Renuncian dos consejeros alumnos para no ser cómplices de "un acto de imposición"
Serios cuestionamientos a la integración de la CECU
KARINA AVILES
El proceso de integración de la Comisión Especial del Congreso Universitario (CECU) fue cuestionado en el pleno del Consejo Universitario de la UNAM. Dos consejeros alumnos renunciaron a su cargo al señalar que no serán "cómplices" de un acto de "imposición, engaño y exclusión por más maquillaje de democracia que se le ponga", mientras 20 consejeros, entre académicos y estudiantes, pidieron al CU postergar la organización del congreso hasta que no se resuelvan las "irregularidades" en la votaciones para elegir a los integrantes de la CECU.
El máximo órgano de la UNAM conoció ayer el informe que presentó el grupo de trabajo (GT) sobre la conformación de la CECU, para lo cual se organizó una jornada electoral en los días pasados. El GT comunicó que el total de los votos fue de 25 mil 704, que representan 10.6 por ciento del padrón. El rector Juan Ramón de la Fuente abrió la posibilidad de, "si es necesario, redefinir el camino al congreso", y dijo que no pasa por alto la baja participación en algunos sectores estudiantiles.
En una larga sesión fueron sometidos a consideración del CU varios temas, instancia que aprobó con 83 votos a favor y uno en contra la asignación del científico Francisco Bolívar Zapata como integrante de la Junta de Gobierno (JG); la creación de los centros de Geociencias y de Física Aplicada y Tecnología Avanzada, y la modificación del Estatuto General para que se puedan impartir estudios de licenciatura en institutos y centros de investigación de sedes foráneas.
El único voto en contra en la designación de Bolívar Zapata fue el del alumno Mao Sáenz, quien aclaró que no está en contra del científico -"quien no sólo merece ser miembro de la JG, sino rector de la UNAM"-, sino que la junta "no responde al concepto de la universidad como comunidad".
Sin embargo, la discusión sobre el congreso universitario fue uno de los temas que captaron mayor interés entre los representantes del CU. En una de las primeras intervenciones, el consejero alumno Juan Manuel Contreras afirmó que se "habla de democracia y se excluye a la gran mayoría; se apela de la verdad y se practica la mentira y la demagogia". Manifestó que el congreso que se pretende realizar no es el de carácter democrático que demanda la comunidad, sino "el de las cúpulas políticas", que obedece a los intereses de "rectoría y de la derecha universitaria". Por lo anterior, anunció que él y la consejera Diana Fuentes renuncian a sus cargos, pues de lo contrario se convertirían en "cómplices" de la simulación.
Por su parte, el consejero académico Agustín Demégui leyó una carta que al final fue avalada por 20 representantes, en la que se afirma que el proceso de votación de la CECU "tuvo grandes irregularidades ocasionadas, en la mayoría de los casos, por la pugna entre grupos de alumnos inconformes y las autoridades administrativas de la UNAM". Dicho grupo, conocido como el de los "consejeros independientes", también consideró que el hecho de que el GT organizó todo el proceso para conformar la CECU es una razón que "invalida" a sus integrantes para ser miembros de dicha comisión. También indicaron que el proceso de renovación del CU se iniciará en la primera quincena de mayo y las elecciones se efectuarán en la segunda quincena de junio. Por ello, los consejeros que ya forman parte de la CECU "quedarán en una situación indefinida al momento en que dejen" su cargo.
Sin embargo, así como hubo expresiones que cuestionaron severamente el proceso, también hubo señalamientos en el sentido opuesto. Varios representantes felicitaron al GT por su labor realizada durante los últimos meses y otros manifestaron que se hicieron descalificaciones a la ligera. Además, cuestionaron el que "se quiera adjudicar al GT o a las autoridades universitarias" la escasa participación y el cambio que debe involucrar a todos.