Once muertos y 93 heridos, saldo de los disturbios
Renunció Chávez después de un día de caos y violencia en Venezuela
El mandatario intentó negociar su salida sin enfrentamientos
Un grupo de 10 altos oficiales del ejército se insubordinó
AFP, DPA Y REUTERS
Caracas, viernes 12 de abril. El presidente venezolano, Hugo Chávez, renunció a su cargo, aseguró el comandante del ejército, general Lucas Rincón Romero, a las 3:15 horas de este viernes.
"Los miembros del alto mando militar deploran los lamentables acontecimientos sucedidos el jueves en la capital. Ante tales hechos se solicitó la renuncia al presidente de la República, la cual aceptó", dijo Rincón en rueda de prensa.
"A partir de estos momentos, nuestros cargos quedan a la orden", agregó Rincón, inspector general de las fuerzas armadas en el Fuerte Tiuna, principal fortaleza militar de Caracas.
"Finalmente, quiero hacer un llamado al glorioso pueblo de Venezuela a mantener la calma y el ejercicio de un ejemplar civismo, rechazando toda incitación a la violencia. Tengan fe en sus fuerzas armadas nacionales", pidió.
Indicó que después los oficiales de un nuevo alto mando militar formularán sus primeras declaraciones.
Informes previos dieron cuenta de que Chávez permanecía esta madrugada en el Palacio de Miraflores y no había presentado su renuncia, pero trataba de negociar una salida a la crisis sin que hubiera un enfrentamiento entre los bandos, de acuerdo con declaraciones a La Jornada del diputado Juan Barreto, del Movimiento Bolivariano Revolucionario V República.
Las declaraciones de Barreto a nuestra corresponsal en Buenos Aires, Stella Calloni, se produjeron en medio de una situación de confusión reinante con otros informes de que el presidente había "abandonado sus funciones", o de que altos mandos le pidieron su dimisión y una convocatoria a elecciones, tras la multitudinaria manifestación antigubernamental del jueves que terminó con incidentes de violencia y saldo de 11 muertos y 93 heridos.
Barreto dijo que lamentablemente hay sectores recalcitrantes que se niegan a la negociación y no quieren reconocer que las bolivarianas son la principal fuerza del país, y pretenden disolver todas las instituciones e incluso el Parlamento. Pero mientras se da esa negociación para evitar la represión de fuerzas como la Guardia Nacional, se sabe que hay allanamientos a algunas casas como la del alcalde caraqueño, Fredy Bernal, así como de periodistas, profesores universitarios y otros sectores ligados al gobierno.
Al filo de las dos y media de la madrugada de este viernes, Barreto pidió la solidaridad internacional con los periodistas y dijo que hay sectores militares neutrales, como el de la Aviación. Con todo, reconoció que la desinformación está actuando terriblemente y confunde con rumores permanentes como arma de guerra. Cuando el diputado se encontraba en el Canal 8, la transmisión que realizaba el gobierno se interrumpió porque la Policía Metropolitana, que responde al alcalde caraqueño, ingresó al local.
Al paso de las horas los reportes oficiales de control de la situación parecían desvanecerse, al informarse que la base aérea de La Carlota en la capital fue tomada por militares opositores, que la familia del presidente fue evacuada y que Chávez estaba reunido con sus ministros y altos mandos discutiendo su posible salida en forma pacífica.
Cerca de las 9 la noche del jueves, entre 15 mil y 20 mil partidarios del mandatario hacían guardia ante el Palacio de Miraflores. Otro centenar de personas permanecían esta madrugada en torno de la base de La Carlota, donde se aloja la mayoría de los militares rebeldes, y sus seguidores encendían velas y escribían en una pancarta gigante los nombres de reconocidos colaboradores de Chávez.
A la medianoche la televisora Globovisión exhibió un cintillo en la pantalla en el que afirmaba que Chávez se había entregado a tres generales en el Palacio de Miraflores y que ya era "oficial". Pero la viceministra de Información del jefe de Estado, Teresa Manigoia, a la 1:30 local rechazó que el presidente se haya rendido y dijo que se mantiene en su despacho.
