Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Jueves 14 de marzo de 2002
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TUMBANDO CAÑA

Ernesto Márquez

Africa, orígen de la palabra

TIENE RAZON DON Enrique Buenaventura cuando dice que si en alguna parte del mundo se levantó la Torre de Babel fue en Africa, ya que la cantidad de lenguas y dialectos que se hablan en el continente negro es formidablemente cuantiosa.

YA EN SUDAN encontramos más de una docena de lenguas sin contar los dialectos, y si bajamos a la tierra de los bantús encontramos el dovala, el fang y el kikongo, el sonhai y el khigisan; en fin, allí en Africa nació la palabra y aunque a algunos les duela y a otros les consuele, Africa fue la cuna de la humanidad, la cuna de la civilización.

"SI ADAN Y Eva existieron fueron negros y, cuando hablaron, hablaron bámbara, peul, mandé o mandinga", precisa el maestro Buenaventura

ESTA CUASI INFINITA variedad de lenguas y dialectos fue utilizada por los negreros para despojar de "lengua" a los esclavos, es decir quitarles la identidad. Quedaron palabras sueltas, decires, proverbios, pero no quedó lengua, ni siquiera en Haití donde crearon una: el creole, que mezcla el francés, inglés, restos de dialectos africanos y palabras inventadas que cambiaban constantemente para que el blanco no los entendiera.

BUENAVENTURA, QUIEN ES dramaturgo, escritor y un inquieto por estos temas, afirma que es en Africa donde nace la lingüística, especialmente entre los Dogón, quienes elaboraron toda una teoría del lenguaje verbal.

"PARA ELLOS ?NOS dice? había unos que tenían la palabra y otros que no la tenían. No la tenían los niños ni los animales, salvo el gallo que grita de alegría anunciando el sol. Las palabras son vivas, sinceras, falsas o palabras muertas, aquellas que se murmuran o se dicen de dientes para dentro o de dientes para fuera. Mucho antes de que los lingüistas descubrieran que la palabra es acción los dogones ya lo sabían: 'El acto ?decían? es la materialización de la palabra, su florecimiento'. Para ellos los componentes de la palabra están 'hundidos' en el cuerpo y son 'agua' y cuando el hombre habla, esa agua ha sido 'calentada' por el corazón y sale como un vapor invisible. Si el hombre 'se guarda' la palabra, ésta se 'enfría' pero es posible 'recalentarla'. Finalmente, los pensamientos que no se expresan en palabras,sencilalmente no existen."

FINO ENTENDIMIENTO DE algo que por ser natural es cotidiano y de lo que los antiguos (y actuales) africanos sabían como bien emplear.

MUY POCO SE sabe de Africa y su cultura, lo "mucho" que nos ha llegado ha sido manipulado, distorsionado o acondicionado según los intereses de quienes han manejado tal información.

"DESDICHADO EL PUEBLO que no tiene historia", dice un escritor francés: los negros africanos la tenían pero les fue arrebatada, ocultada, borrada, en el devenir de los años. Quienes se encargaban de contar las historias en Africa occidental eran los griots, maestros del buen decir, como señala la tradición sudanesa, que surgen espontáneamente dentro de la comunidad, sin selección previa, sin privilegios de casta, ni vasta acumulación de conocimientos pero capaces de levantar en vilo a cientos de personas merced al don de la palabra, al ritmo impreso de la voz, la verdadera orquestación de sonidos vocales.

YA EN EL siglo XVI la historia de Africa empieza a escribirse en árabe. Por ello nos enteramos del renacimiento del imperio de Ghana, fundado en el siglo IV por bereberes como está escrito en el Tarikh, en Sudán, imperio que se extendía desde el Atlántico hasta la región de los Grandes Lagos, situado al oeste de Timbuctú.

CUAN DRAMATICO HUBO de ser el cambio forzado de vida y la defensa de los valores culturales y religiosos bajo el sometimiento de la trata esclavista en tierras extrañas. Muchos de los que fueron traidos a la fuerza no tuvieron más remedio que adaptarse, otros no lo soportaron, morían en la brega o se suicidaban. Hecho que al negrero no le importaba porque solamente eran "piezas" y por lo mismo eran remplazables con más cargamentos, asinados en las sentinas de los barcos españoles, ingleses, holandeses, alemanes...

"LA BARBARIE Y las atrocidades excecrables perpetradas por las naciones que se llamaban cristianas en todas las regiones del mundo y contra todos los pueblos que han podido subyugar, no tienen paralelo en ninguna otra era de la historia universal por salvaje, grosera implacable y desvergonzada", declaraba el historiador Howit en Colonisation and christianity, Londres, 1838.

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