Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Martes 2 de abril de 2002
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Cultura

La comunidad cultural espera la firma del convenio entre ambas instancias

De 72 teatros del IMSS, sólo doce administrará el CNCA en comodato

Todos continuarán bajo la tutela del Instituto Mexicano del Seguro Social La mitad de los espacios son al aire libre Ocho grupos comodatarios probaron la viabilidad del proyecto

RENATO RAVELO

En su momento quisieron rentarlos como si fueran comerciales y se habló de convertirlos en estacionamientos. Contra toda lógica política, pues estaban subutilizados (sólo la mitad de los 72). Este miércoles la comunidad teatral celebrará la firma de un convenio para que algunos de los teatros del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) sean administrados por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. Se dice que 12 serán ofrecidos en comodato y estarán a cargo del CNCA. Todos seguirán bajo la tutela del IMSS.

Batalla de la comunidad teatral

Desde la construcción de los primeros 30 en los años sesenta, los teatros del IMSS han sido centros sociales, espacios para medir el pulso de lo artístico cotidiano en festivales de fin de cursos, aunque siempre se les quiso dar un significado en el desarrollo cultural de un teatro alternativo.

El más reciente intento, luego de años de convocatoria nacional, fue encabezado por el actual titular del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, Mario Espinosa, y cristalizó en lo que se llamó Convocatoria de Teatros para la Comunidad Teatral. En agosto de 1996 se ofrecieron 29 en comodato y seis en arrendamiento. Finalmente 15 proyectos fueron aprobados en 1997 para recibir el recinto en comodato y el teatro Tepeyac fue arrendado.

La calidad de las propuestas escénicas estuvo avalada entonces por un consejo que integraron Sabina Berman, Francisco Beverido, Diana Bracho, Luis Martín Garza, Víctor Hugo Rascón Banda, Rafael Sánchez Navarro y José Solé.

De los 72 teatros del IMSS, instancia que no perderá autoridad sobre los cedidos en comodato, 36 son al aire libre.

No todos los comodatos otorgados funcionaron, pero dos años después ocho grupos estaban consolidados, con datos favorables y cifras significativas: ''La cantidad de producciones realizadas ha superado 206 por ciento las expectativas iniciales, en tanto que el número de funciones alcanza 85 por ciento y el total de asistentes a las mismas llega a 65 por ciento". El acuerdo con los grupos apoyados era que mantuvieran 70 por ciento de funciones al año con al menos 30 por ciento de asistencia.

En la reunión participaron Mexicali a Secas, Movimiento Teatral Tamaulipeco Teatro para todos, Punto y Raya, Alborde Teatro, Asociación Coahuilense de Teatristas, Centro de Formación y Producción Teatral de Querétaro, TATUAS y Trupeteatro.

El monto que hasta 1999 tenía la convocatoria era de casi 10 millones de pesos, de los cuales 6.5 salía del CNCA, mientras el IMSS aportaba 3.2 millones de pesos. A esto se agrega la autonomía que da el entusiasmo de contar con espacio propio, con lo que el grupo Mexicali a Secas ganó un concurso en Japón, que le permitió añadir un equipo de sonido e iluminación.

Para 2000 se agregaría el grupo Rinoceronte Enamorado, de San Luis Potosí; sin embargo, en contra de lo establecido en la convocatoria el contrato sólo se renovó por un año con lo que se inició una serie de gestiones, lucha casi perdida cuando el titular del IMSS, Santiago Levy, deslizó el argumento: ''Ellos quieren que los programas no les cuesten, sino que les generen economía", como reveló Jesús Coronado del grupo potosino.

Esto hizo que la comunidad teatral emprendiera una batalla, con argumentos fuertes, como que los teatros serían derrumbados para hacer estacionamientos. Trascendió que en su momento el titular del IMSS solicitó un avalúo de los recintos en la que éstos recibían, para efecto de renta, o en caso de que el CNCA los quisiera adquirir, precios similares al teatro de los Insurgentes.

''Cuestión política''

Sara Bermúdez, quien en su calidad de titular del CNCA se incorporó como mediadora, todavía en el tercer trimestre del año pasado veía casi irresoluble el problema de los teatros del IMSS, por ''una cuestión política".

En agosto de 2001 la recién instituida Academia Mexicana de Teatro, que tramita su registro con 150 miembros, se sumó a la batalla y se acudieron a las comisiones de Cultura de las cámaras de Diputados y de Senadores, ya que se había interpuesto una traba legal de procedimiento y para fin de año ya se había modifidicado el artículo 210 de la ley del IMSS.

Al iniciar este año y no recibir respuesta, la Unión de Comodatarios de Teatros del IMSS dejó el tono conciliador y exigió ''respuesta por escrito y públicamente" al CNCA y al IMSS, y recordó que gracias al programa se habían llevado a cabo ''11 mil espectáculos, 900 producciones propias con beneficio para 2 millones 200 mil espectadores, fuentes de trabajo para 240 familias que viven de los 12 teatros" que integra actualmente la comunidad.

A esos comodatarios esta semana podría reiterárseles su derecho a continuar con el proyecto, aunque en lo referente a los dineros, compromiso de las instituciones, al parecer tendrán que ser absorbidos de manera íntegra por el CNCA.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
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