Tras lo anterior, Globovisión rectificó que el mandatario "estaba a punto de renunciar". El comandante general del ejército, Efraín Vázquez Velázquez, insistió en que una comisión de dos generales negocia los términos de la renuncia del presidente, y que el ministro de Defensa, Vicente Rangel, los llamó al efecto. Rangel desmintió antes rumores de que había solicitado asilo en la embajada de Chile.
El ministro de Finanzas, general Francisco Usón Ramírez, anunció su renuncia entrada la noche del jueves y pidió a Chávez que hiciera lo mismo. El embajador venezolano en Bolivia, Gonzalo García Ordóñez, fue otro de los que renunció alegando que no puede representar a "un gobierno que ha asesinado a los venezolanos". Luego dimitió el embajador en España, Raúl Salazar.
Piden nuevas elecciones
El general de la Guardia Nacional, Alberto Camacho Kairuz, afirmó que Chávez "abandonó sus funciones" y estaba bajo control de las fuerzas armadas. Otros militares habrían pedido al mandatario que llame a nuevas elecciones y esperaban que la decisión del presidente, según el jefe del Estado Mayor Conjunto, vicealmirante Bernabé Carrero Cubero.
Según Globovisión, la dimisión le fue pedida al presidente por el comandante de las fuerzas armadas Lucas Rincón Romero, junto a los generales Manuel Rosenado e Ismael Hurtado. A su vez, el comandante de la Armada, vicealmirante Jorge Sierralta, dijo que las tropas se hallan acuarteladas en Fuerte Tiuna.
La jornada de protestas de la oposición, de unos 50 mil manifestantes contra el gobierno de Chávez, culminó con enfrentamientos con otros miles de partidarios del presidente y disparos de francotiradores que dejaron un saldo de al menos 11 muertos y 93 heridos, en tanto que la presidencia había afirmado previamente que la "conspiración de hoy" en su contra "abortó".
Entre las víctimas de esta jornada figura un fotógrafo de prensa local y dos periodistas heridos. Incluso, el principal mentor político del presidente, Luis Miquilena, responsabilizó a Chávez de la "masacre" del jueves.
Durante el día el Ejecutivo hizo llamados a todos los venezolanos a mantenerse en calma, y ante la campaña de los medios de comunicación impulsando la huelga general por tiempo indefinido por parte de los sectores empresarial y sindical, y ante su exigencia de que renuncie, el gobierno optó por suspender la transmisión de tres canales de televisión por "instigar a la violencia".
No obstante, un grupo de 10 altos oficiales se insubordinó contra el presidente y el alto mando militar exigiendo la renuncia de Chávez, en un comunicado divulgado por la televisora Venevisión. Entre los rebeldes había generales en activo del ejército, aviación, Armada y Guardia Nacional, que acusaron al mandatario de "tirano" y de llevar al país a la "desintegración".
El alto mando militar respondió que respaldaba la institucionalidad democrática de Venezuela y que el presidente se mantenía en funciones, en un mensaje a la nación con el que se desmintieron versiones de que el mandatario estuviera detenido en el Fuerte Tiuna -sede del Ministerio de Defensa- o que habría salido en helicóptero con "rumbo desconocido". No obstante, estos informes fueron anteriores a los que se manejaban a la medianoche de que ya se negociaba su salida, de acuerdo con Globovisión.
El secretario de la Presidencia, Rafael Vargas, refirió que ni el general Efraín Vázquez Velázquez ni sus seguidores "cuentan con ningún mando sobre la tropa", pues hubo otros rebeldes como el general de la Guardia Nacional Alberto Camacho, quien pidió la formación de una junta provisional de gobierno y anunció su renuncia al cargo de viceministro de Seguridad Ciudadana.
Vázquez Velázquez, identificado por la agencias de prensa como comandante del ejército y por fuentes consultadas por La Jornada como general de infantería con 400 hombres a su cargo, quien figura entre quienes se inconformaron, afirmó que "este no es un golpe de Estado ni una insubordinación", sino un "acompañamiento de solidaridad con su pueblo".
