Representaron un panteón para condenar
más de 270 crímenes sin resolver
Para las muertas de Ciudad Juárez, 10 horas
de espectáculo en el Zócalo
Con el lema Justicia para las mujeres se efectuó
la Feria Internacional
Actuaron el Octeto de Violonchelos, Betsy Pecanins,
Regina Orozco, Margie Bermejo, Ely Guerra y Cecilia Toussaint
MARIANA NORANDI ESPECIAL
Con el lema Justicia para las mujeres, este sábado
se inauguró en el Zócalo capitalino la Feria Internacional
de la Mujer, en la que diversas organizaciones informaron sobre sus actividades
y servicios prestados a la población femenina.
Este año, el tema central lo constituyen los asesinatos
de mujeres en Ciudad Juárez. Se instaló un panteón
simbólico para condenar la impunidad de los más de 270 crímenes
sin resolver. La parte musical contó con la presencia de destacadas
mujeres que, a través de sus diversas propuestas musicales, convocaron
a un gran número de público durante 10 horas de espectáculo.
La primera actuación estuvo a cargo del Octeto
de Violonchelos. Estas ocho mujeres inauguraron el escenario musical con
las notas más clásicas y académicas de la jornada,
suavizando con sus cuerdas la sensación que producían las
altas temperaturas que se vivieron a primeras horas de la tarde.
Tras este octeto, el turno fue para una gran voz: Betsy
Pecanins, quien hizo un recorrido por distintos géneros musicales,
en el que el blues fue el gran protagonista. Algunos de los temas que cantó
fueron Soy un hombre, Donde voy y La tequilera, con
la que homenajeó a Lucha Reyes. A pesar de que Betsy se presentó
en el escenario con un problema de cuello, mostró soltura y estuvo
muy comunicativa con el público. Bailó, tocó la armónica
y se despidió con una bellísima versión de Hey
Jude de The Beatles.
Una celebración es cantar
En entrevista, platicó de su alegría por
presentarse en esa fecha en el Zócalo: "La mujer ha luchado mucho
para ocupar el lugar que tiene en la sociedad y es bonito celebrarlo, y
para mí una celebración siempre es cantar".
Después del blues de Betsy llegó el pop
salsero de Niurka Curbelo. Esta cantautora cubana cantó ritmos muy
sabrosos así como baladas íntimas. Ay amor, Juro
y Concédeme el deseo fueron algunos de los temas que pudimos
escuchar. Platicando con Niurka comentó que la diferencia entre
una mujer cubana y una mexicana "son las caderas". Sobre la mujer cubana
y el turismo sexual opinó: "No estoy de acuerdo con ese planteamiento
porque putas hay en cualquier lugar. Creo que es un vacilismo de algunas
mujeres, y no le echo la culpa al gobierno de eso porque cada quien escoge
el camino que quiere seguir".
La parte teatral y divertida llegó de la voz de
Regina Orozo. Como salida de una película de Almódovar, presentó
humor irónico e inteligente con lo que, aunado a su gran personalidad,
hizo reír al público durante toda su actuación. Acompañada
por Los Tigres de Sumatra realizó una parodia de las injusticias
que sufre la mujer con el tema Porque soy mujer. Le cantó
a las salsas de tacos en La salsa del molcajete y criticó
los modernos productos de dieta y las actuales obsesiones por adelgazar
en "el rap de la coca light", tema de su próxima producción
La
megabizcocho. Al final, Regina cantó a la mascota de su hija
Izta, una perra azteca, con los pocos pelos que tiene pintados de azul
y playera de corazón. Le dedicó el tema Qué bonito
amor. La cantante comentó que en el escenario se siente la energía
femenina: "No sé si es que todo el mundo viene buscando la energía
femenina, pero se siente una algo fuerte y que exige más".
Cuando el día caluroso se había transformado
en una tarde fresca y ventosa salió Margie Bermejo. Su actuación
fue variada y temperamental. Esta voz, excelente para el jazz, pero también
exploradora de otros géneros, incluyó en su repertorio: La
zorra, pieza jazzística dedicada a la ciudad; Comenzar de
nuevo, tema de un autor brasileño compuesto para un congreso
de la mujer, y finalizó con Azul de Agustín Lara .
Acabada su actuación comentó: "Me sentí muy contenta
por cantar en el Zócalo en este día. Me parece muy importante
porque, dada su situación en nuestro país, estos eventos
sirven para estimular la lucha de las mujeres".
Gran convocante de fans
Pero si hubo una mujer que convocó gran cantidad
de admiradores fue Ely Guerra. Recién llegada de Argentina y Chile,
la roquera presentó canciones y una puesta en escena que cautivó
a sus fans. Yo no, dedicado a las muertas de Juárez;
Profundidad,
Silencio y Vete, pensando en los taraumaras, fueron algunas
de sus rolas. Creadora de un rock actual, sugerente e intimista, la cantante
se entregó al público con el mismo entusiasmo que la gente
le demostró.
Respecto del tema Yo no dijo: "La canción
habla del respeto. A mí me parece que las agresiones que han sufrido
las mujeres en Juárez tienen que ver con el poco respeto que se
les tiene. Lo peor es que nuestros gobernantes no hacen nada. Juárez
es la ciudad de la impunidad. Es un lugar donde cualquiera puede ir, matar
a una mujer y salir impune".
Después de Ely, el escenario volvió a calentarse
a ritmo de rock con una de las roqueras más emblemáticas
de México: Cecilia Toussaint. Cinco amigos, Sombra,
Juramento
o Latin funk movieron a un público que ya llevaba varias
horas en el Zócalo. La cantante agradeció la paciencia de
la gente y defendió la humanidad más que el día de
la mujer: "Más allá de sexos yo voto a favor de la humanidad
y el respeto".
La fiesta acabó con el sabor de La Sonora de Margarita,
que hizo bailar al público hasta las 10 de la noche, cerrando una
jornada en la que las participantes demostraron talento y creatividad suficiente
para no ocupar lugares secundarios en el ámbito artístico
y musical.