ASTILLERO
Julio Hernández López
GEORGE W. BUSH le acaba de pegar un buen susto al mercado cambiario japonés, al anunciar alegremente, ante los medios que difundían sus palabras en vivo, que estaba negociando la devaluación -y no la deflación, como en realidad quería decir- con el primer ministro de aquella nación asiática. Vicente Fox, a su vez, provocó ayer conmociones políticas en la devaluada bolsa mexicana de valores políticos cuando, ante industriales jaliscienses, se permitió el lujo de tratar al Honorable Congreso de la Unión como adolescente necesitado de correcciones presidenciales.
DESGRANABA EL Presidente un discurso hecho a la medida del interés de su muy estimada audiencia. Les hablaba de esfuerzos compartidos, de ayudas: "Somos, entonces -decía en el salón México del Hilton Guadalajara-, aliados en esta lucha por México, y debemos trabajar juntos. Por eso también hemos tomado la decisión y el acuerdo, junto con los empresarios y los industriales del país, de modificar la situación que prevalece en materia de gas natural. Mañana se anunciará formalmente el acuerdo, pero es básicamente el que hicimos con ustedes".
Y, ENTONCES, en ese mismo contexto de la discrecionalidad chicharronera con que el presidencialismo de siempre puede ayudar a sus amigos (con minúscula o con mayúscula), simplemente anunció: "De igual manera, vamos a trabajar para hacer ajustes y correcciones a la reforma fiscal de diciembre próximo pasado". Los escuchas estallaron entonces en aplausos.
ASEGUNDOLES EL preciso a los inombrados legisladores federales, con el tono de quien se cansó de reparar maldades y pasa ahora a la etapa del convencimiento mediante nalgadas: "Que conste, el Ejecutivo federal propuso en marzo del año pasado una reforma fiscal, y el Congreso federal dispuso una reforma muy diferente a la original". No dejó constancia en ese momento de alguna iniciativa de ley que pensara enviar para que el malcriado Congreso se abstuviera en el futuro de andar aprobando reformas distintas a las emanadas del dedo presidencial. En cambio, agregó, cual madre abnegada que ha de hacer la cena a los críos a pesar de sus diabluras: "Vamos entonces a trabajar para tener una reforma fiscal moderna, profesional y eficiente".
Ƒ"AJUSTES Y correcciones" a lo que el Congreso acordó en diciembre en ejercicio legítimo -aunque fuese mal hecho- de su soberanía? ƑAfinación, alineación y balanceo al carro legislativo? ƑUna ajustadita al motor y un apretoncito a la carrocería? ƑPuede corregir el Poder Ejecutivo al Legislativo? ƑEl Presidente es superior a los legisladores, y por ello les puede arreglar lo que defectuosa o erróneamente hubieran hecho?
RODOLFO ELIZONDO hubo de entrar al quite en cuanto terminó el acto formal, para advertir a los periodistas que el Presidente no quería decir que estuviera preparando una propuesta de enmienda para que el Congreso la analizara. El vocero presidencial juraba y perjuraba: "Eso está totalmente descartado, no hay tal posibilidad, no está pensada y, por lo tanto, no se va a regresar la reforma". En realidad, dijo, el mandatario lo que había anunciado ante los industriales jaliscienses era nada más el ejercicio natural de facultades y atribuciones que tiene en materia fiscal. Ajustes, decía el duranguense, con el propósito de alentar la inversión y el desarrollo del país, sobre todo en cuanto a la creación de empleos. ƑY lo de la reforma fiscal "moderna, profesional y eficiente"? Bueno, en realidad, hay "pláticas" entre miembros del gabinete y coordinadores de bancadas legislativas y dirigentes partidistas "para que en el largo plazo" se consiga tal propósito.
(PERMITASELE A este tecleador abundar sobre la discrecionalidad chicharronera con que Los Pinos sigue actuando hoy, como ayer, al más puro estilo priísta: el año pasado, el proyecto del vocero presidencial, que fue Francisco Ortiz Ortiz, asignó a su contentillo parte del presupuesto destinado a publicidad en medios de comunicación, favoreciendo, por ejemplo, a quienes tenían afinidad ideológica o docilidad operativa, aunque su circulación fuera menor que otros que resultaban molestos al proyecto de quien hoy continúa como promotor de la imagen presidencial a partir del prototipo de Pancho Pantera, la marca comercial que el citado Ortiz había promovido entusiastamente antes de su conversión al foxismo.)
NO A UNA escuela correccional de menores, sino a un asilo para ancianos infractores habría de llevar el presidente de Coparmex, Jorge Espina Reyes, a los líderes sindicales de empresas paraestatales, a los que acusa de abusar durante muchos años ("décadas", dijo) en materia de contratos colectivos de trabajo, imponiendo condiciones lesivas al interés nacional. Hace unos días, sin embargo, el presidente Fox hizo un elogio de esos líderes, y del movimiento cetemista, en un acto encabezado por Leonardo Rodríguez Alcaine, el senecto dirigente durante décadas del sindicato de trabajadores electricistas.
EN OTRA paraestatal, el ISSSTE, no se habla en estos momentos de escuelas ni de asilos, sino de pistas de aterrizaje. El prolongado pleito entre los dos presuntos ganadores de la contienda por el liderazgo de los trabajadores de ese instituto ha devenido en acusaciones a diestra y siniestra sobre "aviadores", que a cuenta de comisiones o permisos sindicales se la pasan sabrosamente sin hacer nada (a lo mejor ni siquiera participan en la campaña de Madrazo-Gordillo, lo que entonces sí sería criminal).
HABLANDO DE criminales, el director de la DEA, Asa Hutchinson, sufrió ayer para negar que los hermanos Arellano Félix reciben protección policiaca en Estados Unidos. Según el funcionario, tal cobijo oficial se da solamente en México, y no en el impoluto país vecino. Cinco veces fue requerido por periodistas para que explicara los mecanismos de protección que permiten a los citados exportadores mexicanos andar tranquilamente por California y sus alrededores.
MENOS COMPLICADO, el jefe de la Gestapo chilanga (en formación), Marcelo Ebrard, se lanzó ayer contra la morosidad de los directivos bancarios en reportar asaltos a la policía capitalina. Dijo, incluso, con gran desparpajo jurídico, sin pruebas o indicios formales a la mano, que se presume que "en algunos casos exista la posibilidad de complicidad con empleados de los bancos".
Y, POR desgracia, el tiempo y el espacio harán que no se toquen a profundidad (y sin correctivos) dos temas interesantes surgidos el día de ayer: la orden judicial para que el Ministerio Público Federal abra en 24 horas la investigación sobre el 68, y la parte del segundo informe de José Luis Soberanes en la que plantea la necesidad de regular las actividades de militares en tareas de seguridad pública, y de actualizar la ley de seguridad nacional. Aquí nos encontraremos mañana, esperando que mengüe el número de correos que critican lo que este tecleador escribió el miércoles respecto a Jacobo Zabludovsky y su premio de periodismo.
Fax: 55 45 04 73 [email protected]