de la divisa estadunidense respecto del peso. Y aunque hoy el vocero Eduardo
Amadeo intentó calmar un poco la situación al asegurar que
el Banco Central cuenta con las reservas suficientes para evitar la "escalada"
del dólar, admitió que esta será una semana "llena
de ansiedad".
Al comentar el viaje del ministro de Economía,
Jorge Remes Lenicov, a Washington el próximo martes para hablar
con representantes del Fondo Monetario Internacional (FMI), de plano reconoció
que "no tenemos expectativas de traer ninguna solución", salvo la
apertura de negociaciones.
Remes Lenicov, que el pasado jueves se quejó públicamente
del silencio del FMI sobre el plan económico anunciado hace ya una
semana, buscará un acuerdo para una asistencia de 25 mil millones
de dólares, según fuentes de Economía
Escenario complicado
La
libre flotación del dólar, una exigencia del FMI, se estrena
en un escenario muy complicado, ya que las recientes medidas económicas
del gobierno mantienen las protestas de desocupados y ahorradores en todo
el país. Las asambleas vecinales preparan movilizaciones contra
el presupuesto de 2002, que prevé fuertes ajustes y fue trazado
también bajo la presión del FMI. Y ya en el ámbito
de los ajustes, en una medida sin precedente se informaba hoy que la cancillería
cerraría este año 21 embajadas y 13 consulados.
El gobierno estima que el PBI caerá en 2002 casi
cinco por ciento, pero en el FMI hablan de hasta 10 por ciento. Esto significa
que la desocupación, superior a 22 por ciento en cifras oficiales,
aumentará. Los salarios, en tanto, seguirán en picada, luego
de haber caído alrededor de 20 por ciento los últimos cuatro
años.
El gobierno había devaluado en enero el peso casi
30 por ciento ?tras diez años de paridad uno a uno?, pero ahora
a la brutal caída del consumo se une la especulación, ya
que los comerciantes siguen remarcando precios ante el eventual disparo
del dólar, que ya está en las calles a 2.35.
La flotación no será tan "libre", ya que
el Banco Central actuaría con reservas no precisadas, y sólo
se podrán comprar divisas con efectivo, que es justamente lo que
no hay en una economía con los ahorros encerrados. Sin embargo,
quienes corran a refugiarse en el dólar podrán hacerlo, ya
que mañana, por primera vez desde que se instauró el corralito
el 3 de diciembre, se podrá retirar la totalidad de salarios o jubilaciones
depositados.
La pregunta que se hacen los analistas es cuánto
tiempo podrá el gobierno soportar el embate contra el peso argentino
sin ayuda internacional.
A todo esto, aunque se había prometido que no aumentarían
las tarifas de las empresas de servicios, finalmente el gobierno negocia
con ellas. Los consumidores deberán además afrontar el índice
de actualización para indexar sus deudas en dólares que fueron
pesificadas. ¿Cómo hará el ciudadano medio,
ya empobrecido, para enfrentar esta batería de medidas, cuando tiene
todos sus ahorros pesificados y aún así atrapados
en los bancos?
Hoy, en un lado están los desocupados organizados
o piqueteros, trabajadores, ahorradores estafados, y otros sectores
que se incorporan cada día a la protesta. En el otro, los que ganaron
miles de millones de dólares en la llamada "década mafiosa"
del menemismo, los enriquecidos empresarios locales favorecidos por la
pesificación de sus deudas, y los inversores especulativos,
que ya ven la posibilidad de imponer condiciones sobre las ruinas. También
los bancos extranjeros, que se quedaron con el dinero de los depositantes
locales mientras conspiraban en la fuga masiva de capitales.
Protesta y carnaval
"Piquete y cacerola: la lucha es una sola", se
leía en la pancarta que llevaba un niño en el "carnaval-cacerolazo"
realizado en el barrio de Liniers el pasado viernes. Hubo desfiles de comparsas,
disfraces alusivos a la situación política y económica,
venta de playeras con la leyenda "basta a la patria financiera". Desfilaron
niños de los comedores de villas miserias (ciudades perdidas), así
como pequeños empresarios que llevaban una imitación de un
comprobante de depósito bancario, donde se leía "Plazo fijo
a favor de la empresa extranjera".
Este aire de jolgorio era en realidad un subterfugio de
la creatividad para dar aire a las protestas que tuvieron ese mismo viernes
otra expresión: los ahorradores enfurecidos tomaron el llamado microcentro
porteño, donde abundan las grandes sedes bancarias, para dejar las
cacerolas de lado y golpear las murallas de alambre y acero liviano que
rodean a las entidades.
Los cacerolazos alcanzan incluso a los aviones:
hoy el diario La Nación informa que pasajeros que viajaban
en el mismo vuelo que el canciller Carlos Ruckauf, de Madrid a Buenos Aires,
gol-pearon sus cubiertos y hasta los cinturores de seguridad. Y en Barcelona,
el cantautor español Joan Manuel Serrat, muy querido aquí,
participó con más de mil personas en un cacerolazo
frente al consulado argentino.
En menos de dos meses, desde que surgió el primer
cacerolazo espontáneo que terminó derribando al gobierno
de Fernando de la Rúa, la organización ha ido en aumento,
y también las exigencias: respuestas a la trágica situación
de más de 15 millones de pobres y al desempleo; el no pago de la
deuda externa, el cambio de rumbo de la economía y la política,
la repatriación de los fondos llevados al exterior y, siempre, la
renuncia de la desacreditada Corte Suprema de Justicia.
Crece la indignación
La indignación contra la Corte aumentó después
que algunos magistrados advirtieran que "aunque llenen las plazas con las
cacerolas no vamos a renunciar". El ministro de la Corte Eduardo Moliné
O'Connor sostuvo que se los quiere desplazar por la violencia. "Cuidado
Corte Suprema. Aquí viene una violenta", decía una pancarta
en una reciente protesta mostrando el dibujo de una paloma.
También en horas se incorporaron otras denuncias,
como las que demandan al gobierno por haberse alineado con Estados Unidos
en el voto contra Cuba en la comisión de Derechos Humanos de la
ONU.
Aunque se busca calmar a la sociedad con la aprobación
de juicio político para la Corte y con una reforma política,
y legisladores del gobernante peronismo buscan impulsar nuevamente una
marcha de apoyo a Duhalde para el miércoles o el sábado como
"expresión de la esperanza", el cansancio por la espera sin soluciones
y la furia hacen aparecer cada paso gubernamental como débil o como
una continuidad de los gobiernos anteriores, en una crisis sin salida.