En 2002 han sido despedidos sin justificación 17 trabajadores, acusan afectados
Denuncian clima de terror laboral en la Uia
Los directivos de la institución tratan de impedir la renovación sindical, expresan
JOSE GALAN
Diecisiete trabajadores y académicos de la Universidad Iberoamericana (Uia), vinculados a labores sindicales dentro de la institución, han sido despedidos desde el pasado primero de enero por las autoridades universitarias, que encabeza el sacerdote jesuita Enrique González Torres y que han sembrado "un clima de terror laboral".
La universidad ha reiterado que no ofrecerá comentario alguno al respecto, pero los trabajadores denunciaron que, además, a 40 de sus compañeros se les suspendió el servicio de correo electrónico; a Julia González Valencia, Octavia Lara Alarcón y Maricela Andrade se les despidió en represalia por responsabilizar a González Torres -en entrevista publicada por La Jornada- de cualquier daño en su persona o sus familias.
Otras tres académicas fueron despedidas el primero de marzo tras ser citadas por Efraín Benítez, de la oficina de personal, quien les notificó la decisión de la universidad de "prescindir de sus servicios" sin causa justificada y por razones sindicales.
Se trata de Sonia Bacha, académica de la biblioteca; Tere McKelligan y Florinda Riquer, ambas del Departamento de Ciencias Sociales y Políticas; esta última es coordinadora del posgrado en Ciencias Sociales. Fue ratificada en enero de este año por su "excelente desempeño académico". Riquer fue secretaria general del sindicato de la Uia de 1985 a 1987; los trabajadores la consideran "líder moral" de la organización sindical.
González, Lara y Andrade denunciaron que los directivos universitarios intervienen en la vida interna del sindicato, primero en su intento por relevar a Arturo Alcalde como asesor legal, "en clara intromisión avalada por el comité ejecutivo, absolutamente leal a la política de la autoridad".
De hecho, el abogado no ha sido restituido en sus funciones, a pesar de que fue una decisión de la asamblea general de trabajadores, adoptada en enero pasado. "Claramente, el comité desobedece un mandato de quienes representa y, en cambio, obedece un mandato de la autoridad".
Además, "se despide sin razones a todos aquellos que la autoridad percibe como posibles candidatos a conformar una nueva planilla que renueve el comité actual, que debe ser remplazado en un proceso electoral interno, que comienza este mes. Sin otra opción, es probable que aquellos que ahora ejercen funciones directivas sean relectos sin oposición alguna.
"En definitiva, el clima laboral de la Uia está aterrorizando a mucha gente y, con ello, se impide el trabajo cotidiano. Todos esperan una llamada del departamento de personal, y es que sin la asesoría y defensa del sindicato hemos quedado totalmente desprotegidos.
"Esta vez, como nunca antes en la historia de la Uia, los trabajadores estamos maniatados para defendernos y defender a la universidad."