CUIDAD PERDIDA
Miguel Angel Velázquez
LA PRIMERA batalla, y quizá una de las más grandes, entre Carlos Madrazo y Andrés Manuel López Obrador empieza a perfilarse en un asunto donde va de por medio buena parte del futuro de la ciudad de México.
UNO DE los empeños de mayor envergadura en el horizonte político de quienes han gobernado diferentes áreas del Distrito Federal en los últimos años ha sido lograr que la capital se convierta en una entidad con todos los derechos y todas las obligaciones que imponen las reglas políticas establecidas en el país.
DESDE LUEGO este asunto ha creado controversias y opiniones divergentes en todos lo ámbitos de la vida capitalina, pero aun quienes han estado en contra de las reformas entienden la necesidad de crear los instrumentos de gobierno suficientes para dar viabilidad política a la ciudad.
POR ELLO, y por mayoría de la Asamblea Legislativa, se envió al legislativo federal la iniciativa de reforma política del DF, y entre que son peras o manzanas, el documento de la ALDF ha sido frenado en el Senado de la República, esa inmensa masa de necedades convertida en un gran muro donde cualquier posibilidad de crear ambientes de justicia simplemente rebota.
AUNQUE LLEVA ya algunos meses en el refrigerador, existía la posibilidad de reactivar en algún momento la iniciativa. Discusiones, reuniones de miembros de los diferentes partidos, esbozo de acuerdos y muchos más puentes entre los senadores y diputados federales y locales se han dado para calentar esa posibilidad que hoy, con un nuevo horizonte político por los cambios en el PRI, se ha desechado casi totalmente.
Y ESTO no quiere decir que la propuesta sea mala o carezca de los elementos necesarios en lo político para que pueda ser aprobada. Se trata únicamente de los rencores entre los dos personajes tabasqueños ubicados, otra vez frente a frente, en el crucero del peligroso sendero hacia el poder.
LOPEZ OBRADOR no podrá hacer mucho para tratar de mover la mole PAN-PRI que, con el triunfo de Madrazo, se ha solidificado para no permitir que pase la iniciativa o, mejor dicho, para evitar que el gobierno de López Obrador se prestigie.
LA INICIATIVA de reforma se fue a la congeladora a petición priísta, porque la suerte del paquete legislativo que la contiene debería correr la misma suerte que le diera la reciente votación interna en el PRI.
HOY, Y esto viene de muy buena fuente, la reforma pasará de la congeladora al cesto de la basura, y aquí no importa qué tan buena o qué tan mala pueda ser o cuántos beneficios podría traer a la población; aquí lo que importa es la venganza de Madrazo contra López Obrador, a quien debe buena parte de la percepción popular que lo ubica dentro de la porqueriza de la política mexicana.
LO QUE Madrazo parece no tener en cuenta es que López Obrador también es hombre de rencores y venganzas y no dejará agravio sin responder. Lo malo de todo esto es que la gente del Distrito Federal quedará en medio de este pleito, donde la gente y la política deberían ser lo más importante, aunque sea lo que menos les importa.
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