TUMBANDO CAÑA
Ernesto Márquez
Se apaga el carnaval de la alegría
LA ONDA FRIA que asoló la región, una pésima organización, el abuso en las tarifas de algunos srvicios y el excesivo comercialismo en que ha caído la fiesta mayor del puerto dieron al traste con el carnaval "más alegre del mundo".
CONTRA LO ACOSTUMBRADO, gruesas chamarras, abrigos y rompevientos fueron usados por locales y visitantes para soportar el frente frío que afectó este fin de semana a la entidad veracruzana, mientras un sentimiento de incertidumbre generado por la mala organización y la excesiva comercialización de los eventos gravita ahora en torno a ésta, la fiesta popular más emblemática del puerto.
AL MENOS ESE es el sentir de muchos que ven cómo las autoridades municipales han modificado para sus fines una celebración que es de todos.
QUIZA POR ELLO, durante todos estos días, se notó una atmósfera sumisa y confusa.
Faltó júbilo, picardía, sabrosura
A LA VERSION 2002 del carnaval veracruzano le faltó júbilo, salsa, picardía, sabrosura. Pese a que desde el martes 5, con la quema del mal humor, la jarochada estaba dispuesta al refuego las cosas no se dieron.
DURANTE LOS PREPARATIVOS de la gran marcha no aparecieron disfrazados ni vestidas como antaño; la murga estuvo resguardada y los turistas que empezaron a llegar por cientos se dedicaron a beber como desesperados y a escandalizar como loquitos.
ALGUNOS CAMINABAN DESPISTADOS sin rumbo fijo por las calles porteñas o se detenían en la Plaza de Armas a escuchar a los grupitos de falsa salsa venidos de Cuba. Otros marchaban al malecón a ver los barcos llegar o se paraban en el corredor de las artesanías a comprar cualquier curiosidad. Pero en ninguno de ellos se evidenciaba que estuviera el espíritu de don Juan Carnaval.
EL VIERNES, CUANDO se coronó a la actriz Adriana Fonseca como reina de las fiestas carnestolendas y a El Astuto I como rey feo se animó un tanto el ambiente, pero por la noche un aire gélido y un Gilberto Santa Rosa desabrido motivó que muchos se fueran a sus casitas o de rumba a otros predios.
Carnaval comercial
EL PRIMER DESFILE oficial del carnaval 2002 realizó el sábado por la noche, con dos horas de retraso y un clima frío pero soportable.
FIESTA DE CONTRASTES, con una animada muchedumbre, un espectáculo mediocre y muchos personajes de la farandulita.
CARNAVAL COMERCIAL DE guerras de marcas cerveceras, refresqueras y de licores, como lo calificó la prensa local, con anuncios hasta la saciedad en paredes, postes de luz, escenarios, carrozas y, desde luego, en los minúsculos trajes de las bellas mujeres contratadas para bailar y llamar la atención sobre lo que se oferta, fue lo que prevaleció.
"ESTAN MATANDO LA fiesta", señalaba casi a gritos una señora indignada de ver cómo "el comercio se ha robado la alegría" de esta tradición eminentemente popular. "Debería haber una ley que reglamentara todo este desorden", comentaba.
"ƑY LO DE las gradas qué?" intervenía otro. "šMire que cobrar estas cantidades por ver un desfile de aparadores!"
Y ES QUE a lo largo de los casi ocho kilómetros de recorrido se instalaron gradas y butaquerío por el que se cobró de 30 a 60 pesos por espacio, donde apenas cabía una persona.
"ƑUSTED CREE QUE sea justo?" me replicaba un jefe de familia venido desde la colonia Tarimoya (al norte del puerto) con una troupe de siete hijos, cuatro sobrinos, tres hermanas, su esposa, la suegra, su mamá, el compadre y un amigo que se les unió. "Tan sólo a mí, en el mejor de los casos, este numerito me vendrá saliendo en 600 pesos, más lo del regreso."
HABIA CIERTA IRRITACION e inconformidad en la gente. A su paso por las tribunas se escucharon gritos e improperios contra Miguel Lajud Serur, tesorero del comité organizador, por permitir tales desajustes. Pero éste ni por enterado, así como tampoco se enteraron el director de Tránsito y Transporte ni el de Turismo de que los taxistas elevaron hasta en 150 por ciento sus tarifas y de que los hoteleros las incrementaron a su vez "porque con el carnaval todo sube".
Mucho frio y poco que ver
TRAS UNA HORA de estar sentado el frío empezó a calar y el dichoso desfile a tornarse monótono y aburrido. Y es que las más de 90 comparsas, incluyendo las de delegaciones invitadas, carecían de un argumento escenográfico. Todas lucían según criterio y conveniencia de la empresa patrocinadora.
SUPUESTAMENTE EL MOTIVO de decoración de los carros alegóricos estaría basado en los cien años de la modernización del puerto pero nada, muchas ni siquiera hacían referencia al mar. Así vimos a la carroza de la API, que presentó un corral sobre una plataforma, y la de la Superior, que escenificó un infierno con diablas rubias bailando entre las llamas, o la de una radifusora que en un arrebato de "originalidad" montó a unas taiboleras a las que el público vacilador les gritaba "štubo!" štubo!"
POCO QUEDA DE aquellos tiempos en que la gente salía a las calles disfrazada de lo que fuera para celebrar la fiesta de la carne y el alcohol con ingeniosas vestimentas e irreverentes parodias al son de una música diparatada. Ahora no, los escasos grupos de barrios que participaron en este desfile de marcas comerciales parecían vestir el mismo traje, tocar la misma música y danzar la misma danza en un estilo parecido de salsa o samba-batucada de dudosa procedencia escolástica.
ƑY LOS DISFRACES? Ƒlas farolas? Ƒlos juegos de banderas y cuadros paródicos?
AL CARNAVAL VERACRUZANO le urge retomar su tradición y genuina alegría. Que se le apoye y reconozca como un hecho cultural originario del pueblo y se le separe de intereses políticos y mercantiles.