Dos dirigentes fueron secuestrados, desaparecidos y torturados durante 14 días
La comunidad árabe en Paraguay, víctima de persecución después del 11 de septiembre
"El Cóndor ha vuelto", dicen organizaciones en alusión a pasadas épocas dictatoriales
Ciudad del Este, en la Triple Frontera, acusada de ser "un santuario fundamentalista"
STELLA CALLONI CORRESPONSAL
Buenos Aires, 30 de marzo. Mientras que en Argentina se toman medidas de prevención por los graves sucesos de Medio Oriente, uno de los países de la región que se verá muy afectado es Paraguay, así como su co-munidad árabe, que es víctima desde hace tiempo de persecución, especialmente las familias radicadas en Ciudad del Este, zona de la Triple Frontera, situación que fue corroborada por testimonios y entrevistas que realizamos recientemente en ese país, donde ha regresado la sombra del terror.
Esa sombra está allí, pero hace muy poco tiempo se hizo realidad, cuando los dirigentes del Movimiento Patria Libre (MPL), Juan Arrom y Anuncio Martí, fueron se-cuestrados, desaparecidos y torturados durante 14 días, desde el 17 hasta el 30 de enero pasado por grupos policiales de civil.
"Si no engruesan hoy la lista de desaparecidos de América Latina, es por la solidaridad nacional internacional y el valor de la familia Arrom, que logró encontrarlos y rescatarlos, acompañados por un grupo de periodistas", dice Martín Almada, descubridor de los Archivos del Terror en diciembre de 1992, que documentan los movimientos de la Operación Cóndor.
Los brazos y el cuerpo de Juan Arrom aún muestran las huellas del horror vivido. En sus muñecas están cicatrizando las heridas de las esposas que le colocaron desde el primer momento del secuestro hasta el día en que lo rescataron con visibles señales de tortura junto a su compañero de lides po-líticas, Anuncio Martí.
Arrom parece mucho más joven de los 39 años que confiesa y no ha podido volver a su casa porque su vida está en peligro.
"Detrás de lo que nos sucedió a nosotros se pretende comenzar una persecución contra la izquierda. Patria Libre tiene 12 años de trayectoria y está integrada por organizaciones de izquierda, liberales y colorados, que intentan producir un cambio en el país", dice a La Jornada, durante una entrevista realizada en Asunción.
Le cuesta aún hablar de aquellos días en que todo volvió a ser como en otros tiempos, y afirma que "las estructuras del terror aún están intactas en el país y puedo decir ahora que la seguridad de Estado y grupo especial del ejército buscaron el momento preciso para secuestrarme".
Agrega: "Me llamó un funcionario del Ministerio de Justicia y Trabajo que decía estar dispuesto a apoyar algunos de nuestros proyectos para los campesinos, que en nuestro país viven una situación terrible. Pero cuando ese señor me llamó me dijo que se había mudado y me citó en un lugar que resultó una trampa".
Fue con Martí, y "nos dimos cuenta tarde de que estábamos en la calle del Centro de Investigación Judicial. Fuimos secuestrados ahí mismo, a una cuadra de la casa del profesor Alfonso Res, un reconocido luchador por los derechos humanos que vio el operativo y se desesperó al ver que llevaban a dos personas arrastradas, golpeándolas, y las subían a automóviles. Aunque denunció el hecho, sin saber que se trataba de nosotros, nadie le dio importancia".
Desde ahí comenzó la odisea de ambos ya que los trasladaron con los ojos vendados de un lugar a otro: "Nos torturaron en forma constante y también fui llevado a un río donde me hundían la cabeza hasta la asfixia. Utilizaron el submarino, golpes, picanas y todos los elementos de tortura que se conocen".
Las señales están allí y vemos las impresionantes fotografías tomadas por la justicia en el momento del rescate. Dice: "Nos secuestraron y nos desaparecieron y que-rían forzarnos a firmar una declaración donde decíamos que habíamos secuestrado a una persona y que era parte de un plan para desestabilizar el país".
Arrom relata que "a los cuatro días de estar siendo torturados a todas horas, con los pies y las manos esposados, nos dicen que estamos en manos de la Secretaría An-titerrorista y que teníamos como opción de-saparecer o negociar con ellos . Allí me amenazaron con que nos iban a pasar a grupos especiales donde íbamos a recibir tratamiento muy especial, de los asesores chilenos, argentinos y brasileños y que ellos te-nían otros métodos de torturas".
El plan parecía evidente: lograr una de-claración y luego asesinarlos en una supuesta fuga, ya que el gobierno dijo desde el primer momento que estaban prófugos.
Cuando el ministro del Interior, los fiscales y agentes policiales decían que ya estaban "pisando los talones a los prófugos" Arrom y Martí en la zona norte de la frontera paraguayo-brasileña, fueron encontrados en una casa de Villa Elisa, a un kilómetro de Asunción, en estado terrible.
El grupo policial que los mantenía se-cuestrados huyó ante el operativo de los familiares y la prensa. "Anteriormente se habían encontrado pistas, pero se avisó a la justicia y ahora es obvio que esa información se filtró y eso llevó a que nos mudaran de un lugar a otro", dijo Arrom.
Trama siniestra
Como parte de este episodio, el 19 de enero fueron detenidos y torturados otros dirigentes y simpatizantes del MPL: Víctor Colman, Ana Samudio y Jorge Samudio, que hasta hoy se encuentran en prisión y se denuncia que la policía les plantó supuestas "pruebas" para implicarlos en el secuestro de María Bordón, esposa de un importante empresario de la construcción, hijo de uno de los hombres más ricos de Paraguay.
Cuando Arrom y Martí fueron encontrados quedó al descubierto una trama siniestra que costó el cargo a dos ministros del gobierno de Luis Angel González Macchi, ya que se conoció que el entonces ministro de Justicia y Trabajo, Silvio Ferreira, lo visitó al segundo día de su secuestro y le ofreció contacto con el ministro del Interior, Julio César Fanego, quien incluso se comunicó con el secuestrado por celular y se le ofreció cambiar su vida y la de su familia y enviarlo al exterior si firmaba la declaración falsa que le habían preparado.
Por eso nadie duda en decir que "el Cóndor ha vuelto", por las características de esta operación que ha llevado a todas las organizaciones políticas opositoras a de-mandar acciones internacionales.
En Ciudad del Este, por donde el ex dictador Alfredo Stroessner hacía pasar todo tipo de contrabando y transitaron armas y drogas del famoso Irangate en los años 80, las familias árabes viven bajo el terror.
Aunque nadie cree en Paraguay, Brasil o Argentina que ese lugar prácticamente ha-bitado por servicios de información de diversos países pueda ser "un santuario fundamentalista", esta idea fue plantada, como señalan organismos humanitarios, para que Washington pudiera echar a andar su estrategia de colocar tropas en esa estratégica Triple Frontera.
"ƑQuién vendría a refugiarse aquí, en este lugar oscuro, perdido y sin salidas en el mundo? Es el lugar por donde pasa lo que los poderes quieren que pase. Pero ahora sirve para perseguir a familias árabes. Todos vivimos con miedo ahí y también en Asunción. Especialmente ahora que ha sucedido lo que sucedió (se refiere al caso Arrom)", dice una mujer libanesa que oculta su nombre por temor.
"No es justo", murmura por último.