Devastada, la ciudad de Nahrin; hay 4 mil casas destruidas, según el ministerio de Defensa

Entre mil 800 y cinco mil muertos provocan dos sismos en el norte de Afganistán

Comienza a fluir la ayuda internacional En Tokio también se reportó temblor de 6.9Ɔ Richter

AFP, DPA, PL

Kabul, 26 de marzo. Dos fuertes sismos sacudieron el norte de Afganistán y causaron unos mil 800 muertos, según cifras oficiales, mientras que organismos de Naciones Unidas estimaron que el número de víctimas podría elevarse a cerca de 5 mil, así como a unos 4 mil heridos y entre 10 mil y 20 mil personas sin hogar.

El primer terremoto, de una magnitud de 6 grados en la escala de Richter, se produjo en la tarde del lunes, seguido de varias réplicas violentas durante la noche, y de otro sismo en la madrugada del martes de 5.2 grados Richter, de acuerdo con los servicios sismológicos de Pakistán.

La ciudad de Nahrin, en la provincia de Baghlan, prácticamente quedó devastada a causa del fenómeno telúrico, cuyo epicentro se localizó en la alta sierra de Hindu Kush, a 120 kilómetros al norte de Kabul y a 33 kilómetros de la superficie terrestre, lo que explicaría la magnitud de los daños, indicó el Centro de Información Sísmica de Denver, en Estados Unidos.

"Toda la ciudad quedó destruida", confirmó el jefe de la misión humanitaria no gubernamental francesa Acted, instalada en Nahrin, Sebastián Trives, quien según su primer balance era de unos mil 200 muertos y unos mil 500 heridos.

En Ginebra, la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) estimaba que habría entre mil 500 y 4 mil 800 muertos, basándose en informaciones ofrecidas por autoridades locales y del gobierno central afgano.

Un responsable del ministerio afgano de Defensa, Mira Jan, indicó que al mediodía del martes se habían hallado cerca de 600 cadáveres, y que cerca de 4 mil casas quedaron destruidas y al menos unas 10 mil personas estaban en calidad de damnificados.

Un portavoz presidencial afgano, Yussuf Nuristani, señaló que "cualquier ayuda es bienvenida", y que el gobierno del presidente Hamid Karzai disponía de 600 mil dólares para ayudar a las familias de las víctimas y personas afectadas. El gobierno afgano calculó más tarde que hay unos 4 mil heridos y unas 20 mil personas sin hogar.

"Tragedia para un país que ha sufrido"

El portavoz de la ONU en Kabul, Yussuf Hassan, calificó lo ocurrido como "una gran catástrofe", y añadió que en este momento aún no se tenía un cuadro completo de las víctimas. Pero dijo haber recibido informes de que de un pueblo remoto sus 800 habitantes estaban muertos, heridos o figuraban como desaparecidos.

El secretario general de la ONU, Kofi Annan, refirió que el sismo que sacudió el lunes el norte de Afganistán es "una tragedia que golpea a un país que ha sufrido mucho".

Por lo pronto, los organismos internacionales comenzaban a enviar ayuda a Afganistán, seguidos de la Unión Europea (UE), y se aprestaban a hacer lo mismo Estados Unidos, Rusia y Alemania.

El gobierno afgano estaba solicitando en forma urgente tiendas de campaña, ayuda médica, alimentos y ropa. Al respecto, una vocera de la ONU dijo que la organización humanitaria francesa Acted ya había enviado 500 carpas y cerca de mil mantas, financiadas por la UE. A su vez, la ACNUR remitió otras 500 tiendas de campaña.

En un primer momento las agencias de la ONU, organizaciones no gubernamentales, responsables del ministerio afgano de Defensa y de la Fuerza Internacional de Seguridad y Asistencia (ISAF) sostuvieron una reunión de urgencia en Kabul, para organizar los primeros socorros a la región, duramente afectada, asimismo, por una inclemente sequía en los recientes años.

El Pentágono aseguró estar trabajando estrechamente con las autoridades afganas para determinar cómo puede ayudar el ejército estadunidense, y se analizaba la forma en que la fuerza multinacional de ISAF estacionada en Kabul podría también colaborar.

El Departamento de Estado señaló que militantes humanitarios estadunidenses estaban coordinando con organizaciones de asistencia y aportando su ayuda, en tanto Rusia dijo que enviaría ayuda en cuanto recibiera el pedido del gobierno de Kabul. Alemania también afirmó estar coordinando ayuda por conducto de su embajada, la ONU y el contingente de su ejército en el país centroasiático.

El presidente interino afgano, Hamid Karzai, se vio obligado a aplazar una gira a Turquía y envió al ministro de Salud, Suhaila Siddik, a la región afectada por los sismos en Baghlan, que hasta finales del año pasado era escenario de duros combates entre el entonces gobernante talibán y la Alianza del Norte.

Apenas el 3 de marzo otro terremoto golpeó también el norte de Afganistán, con saldo esa vez de entre 70 y 200 muertos en la provincia de Samangan. En aquellos días, la agencia rusa Itar-Tass citó a expertos en geofísica que estimaron entonces que el fuerte sismo pudo haber sido provocado por la gran potencia de las bombas lanzadas por la aviación estadunidense sobre territorio afgano.

En 1998, el peor desastre

Pero el peor desastre tuvo lugar en 1998, con dos sismos consecutivos ocurridos en febrero y mayo en el norte del país, que dejaron más de 10 mil muertos, y se cree que ese número pudo haber sido mayor de no ser porque decenas de personas huyeron de inmediato de sus aldeas. En cualquier caso, se estima que las guerras empeoran aún más la situación provocada por los terremotos y viceversa.

Esto es, porque muy pocas regiones del mundo sufren a la fecha tantas catástrofes naturales y políticas como el norte de Afganistán, pues se acaban de cumplir cuatro años de los destructivos terremotos mencionados en las provincias de Tachar y Badajstán cuando ahora le ha tocado a la vecina Baghlan, con intermitentes réplicas en el espacio intermedio y haciendo patente el peligro que corren los pobladores de las montañas de Hindu Kush.

Pero las tragedias comenzaron a partir de la guerra iniciada en 1979 con la ocupación de las tropas soviéticas, que se transformó luego en guerra civil tras su retirada en 1989. En ese contexto, las provincias de Baghlan, Badajstán y Tachar fueron escenario de numerosos combates entre el talibán y la entonces opositora Alianza del Norte. Así, muchas carreteras continúan destruidas por las guerras y los sismos, y hoy es difícil el acceso a la zona de desastre de Baghlan.

En Tokio, se reportó un fuerte sismo de una magnitud de 6.9 grados Richter, que sacudió este martes la región de las islas subtropicales de Okinawa, al sur de Japón, en el mar de China oriental. De momento no se habló de víctimas ni daños materiales, pero los servicios meteorológicos alertaron sobre el peligro de un maremoto.