La renuncia de Duhalde no es la solución: Carrió
En Argentina, rumores golpistas hablan de "solución político-militar"
STELLA CALLONI CORRESPONSAL
Buenos Aires, 25 de febrero. En otra semana que se anuncia difícil para Argentina, con indicadores económicos que siguen empeorando y una protesta social cuyo tono sube cada día, de nuevo circularon rumores golpistas que hablan de una "solución político-militar" a la crisis en que está hundido el país.
Estos rumores se aprovecharon de declaraciones del presidente brasileño Fernando Henrique Cardoso divulgadas este lunes aquí, en las que el mandatario advirtió sobre "el riesgo de ruptura" democrática en Argentina si el gobierno de este país no es apoyado por la comunidad internacional.
Cardoso, que habría hecho estas declaraciones durante una gira por Europa, también adjudicó a su par argentino Eduardo Duhalde "una intuición bastante aguda sobre el alcance de la crisis, así como la calidad necesaria para el ejercicio del cargo".
Pero las usinas de rumores sólo tomaron su advertencia para destacarla, en una campaña de prensa que analistas locales atribuyen a los grupos de comunicación ligados al aparato del ex presidente Carlos Menem.
Un ejemplo de esta campaña es la ex estatal Radio 10, virtualmente entregada por Menem durante su gestión (1989-99) a un grupo de periodistas ligados con la pasada dictadura militar y enrolados en la ultraderecha. Por esta emisora, a lo largo del día, el periodista Daniel Hadad y su equipo difunden informes alarmantes sobre la incapacidad de este gobierno, o presuntos llamados de radioescuchas que piden "el regreso" del ejército.
En este contexto, en una referencia a la masiva protesta popular, voceros del Fondo Monetario Internacional (FMI) expresaron hoy su "preocupación" por una "sobrereacción en contra de la clase política", en momentos en que la movilización popular se acentúa a medida que se conoce el entramado económico que llevó a Argentina a la ruina.
Hoy, cientos de ahorristas siguieron caceroleando frente a los bancos donde siguen encerrados sus depósitos, mientras cientos de desocupados se apostaron frente a empresas como la petrolera española Repsol-YPF, para protestar contra el aumento a los combustibles decidido por esas empresas en abierto desafío al gobierno.
Lo que hoy se exige a esas compañías, destacan analistas, es una ínfima parte de las enormes ganancias obtenidas tras hacerse de empresas a precios de saldo durante la fiebre privatizadora del menemismo.
Pero muchos se resisten a escuchar lo que dicen las calles, con sus cacerolazos, llaverazos y piquetes (cortes de ruta). Así, tres de los nueve integrantes de la Corte Suprema, envuelta en escándalos de corrupción y cuya renuncia piden manifestantes todos los jueves, recusaron hoy a diputados de la comisión de juicio político que analiza la acusación contra el máximo tribunal.
En esta situación, desde varios sectores se advierte que una renuncia de Duhalde no es la solución. Elisa Carrió, diputada de Alternativa para una República de Iguales y la figura política de mayor popularidad, dijo que a pesar de las diferencias con Duhalde, "no boicoteamos al gobierno", porque una salida intempestiva de éste también podría significar una expulsión de la democracia.
En cambio, Carrió estima que es urgente ayuda externa, pero hoy mismo el FMI -que en una década de monitoreo económico argentino no pudo prever la crisis- insistió en que dará asistencia financiera hasta que haya un plan que lo convenza y que todavía no es momento de ayudar a este país. El organismo, algunas de cuyas condiciones ya se cumplieron, exige más recortes de gastos publicos y de la ayuda a las provincias, así como cambios fiscales, en momentos en que la recaudación cae en picada.
Si algo faltaba a este entramado es que el general Ricardo Brinzoni, titular del ejército, reconoció que grupos financieros militares se reunieron con representantes de poderosos grupos económicos, como había denunciado el periodista Miguel Bonasso.
Esto ocurre justamente cuando Duhalde habla de hacer pagar impuestos a las grandes empresas con altos rendimientos, para enfrentar la emergencia social.
En el contexto de las reuniones de militares y empresarios, trascendió el rumor de que el economista ultraliberal Ricardo López Murphy, ex ministro del gobierno de Fernando de la Rúa, podría ser la "pata civil" de una asonada militar.