Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Martes 19 de marzo de 2002
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Sociedad y Justicia
Pide el premio Nobel a gobiernos mejorar la coordinación y canalizar más recursos

El Distrito Federal ya no es la ciudad más contaminada del mundo: Molina

En la actualidad el problema más serio es la presencia de partículas suspendidas y el ozono

Asegura el investigador que por el momento no es recomendable quitar el Hoy no circula

ANGELICA ENCISO L.

Aunque la ciudad de México ya no es la más contaminada del mundo, el problema aún es serio, porque está en juego la salud de la población, sostiene el premio Nobel Mario Molina. Para resolver esta situación, afirma, es necesaria mayor coordinación entre los gobiernos involucrados, aplicar con eficacia las medidas para combatir la infición y destinar recursos económicos.

Se debe entender que la atención a la contaminación ambiental "no es un lujo" y los recursos no deben ser una limitante para la aplicación de las medidas contenidas en el Proaire 2002-2010, porque a la larga "esto saldrá más barato", asevera el especialista, quien desde hace tres años realiza investigaciones sobre el medio ambiente de esta urbe, y que hoy presentará el libro La calidad del aire en la megaciudad de México: una evaluación integrada.

En entrevista, destaca que el problema más serio en este momento es la presencia de partículas suspendidas y el ozono. Además, asegura que todavía falta mucha investigación sobre el tema.

-¿Cuál es la situación actual de la contaminación en la ciudad de México? -se le interroga.

-Continúa siendo un problema serio, y ya podemos documentar efectos en la salud de la población del valle de México. Se han dado avances en la reducción del plomo y el azufre en el aire, que eran problemas importantes, y esto se logró con el cambio de combustibles. Mientras que para controlar el monóxido de carbono se pusieron convertidores catalíticos en los automóviles. Estos son los aspectos que se han resuelto.

"El ozono y las partículas suspendidas han sido más difíciles de resolver. En estos casos no se trata sólo de cambiar el combustible, sino que son contaminantes que se forman en la atmósfera. Son productos secundarios, no primarios. Hay que tomar medidas más drásticas. Las estadísticas relacionan las partículas suspendidas con un incremento en la mortalidad, mientras que hay una relación estrecha del ozono con la morbilidad. Sabemos que hay efectos en la salud por estos dos contaminantes y que están por arriba de lo deseable, desde un punto de vista de salud pública.

El Hoy no circula no funcionó muy bien

"No es sólo molesto respirar aire contaminado, sino que realmente hay un costo real en la sociedad. Hay un efecto real en mortalidad infantil y en la gente de mayor edad. En el mundo no se sabe cuáles son las partículas más dañinas, sólo vemos por estadísticas que son las más pequeñas, pero ¿es el humo negro que sale de los camiones, es el azufre? No se sabe. Falta investigación.

-¿Las medidas que se han adoptado en la ciudad de México han sido correctas? Por ejemplo, el establecimiento del Hoy no circula.

-No todas han sido correctas. Algunas han funcionado. Pero, por ejemplo, la mitad de los automóviles no tienen convertidor catalítico, y hay vehículos viejos que contaminan lo de 50 o 100 nuevos. No todas las acciones se instrumentaron de manera eficiente, y hay que diseñarlas para que funcionen.

"Medidas como el Hoy no circula no funcionaron muy bien. La contaminación bajó en un momento, pero cuando se hizo de manera permanente no resultó. Es un ejemplo de una medida que salió mal. Hay indicativos de que propició el incremento de autos viejos en circulación. Sin embargo, no sería prudente eliminarlo en este momento, porque finalmente fue un incentivo para renovar la flota vehicular.

-Comparada con otras ciudades, ¿cuál es situación ambiental de la ciudad de México?

-Se decía que era la ciudad más contaminada del mundo, y creo que ya no. Sin embargo, esto no es razón suficiente para minimizar el problema. Hay otras ciudades en las que ni siquiera se hacen mediciones y no se sabe cuál es su grado de infición. En México por lo menos se hacen las mediciones y la contaminación no ha aumentado en los últimos años. La situación no empeora. Pero, insisto, el objetivo no es sólo no empeorar, sino tratar de mejorar. Aunque no seamos los peores, hay ejemplos de ciudades grandes, en países desarrollados, mucho más limpias. En Los Angeles, California, con los recursos de un país rico, se han puesto controles más estrictos que en la ciudad de México. No ocurre como aquí, que la mitad de los automóviles no tienen convertidores catalíticos.

-¿Las medidas del Proaire realmente se podrán aplicar?

-Sí, son viables, pero es un problema de instrumentación. Qué tanto son apoyadas por el gobierno. Hay un conflicto de instituciones, y las áreas encargadas de estos problemas ambientales no son las más poderosas ni en México ni en el mundo. No controlan los recursos económicos directamente. Las instancias en la materia tienen como únicas medidas poner incentivos. Mi grupo de trabajo dio apoyo técnico y científico que sirvió de fundamento para el diseño del programa, y ahora hay que estar seguros de que las medidas se apliquen.

-¿Cuáles serían las prioridades del programa?

-Eso vamos a determinar con estudios económicos, y sobre los efectos a la salud. Tenemos que ver quién emite qué. Todavía hay que entender las emisiones y en qué se convierten, qué les pasa en la atmósfera y luego sugerimos ciertas medidas. Saber cuál es el beneficio. La renovación de la flota vehicular es uno de los aspectos importantes, y también hay que ocuparse del desarrollo urbano. Es básico que los gobierno del Distrito Federal y del estado de México traten de prever este tipo de cosas. Si esto es desordenado y aumenta el número de autos, estaremos peor.

"Otra de las recomendaciones que hacemos es que haya estrecha coordinación entre el estado de México y el Distrito Federal, para una planeación a largo plazo. El transporte público no está muy ordenado, y en esto, por ejemplo, se requiere gran colaboración entre las entidades. A la larga, a todos les sale más barato. Esto es un reto, porque no hay tradición de coordinación estrecha entre transporte, desarrollo urbano y medio ambiente. Cada área trabaja por su lado, cuando deberían colaborar para tener una visión sobre la forma en que la ciudad debe crecer.

-¿La escasez de recursos económicos es una limitante para las medidas contra la contaminación?

-A la larga sale más barato hacer todas las acciones y poner restricciones. La renovación de autos y mejorar el transporte público son inversiones que resultarían en un funcionamiento más eficiente en la ciudad. Si ahora no se hacen estas acciones, a la larga saldrá más caro. No es un lujo, es algo que resultaría en un ahorro y en economía más eficiente. Si la ciudad es la más contaminada del mundo, nadie de fuera querría venir a invertir en un sitio poco eficiente.

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