Preocupante, el número de deportaciones
ordenadas por Irán, dice Lavanchy
Presupuesto de 10 mdd para el programa de repatriación
de afganos este año: ACNUR
JUAN PABLO DUCH/II Y ULTIMA ENVIADO
Teheran, 11 de abril. Para el primer grupo de refugiados
afganos que quiere regresar de inmediato, se elaboró un programa
de repatriación con un presupuesto de 10 millones de dólares
para este año, señala el jefe de la misión en Irán
del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), el
brasileño Philippe Lavanchy, en entrevista con La Jornada.
-¿Cuál es el mecanismo de repatriación?
-El
acuerdo tripartita (ACNUR-Irán-Afganistán) que se firmó
la semana pasada en Ginebra define cómo se va a hacer la repatriación,
y es importante porque se reitera el criterio de repatriación voluntaria.
Se menciona también que pueden beneficiarse del proyecto todos los
afganos, no solamente los que han sido registrados por las autoridades
iraníes. Hace año y medio los iraníes tomaron la iniciativa
de registrar a todos los extranjeros y yo diría que 85 por ciento
de los afganos fueron anotados en la oficina de migración del Ministerio
del Interior iraní (BAFIA, por sus siglas en inglés). Los
iraníes compartieron con ACNUR toda esa información y ahora
tenemos un banco de datos computarizado sobre todas las personas. Esto
es muy importante, ya que nos permite identificar un grupo que está
interesado en regresar de inmediato y de manera voluntaria.
-Identificada la persona que desea retornar, ¿qué
etapas tiene que pasar para beneficiarse del programa de repatriación?
-Para facilitar el regreso voluntario empezamos a crear
nuevos centros de registro en el país, donde hay representación
de BAFIA y también de ACNUR. Los iraníes están volviendo
a registrar a las personas y les dan un documento que les permite llegar
hasta la frontera, mientras ACNUR verifica el aspecto voluntario de la
repatriación. Los entrevistamos y nos cercioramos de que realmente
no están siendo forzados a regresar. Les entregamos un documento,
que es su primera identificación en Afganistán, y les sirve
para recibir ayuda al llegar a su país.
La estrecha cooperación con las autoridades iraníes
-dice Lavanchy- permite a ACNUR tener una idea precisa de las medidas a
tomar. Por ejemplo, de acuerdo con los datos que proporcionó el
gobierno de Irán, se sabe que más o menos 52 por ciento de
todos los afganos que hay aquí provienen de la región de
Herat y aldeas vecinas. De ahí que el mayor flujo de repatriados
podría darse en el norte de Irán, sobre todo en el puesto
fronterizo de Dogharoun, y posiblemente menos en el puesto de Milak, en
el sur.
Los centros de repatriación se ocupan no sólo
de los aspectos administrativo y legal, sino que también disponen
de mantas y una unidad que permite prestar asistencia médica a los
refugiados, distribuyen alimentos y cuentan con autobuses para transportar
a los repatriados, así como con camiones para transportar sus menajes
sin limitación.
"No hay límites para transportar los bienes porque
queremos que la repatriación sea el comienzo de la reconstrucción
de Afganistán", explica Lavanchy.
Y añade: "En este sentido también negociamos
con el gobierno de Irán la posibilidad de transferir dinero de aquí
para allá, y eso es muy positivo ya que el gobierno aceptó
hacer una excepción de las reglas para los refugiados; o sea, están
autorizados a transferir la cantidad que quieran en moneda iraní
o afgana y también mil dólares o el equivalente en otra divisa.
Casi todos tienen rials (la moneda iraní), para ellos es perfecto
porque no tienen ni que cambiar el dinero. Y eso también es una
manera de invertir y facilitar el desarrollo de actividades que generan
ingresos. Es un punto muy importante.
-Aunque no muchos, se sabe que de un tiempo para acá
ha habido casos de refugiados afganos que optaron por regresar por su cuenta
y riesgo. ¿Se mantendrá esta tendencia, digamos de modo paralelo
al programa de repatriación?
-Los regresos espontáneos, a mi juicio, van a disminuir.
Las personas van a utilizar nuestro mecanismo en la medida que el acuerdo
con Irán y Afganistán permite a todos los afganos, no sólo
a los registrados, beneficiarse del programa. Por varias razones se decidió
dar la ayuda a los refugiados una vez que estén dentro de Afganistán.
De ese modo se evita lo que llamamos the revolving door, la puerta
de reingreso; además, si se da la ayuda acá, muchos quizá
no viajarían. Nuestra meta es facilitar la instalación de
la persona en el sitio de destino y por eso no entregamos sólo mantas
y alimentos, sino herramientas y todo lo que necesiten para poder trabajar.
-Si alguien decide quedarse, ¿corre el riesgo de
ser deportado por las autoridades de Irán?
-Lo que está pasando, y es una cosa importante
que estoy negociando con las autoridades, es que hay deportaciones en números
preocupantes. Es una situación compleja. El gobierno iraní
argumenta que se trata de personas que ingresan ilegalmente al país
y son regresadas porque ahora quieren mantener con Afganistán relaciones
normales de Estado que presuponen entrar con pasaporte, visa, etcétera.
En esto tienen razón, pero ACNUR ha detectado que no siempre son
casos de ese tipo y también se expulsa a afganos que no quieren
volver a su país.
Lavanchy añade: "También es cierto que la
gran mayoría de los deportados no son refugiados, sino migrantes
económicos. Hay que diferenciar claramente estos dos conceptos.
El refugiado es perseguido y no tiene más la protección de
su país de origen. Y el migrante económico busca una mejor
situación material, pero todavía tiene la protección.
Es una cosa muy diferente, pero ACNUR tiene la obligación de verificar
que no se deporte a ningún refugiado".
-En caso de que no logre consolidarse el gobierno interino
afgano de Hamid Karzai y se desate una nueva guerra civil como la que ya
ocurrió en los años 90, ¿estaríamos ante un
círculo vicioso y la necesidad de recibir una nueva oleada de refugiados?
-A mi juicio, por ahora, y los refugiados tienen una información
mucho más detallada que la nuestra a través de la familia
en Afganistán, si regresan es porque saben que pueden hacerlo.
-Hay preocupación por las condiciones en que regresan
los repatriados: falta de alimentos, de facilidades de vivienda y de asistencia
médica adecuada, por mencionar tres de las carencias mayores. Un
vocero de la ONG Médicos sin Fronteras calificó de "prematuro"
el programa de repatriación.
-Hay ciertas condiciones para la repatriación,
yo no voy a decir que son las ideales, pero lo importante no es eso, sino
la decisión del individuo de considerar si quiere regresar o no.
Y nosotros tenemos que ver de qué manera podemos facilitar ese retorno.
Esa iniciativa del refugiado, el derecho de cada individuo de regresar
importa más que las condiciones en que se dé el retorno a
su país de origen. Este es el punto esencial.
Philippe Lavanchy, artífice del acuerdo firmado
en Ginebra, al concluir la plática con La Jornada, se muestra
optimista. En todo caso está fuera de duda que ha puesto lo mejor
de su empeño y capacidad profesional para mejorar la situación
de los refugiados afganos, un drama que afecta a casi 5 millones de personas,
sumando las que están en Irán y en Pakistán, pero
también en atender las necesidades de los cerca de 250 mil refugiados
iraquíes que acoge Irán.