Justifica el delegado la presencia de rejas y plumas
Pide Ortega un programa integral de prevención del delito en la GAM
BERTHA TERESA RAMIREZ
El jefe delegacional en Gustavo A. Madero, Joel Ortega Cuevas, dijo que retirará las rejas que obstruyen la vía pública en la demarcación sólo si se garantiza a los habitantes que se van a combatir los delitos de mayor incidencia en la zona.
Para Ortega Cuevas la obstrucción de las calles expresa un sentimiento de impotencia frente al hampa, para lo que se requiere un programa integral de prevención del delito en el que participen la Secretaría de Seguridad Pública, la Procuraduría General de Justicia capitalina, las autoridades delegacionales y los vecinos.
La reapertura de las calles cerradas requiere necesariamente de conciliar con los vecinos el retiro de los objetos que obstruyen el paso de personas y vehículos, pero sobre todo ofrecerles garantía plena de que se instrumentarán operativos policiacos de seguridad y prevención del delito, así como equipamiento con alarmas y automatización de zaguanes.
En el caso de la colonia Lindavista, el retiro de rejas y plumas debe considerar un control del impacto tan fuerte que tiene el paradero Indios Verdes, "si no sería una quimera hablar de quitar algo si no somos capaces de dar seguridad", indicó.
En las colonias Lindavista y Residencial Aragón el robo a casa habitación, el delito de mayor incidencia, se llegó a realizar "con modos que dejaron muy resentida la epidermis social, sobre todo porque hubo casos en los que se presentaron asaltos con violaciones y golpizas brutales a miembros de las familias".
Lindavista tiene un problema muy complejo, ya que si bien son raros los asaltos a casas habitación, "para lo cual han servido las rejas", la colonia lidera el robo con violencia de vehículos, delito que por cierto no ha descendido, a pesar de que desde hace dos meses la Policía Federal Preventiva (PFP) patrulla las avenidas Montevideo e Instituto Politécnico Nacional.
Ello debería hacer reflexionar a los vecinos sobre la pertinencia o no de que continúe la obstrucción de las calles. De hecho, en estos momentos hay más personas que están en favor de que se retiren los obstáculos, pero el problema es complejo, ya que además de la seguridad pública existe el problema de que en esa colonia existen 102 escuelas privadas, "lo que significa que se tengan más planteles que manzanas y, en consecuencia, los vecinos saben que si se retiran las rejas los centros educativos harán de Lindavista un gran estacionamiento".
Esa situación, indicó, requiere también de exigir a las escuelas que se comprometan a contar con transporte escolar, porque el número de vehículos que circula por esa colonia durante las horas pico rebasa los 3 mil vehículos, sólo en las zonas escolares, sin contar el tráfico normal.
El funcionario indicó que hay rejas que son críticas y otras que no lo son tanto, en lo particular, añadió, "me pronunciaría porque analizáramos con mucho cuidado las calles cerradas en la zona que colinda con el paradero Indios Verdes, porque esa terminal presenta fenómenos que impactan severamente a la colonia".