El presidente palestino manifestó su disposición a reanudar el diálogo con Tel Aviv
Israel cesará confinamiento de Arafat, pero recrudecerá ataques a Palestina
Se convocó a reservistas para aumentar la seguridad en asentamientos judíos, anuncia el ejército
REUTERS, DPA, PL Y AFP
Jerusalen, lunes 11 de marzo. El primer ministro israelí, Ariel Sharon, dijo este domingo que el presidente palestino, Yasser Arafat, "ha cumplido con las condiciones" impuestas para que se levante su confinamiento en la ciudad cisjordana de Ramallah, aunque poco después el gabinete de seguridad dispuso incrementar las acciones militares contra objetivos palestinos, en respuesta a los atentados que el sábado costaron la vida a 12 israelíes y dejaron heridos a otros 150.
El anuncio de Sharon, calificado por la Autoridad Nacional Palestina (ANP) de "paso atrás", se produjo luego de que Arafat manifestó su disposición a reanudar el diálogo de paz con Israel inmediatamente, pese, dijo, a la humillación continua que sufre el pueblo palestino.
Por lo pronto, la ofensiva israelí contra Palestina se mantuvo este domingo, con saldo de al menos seis palestinos y dos israelíes muertos. El ejército israelí atacó, con apoyo de aviones de combate y helicópteros, la ciudad de Gaza, donde destruyó las oficinas centrales de Arafat; igualmente bombardeó oficinas del gobernante palestino en Nablus, Cisjordania, así como un edificio de los servicios de inteligencia en Beitunia, cerca de Ramallah.
En las primeras horas de este lunes, medio centenar de tanques, vehículos blindados y excavadoras israelíes ocuparon la totalidad de la ciudad autónoma de Kalkiya, al norte de Cisjordania.
El domingo se reportó además la muerte de dos palestinos, al explotar el vehículo en que viajaban en la entrada sur de Jerusalén; asimismo, un israelí resultó herido por disparos realizados por un solo hombre en una discoteca aledaña a una sinagoga en Ashdod, sur de Israel; la policía detuvo a un palestino sospechoso de ser el autor del ataque.
Al subrayar que la ofensiva continuará, el jefe del Estado Mayor, Shaul Mofaz, dijo que se convocó a reservistas para incrementar la seguridad en los asentamientos judíos, luego de señalar que desde la ocupación por parte del ejército del primer campamento de refugiados de Cisjordania, el 28 de febrero, murieron 200 palestinos y fueron detenidos mil 200, de los que 200 eran buscados por Israel.
Durante una ceremonia militar, Sharon expresó que "se han cumplido las condiciones" para que Arafat salga de Ramallah, y "hay que respetar nuestro compromiso".
Tel Aviv sometió a Arafat a un virtual arresto domiliciliario en Ramallah, el pasado 3 de diciembre, tras una ola de atentados antisraelíes. Hace un par de semanas autorizó a Arafat a salir de sus oficinas, pero condicionó su plena libertad de movimiento a la detención de los responsables del asesinato de Rehavan Zeevi, ministro israelí de Turismo, ocurrido en octubre pasado. Los servicios secretos palestinos detuvieron el sábado a un quinto implicado en el homicidio de Zeevi.
Pero Sharon no precisó cuándo recuperará Arafat su libertad de movimiento; se limitó a señalar que después de lo ocurrido el sábado "no pudimos aplicar inmediatamente nuestros compromisos", en alusión a sendos atentados en Jerusalén y Netanya, que causaron 13 muertos israelíes y 150 heridos.
"Pero al final del día creo que las condiciones existirán, en las que podamos hacer esto. Dije que una vez que fueran arrestados se le permitirá salir", agregó.
La radio pública, que citó a responsables israelíes, indicó que el líder palestino será autorizado a salir de Ramallah antes de la llegada a la región del enviado de Estados Unidos para Medio Oriente, Anthony Zinni, el jueves entrante.
Una fuente política israelí mencionó que una decisión formal para poner fin a las restricciones podría tomarse en unos días, pero Arafat necesita hacer una petición por separado para viajar a la cumbre de la Liga Arabe, en Beirut, los días 27 y 28 de marzo, en la que discutirá una propuesta de paz de Arabia Saudita.
Sharon también confirmó su anuncio del viernes pasado, de que renunció a exigir siete días de calma total como condición previa para reanudar negociaciones con los palestinos, con la mediación de Estados Unidos, debido al nivel extremadamente elevado de terrorismo y porque el incremento de la ofensiva militar israelí hace imposible una calma completa.
Aunque Sharon aseguró que realizará todos los esfuerzos necesarios para alcanzar un cese el fuego, advirtió que el ejército israelí seguirá con sus operaciones si continúa el terrorismo.
En respuesta, la Unidad Nacional-Israelí Beitenu, compuesta por dos partidos, anunció su decisión de retirarse del gobierno. Un portavoz de esa formación dijo que sus siete diputados, incluidos un ministro y un viceministro, abandonarán la mayoría cuando los comités centrales de ambos partidos confirmen, el lunes, esa salida decidida por el grupo parlamentario.
El portavoz de la ANP, Ahmed Qurea, consideró que la intención de Sharon de levantar las restricciones sobre Arafat "constituye un paso atrás" por parte del gobierno israelí. Atribuyó la decisión de Israel a la presión ejercida por Estados Unidos, Europa y los países árabes, y resaltó la importancia de la resistencia palestina.
En declaraciones a la televisoar italiana Rai, Arafat dijo que está dispuesto a reanudar el diálogo de paz con Israel, pero estimó indispensable una intervención internacional "rápida, firme y concreta". Agregó que el plan saudita de paz ya cuenta con una amplia aprobación de Europa, Rusia y el Movimiento de Países No Alineados, y añadió que los palestinos están dispuestos a aplicar los planes Tenet y Mitchell.