Dijo que le fue fiel al presidente pero que renunció en rechazo a los muertos de hoy, pues "invocando la Constitución me veo obligado a tomar esta decisión". Sostuvo que los hechos de hoy "mancillaron el honor de la fuerza armada y así se ha perdido la identidad del uniforme, ya que se violaron los derechos humanos ante la actuación de los grupos armados bolivarianos que "pregonan la maldad", por lo que dijo pedir "perdón" al pueblo venezolano.
El general Carlos Alfonso Martínez fue señalado como un militar que se habría negado a la "intención" de Chávez de sacar a la guardia para reprimir la manifestación pacífica que tuvo lugar hoy en el centro de Caracas, de unas 50 mil personas y que no pudo llegar al Palacio de Miraflores ante la presencia de otros miles de seguidores del Ejecutivo y un cordón de su guardia.
Sectores militares insubordinados como el del vicealmirante Héctor Ramírez Pérez denunciaron que la fuerza armada fue utilizada para "reprimir una manifestación pacífica" y esto pone al país "al borde de la desintegración", por lo que acusó al presidente de "traicionar la confianza del pueblo" al masacrar a inocentes.
En términos similares se manifestaron los promotores de la huelga general como el presidente de la empresarial Fedecámaras, Pedro Carmona, y el líder de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), Carlos Ortega, quienes al insistir en la renuncia de Chávez afirmaron que la marcha fue "reprimida por grupos armados" y que el gobierno tiene la responsabilidad. Ortega sostuvo que fueron "las bandas armadas de Chávez".
Golpe al estilo Pinochet
En contraposición, una fuente del movimiento V República -del presidente-, consultado por La Jornada, puntualizó que lo ocurrido fue que hubo un intercambio de disparos desatado entre algunos sectores de la Policía Metropolitana en contra de la Guardia Presidencial, que el presidente había ordenado mantenerse en la zona para proteger a sus partidarios e impedir un enfrentamiento.
Refirió que de los 10 muertos, seis eran partidarios de Chávez y la gran mayoría de los heridos son también de los manifestantes favorables al gobierno. Además, recordó que esta cifra es muy inferior a los 3 mil muertos del caracazo, en febrero de 1989 bajo el gobierno de Carlos Andrés Pérez.
Dijo que fue una intentona promovida por Estados Unidos, la gente de Carlos Andrés Pérez y su vieja estructura militar responsable del caracazo, el alcalde caraqueño Alfredo Peña -del que depende la Policía Metropolitana-, así como por otros sectores que han realizado visitas a territorio estadunidense como Alberto Franceschi, responsables del asesinato de Alberto Lovera y otras víctimas en los 60.
De acuerdo con la fuente de V República, se ha intentado dar un golpe militar similar al pinochetista chileno que derrocó a Salvador Allende en 1973, como se muestra con la paralización de algunos sectores económicos y la movilización de sectores públicos en la calle y con gran difusión a través de los medios de prensa. No obstante, afirmó que en el incidente en torno al palacio de gobierno hubo menos de 600 personas.
Por lo demás, según los informes, el golpe tiene la intención de asumir la nueva cláusula democrática de la OEA y convertir a Chávez en un sujeto "peligroso" para la democracia en América Latina. Se consideraría involucrar a algún otro país con el objetivo de buscar una intervención militar para inhabilitar al presidente.
En tanto que los sectores empresariales y sindicales hablan de "éxito" y algunas agencias de prensa de que sería mucho mayor a los 50 mil el número de manifestantes, otras fuentes sostuvieron que el paro empresarial apenas fue acatado por 20 por ciento de las empresas y que otras movilizaciones en favor del gobierno tuvieron lugar este día en Puerto Cabello, en Barquisimeto, Catia, 23 de Enero, La Guaira, Maracay y Marcaibo, así como en la Universidad de Los Andes, donde se mantiene una vigilia.
Chávez, quien había propuesto negociaciones para levantar la huelga de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), había cerrado por la tarde los canales de televisión privada 2, 4 y 10, que anunciaban que transmitían bajo coacción del gobierno. Por la noche, la televisora oficial Venezolana de Televisión, Canal 8, salió del aire. Previamente, los mensajes del presidente eran constantemente interrumpidos.