EU, Israel, Rusia, Japón, China y algunas
naciones árabes se niegan a ratificarla
Formalizan 66 países la Corte Penal Internacional
Juzgará casos de genocidio o crímenes
de guerra que ocurran a partir de julio próximo
Piden inmunidad para soldados estadunidenses; ex funcionario
de Milosevic intenta suicidarse
AFP, REUTERS Y DPA
Naciones Unidas, 11 de abril. "Se acaba de dar
un golpe a la impunidad", dijo hoy el secretario general de Naciones Unidas,
Kofi Annan, al presidir una ceremonia que marcó el establecimiento
de la Corte Penal Internacional (CPI), instancia competente para juzgar
a los responsables de genocidio o crímenes de guerra.
El
gobierno estadunidense, por su parte, reiteró que no tiene intenciones
de ratificar el tratado que la institucionaliza. No obstante, el portavoz
el Departamento de Estado, Philip Reeker, indicó que Washington
"examina actualmente su política para saber cómo tratar con
esa institución".
Según fuentes diplomáticas en Nueva York,
Estados Unidos estudiaría la posibilidad de retirar su firma de
ese tratado, signado por el ex presidente Bill Clinton -aunque no lo presentó
al Congreso-, pues la actual administración conservadora teme que
los soldados estadunidenses involucrados en conflictos en el extranjero
puedan ser juzgados.
En este sentido, un grupo de legisladores republicanos
y demócratas reclamó al presidente George W. Bush que presione
al Consejo de Seguridad de la ONU, ya que consideran la creación
de la corte una "lamentable derrota para la promoción de la paz
y la seguridad internacionales". Por ello, piden que este consejo otorgue
inmunidad al personal estadunidense involucrado en misiones en el extranjero.
Otros países que se niegan a ratificar el documento
son Israel, Rusia, Japón, China y varias naciones árabes.
En Belgrado, en cambio, el Parlamento bicameral adoptó
la ley sobre cooperación con la CPI, que autoriza a que se transfieran
criminales de guerra de la ex Yugoslavia a esa jurisdicción de la
ONU.
El proyecto de ley se incluyó de urgencia en la
agenda del Parlamento de las repúblicas de Serbia y Montenegro a
causa de las presiones de Washington, que pide a Belgrado gestos que demuestren
su voluntad de cooperar con la CPI antes de otorgarle ayuda financiera.
Con esto, los colaboradores más cercanos del ex
presidente Slobodan Milosevic también podrían verse obligados
a responder ante la corte en La Haya. Uno de ellos, Vlajko Stokiljkovic,
ex ministro del Interior, protagonizó esta noche un intento de suicidio
al dispararse un balazo en la cabeza frente a la entrada del Parlamento,
en señal de protesta, y se encuentra hospitalizado en estado crítico.
Durante la ceremonia en Naciones Unidas, 10 votos elevaron
a 66 el número de países que ratificaron el tratado de Roma
de 1998 para establecer la CPI, seis más de los necesarios para
que el tratado entre en vigencia el primero de julio. Bosnia, Bulgaria,
Camboya, Congo, Irlanda, Jordania, Mongolia, Níger, Rumania y Eslovaquia
depositaron su firma al mismo tiempo para que el honor de ser el Estado
número 60 no recayera en un solo país.
"El sueño de una Corte Penal Internacional se ha
hecho realidad", dijo Annan en videoconferencia desde Roma, e instó
al resto de los países a enviar sus ratificaciones. De los 15 que
conforman la Unión Europea, sólo Grecia no ha certificado
el tratado de Roma.
Se espera que el tribunal inicie sus tareas el año
próximo en La Haya, Holanda, en un esfuerzo por cumplir una promesa
hecha a mediados del siglo pasado durante los juicios de Nuremberg contra
líderes nazis, y de Tokio, contra japoneses responsabilizados por
el conflicto en la región del Pacífico.
Otras cortes internacionales son la de La Haya, que actualmente
juzga a Milosevic, mientras que el tribunal internacional para Ruanda fallará
sobre los casos de genocidio cometidos en ese país en 1994.
La nueva corte puede enjuiciar a individuos por genocidio,
crímenes contra la humanidad y de guerra, así como por graves
violaciones de los derechos humanos.
El tribunal sólo tiene jurisdicción cuando
los países de donde son originarios los criminales no pueden o no
quieren juzgar a esos individuos.
Los casos pueden ser presentados por cualquier nación
que haya ratificado el tratado, por el Consejo de Seguridad de Naciones
Unidas o por los fiscales del tribunal, tras la aprobación de tres
jueces de la corte.
El mandato del nuevo órgano no es retroactivo,
así que no puede ventilar crímenes cometidos antes del primero
de julio.
Organismos humanitarios y de derechos humanos saludaron
la creación de la corte, al igual que varios países.
Chile lamentó no haber podido ser parte del grupo
de los 60 fundadores, luego que la oposición derechista frenara
el proceso de adhesión. A su vez, el presidente de Perú,
Alejandro Toledo, afirmó este jueves en Costa Rica que la cancillería
de su país estudia la posibilidad de que el destituido presidente
Alberto Fujimori, refugiado en Japón desde noviembre de 2000, sea
juzgado por la CPI por "violaciones a derechos humanos" y otros delitos.